Polarización desde los medios

Por José García Sánchez

Si la realidad del país fuera como la pintan los medios convencionales no habría ni siquiera gente en la calle. Tampoco habría inversión nacional ni internacional, ni periódicos dónde mentir.

La historia de las sociedades polarizadas, que tanto exaltan algunos conservadores pasa por el cuello de botella de los medios de información. Las redes sociales son la caja de resonancia de este campo de batalla que debe ubicarse sólo en el mundo de las ideas, pero hay un trozo de la sociedad que prefiere el insulto, la descalificación al debate y la argumentación.

La derecha no sólo en México sino en el mundo entero se caracteriza por la falta de argumentación para dar a conocer sus ideas. Sus pleitos son de una pobreza que insultan a quienes señalan de corrupción, porque confunden compra con renta de una casa, porque responsabilizan por un depósito de un millón de pesos a la cuenta del hermano del presidente cuando en el pasado cualquier presidente municipal se hacía de casas, residencias dentro y fuera del país y robaban miles de millones. No hay corrupción menor pero sí hay argumentación pobre y muchas veces sin pruebas en la intención exacerbada de una derecha que perdió la brújula con la derrota en las urnas.

La derecha es violenta por naturaleza, surge en México como respuesta la educación que trataba de diseñar Lázaro Cárdenas, como dique de contención a la educación laica, como sabotaje a la universidad pública. Su origen tiene espíritu saboteador.

El avance del sexenio ha ido adelgazado la cantidad de cuestionamientos, desde la compra de Deer Park hasta la construcción de la Olmeca de Dos Bocas en tiempo récord, les mueve decir que son épocas de energía limpias que en términos reales contaminan más y son más caras que las fósiles, pero algo tienen que decir los opositores famélicos de argumentos y sin imaginación ni preparación para lanzar una propuesta de gobierno, una iniciativa de ley, o una sugerencia de mandato. Nada.

Ante esta nulidad de fuerza real, recurren a la violencia que propician y advierten una agresión social donde todos los mexicanos dice que se enfrentan unos a otros, cuando en realidad los únicos que están enojados con todo y con todos, producto de su frustración, son los opositores, que en su desesperación por la carencia de inteligencia sólo destruyen así piden destituciones renuncias, desaparición de conferencias, arreglan amparos par a evitar que el gobierno avance y el país progrese, todo es en negativo, contra lo que se hace, nunca construyen ellos nada, carecen de esa facultad, lo único que sabe hacer es destruir y ahora lo intentan con la tranquilidad social la afirmar que hay polarización social donde los mexicanos se odian unos a otros.

La toma de conciencia de la sociedad para que cada mexicano piense de acuerdo con su circunstancia, con su lugar en el país, con sus necesidades e inquietudes y no siendo obrero piense como empresarios, es lo que ellos llaman polarización.

En su afán por designar a la fantasía de la clase media aspiracionismo, esperanza que moría con el individuo, que tenía más de utopía que de sueño, trataron de cambiar la mente de mucha gente. Los obreros defendiendo a los patrones a pesar de una gran explotación. Es decir, había una sociedad sin identidad, conocer el lugar que cada quien ocupa en la escala de necesidades, inquietudes e intereses no es polarización es darse cuenta de la realidad que los medios habían ocultado por mucho tiempo en México.

Lo que más interesaba a los poderosos es que la mayoría, gente humilde defendiera su derecho a explotarlos, a engañarlos, a regatearles el salario y los derechos. Así lo hicieron por muchos años y ahora cuando esos principios son violentados hay una reacción, ante sólo había sumisión y obediencia, eso no es polarización sino despertar.

Los medios convencionales impulsan el enfrentamiento entre los mexicanos para que la derecha justifique su violencia, a través del cual darían un golpe de Estado. Así son de peligrosos los que se autodenominan defensores de la libertad de expresión y víctimas de persecución.