COLUMNISTAS

Controversia nuclear

 

Por Jessica Woolrich

El 24 de febrero se cumple un año desde el inicio de la guerra entre Rusia y Ucrania, y podría pensarse que en un año las cosas tendrían que haber mejorado, las negociaciones avanzado y los conflictos disminuido, pero la realidad está muy lejos de eso, y no solo nada ha mejorado, sino con cada día que pasa el problema se hace mayor, y más naciones se ven involucradas, por lo que la solución parece no podría darse en un futuro cercano, sobre todo porque  en vísperas de la visita del presidente estadounidense Joe Biden, la palabra nuclear” se ha hecho presente, esto porque  el 19 de este mes, los gobiernos de Rusia y de Ucrania se han acusado mutuamente de estar planeando algún tipo de estrategia en donde pudieran verse involucradas las armas nucleares, las cuales si bien siempre han sido una amenaza invisible en ésta guerra, es ahora cuando ambas naciones parecen ponerla sobre la mesa.

Según el gobierno ucraniano, Moscú, como una forma de obstaculizar la visita de Biden, programada para el lunes 20, comenzará una serie de ejercicios nucleares a gran escala, lo que para algunos sería una amenaza directa al gobierno norteamericano, sin embargo, el Ministerio de Defensa de Rusia, no solamente negó de forma categórica esta afirmación, sino que a su vez aseguró que es el gobierno de Zelensky quien ha recibido sustancias radioactivas de un país europeo, y que con ello lo que buscan es generar algún tipo de accidente nuclear, para posteriormente culpar a Rusia de esto.

 

 

Lo que es una realidad es que no puede descartarse ninguna de las dos posibilidades, porque con los temas de la guerra y las estrategias que se llevan a cabo en medio de los conflictos, es muy difícil saber la verdad de las cosas, porque en todo enfrentamiento hay dos versiones y no siempre es fácil que la comunidad internacional tenga la información suficiente y completamente veraz para saber qué es lo que realmente sucede en el campo de batalla y cuáles son los intereses verdaderos para que uno u otro país sean capaces de considerar las armas nucleares, cuando se sabe el terrible daño de éstas. Sobre todo, en este caso, en donde ambos países saben muy bien las consecuencias del mal uso de sustancias radioactivas porque en su memoria sigue estando el recuerdo de lo ocurrido en Chernóbil, pero aparentemente vale más el triunfo que evitar una tragedia al pueblo que desafortunadamente parecen ser solo piezas en este terrible partido de ajedrez, porque como dijo Jean Paul Sartre; Cuando los ricos se hacen la guerra, son los pobres los que mueren”.

 


 

 

 

 

 

 

 

 

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