Alcalde de Poza Rica estalla al ser cuestionado por inseguridad
El presidente municipal de Poza Rica, Fernando Luis Remes Garza, confirmó que fueron entregados cinco de los cuerpos encontrados en congeladores, en una casa de la colonia Jardines, del municipio de Poza Rica, a familias provenientes de otros estados de la República Mexicana.
Luego de que el primero de enero de 2023 asesinaron a ocho personas cuando se encontraban en dos bares ubicados en diferente calles y colonias, y el 13 de agosto del mismo año localizaron congeladores con más de 15 cuerpos embalados, el alcalde de Poza Rica afirmó que el municipio recobró su tranquilidad.
“No hay ningún hecho de violencia, no tenemos ningún problema ahí, ustedes saben más, ustedes saben lo que están preguntando, es todo lo que es, todo mundo duerme tranquilo en Poza Rica”.
Al cuestionarle si por ahora ya no hay riesgo en Poza Rica, el edil morenista respondió enojado: “¿Cómo que por ahora no? ¿Qué no son mexicanos ustedes? ¿Qué quieren que haya guerra o qué, para sacar tu nombre?”
Mientras que el presidente municipal respondía molesto a las reporteras que lo entrevistaban, el chofer que maneja su camioneta color vino de reciente modelo, con un valor superior al millón de pesos, hacía señas obscenas a las comunicadoras.
Incómodo por los cuestionamientos de la prensa, prosiguió: “No hay nada, hombre, no hay cuerpos embalados ya. No reclamaron ni un cuerpo. Los entregó la Fiscalía a sus parientes pero ninguno era de Poza Rica. Nunca, si hubiera habido de Poza Rica te estuviera diciendo”.
Al insistirle al alcalde si en la identificación de los cuerpos había personas migrantes de países de Centroamérica o Sudamérica, Remes Garza contestó: “¡Ah chingao! Qué lindo que te gusta escribir”.
Al momento de la entrevista, el alcalde Remes gritaba el nombre de una mujer que trabaja con él: “Adaneli, dile a Adaneli que venga”.
Una mujer y un grupo de cinco hombres que custodian al alcalde se acercaron mientras las reporteras hacían la entrevista, y en ese momento Remes dio la orden a los encargados de su seguridad: “Ya déjala, ya estoy tranquilo. A ella déjala que ella viene conmigo”, mientras que se marchaba en su camioneta Suburban color vino.