COLUMNISTAS

Desventura en la justicia

 

Por Alberto Woolrich Ortíz

Tristemente en ésta Cuarta Transformación de la República, nuestra academia de Derecho Penal del Colegio Nacional de Abogados Foro de México, se ha venido percatando que existen escenarios de incontables corrupciones e injusticias que han estado ocurriendo en el marco de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y su Consejo de la Judicatura Federal, así como en la Fiscalía General de la Federación. Drama y trauma para la justicia.

Somos muchos los abogados penalistas de todos los confines de nuestra tierra que bien sabemos de ciertas conductas delictivas de un llamado “Cártel Inmobiliario”, que opera y se enriquece desde los adentros del Consejo de la Judicatura Federal, en verdad decimos, sin dificultad, que nos encontramos ante una corrupción histórica. El pueblo sabio dice que para muestra sólo basta un botón: la adquisición del inmueble de Avenida Patriotismo que hoy es pertenencia del referido Consejo. 

Con la corrupción en la justicia, lo imposible tiene y adquiere factibilidad. 

En recientes y antiguas columnas, ésta pluma ha informado de la existencia de una “narco-inmobiliaria”, estrechamente vinculada con lo que ahora se conoce como el “cártel inmobiliario”. Una vez más en la historia de nuestra atribulada justicia, indecentes togados “Siervos y Ex Siervos de la Nación”, se encuentran hundidos en fenómenos de corrupción. 

Aquí y ahora, detallaré el contorno de la monstruosa corrupción que lesiona gravemente al Poder Judicial Federal en éste rubro. Anticipando antes de ello, que son pocas las togas de decencia que se salvan debido a que su comportamiento siempre ha sido severo y limpio, como lo ordena la Carta de Carranza. El refrán dice: “los beneficios con atino son para la toga mezquina”. 

El Foro Mexicano, la Academia en especial, están de pésame. Por ello, no creemos que ningún letrado decente que se precie de ejercer con limpieza la profesión, se atreva a salir en defensa de togas indecentes, que han ofendido como nadie la pureza del que fue muy afamado Poder Judicial Federal.  Comienza lo bueno. 

El conocido y poco investigado “Cártel Inmobiliario” ha cometido diversas conductas que encuadran perfectamente en la definición que nos da nuestro Código Penal Federal como delito, es más, tan encuentran encuadre en esa y en la antigua definición de la “Setena Partida”, la que exponía: “Los malos fechos que se fazen a plazer de una parte, o a daño, o a deshonra de la otra; ca estos fechos citales son contra los mandamientos de Dios, e contra las buenas costumbres, e contra los establecimientos de las leyes, e de los Fueros y Derechos”. Vaya con esas togas de delincuencia, que encuadran en los referidos axiomas.  

Pues bien, ese “Cártel Inmobiliario”, ligado con ciertas togas de impudicia, en un pasado muy reciente, cometieron un fraude que asciende a más de $7,142,000,000.00 (siete mil ciento cuarenta y dos millones pesos 00/100 m.n.), sin contar el valor del inmueble de las Calles de Patriotismo, ahora propiedad del Consejo de la Judicatura Federal, dicha conducta antijurídica fue perpetrada en perjuicio de diversas víctimas de la corrupción en los desarrollos inmobiliarios urbanos. Y no sólo eso, a causa de esa corrupción, en su momento  pretendieron responsabilizar de una desgracia a una persona inocente de nombre “Jimena”. Existen varias carpetas de investigación que avalan lo expuesto. 

Concluyo. 

La abogacía independiente de la nación, debe de exhibir y exigir la cárcel para limpiar por siempre el insalubre tufo de corrupción que lacera a la justicia.

 

Es cuanto.

 


 

Lic. Alberto Woolrich Ortíz

Presidente de la Academia de Derecho Penal

del Colegio de Abogados de México, A.C.

 

 

 

 

 

 

 

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