Llegan a Venezuela siete menores de edad deportados de EU
El gobierno de Venezuela informó el viernes que llegaron siete niños entre los más de 200 migrantes venezolanos deportados desde Estados Unidos que arribaron el viernes a Caracas como parte de los traslados acordados a fines de marzo con las autoridades estadounidenses. El número de repatriados luego del acuerdo se elevó a 8.283.
“El hermano presidente (Nicolás Maduro) se ha comprometido a traer hasta el último venezolano que tengan secuestrado, que tengan detenido en cualquier parte del mundo. Hoy han llegado un nuevo grupo, 237 de ellos y con esta agradable noticia, llegaron siete niños a la patria para reencontrarse con sus padres”, dijo el ministro de Relaciones Interiores, Diosdado Cabello, en alusión a los niños que se sumaron a otros siete que arribaron al país la semana pasada.
El gobierno de Maduro había acusado al gobierno del presidente Donald Trump de “secuestrar” a más de tres decenas de niños al colocarlos en hogares de acogida después de que sus padres fueran deportados.
Inicialmente, el 30 de junio, Venezuela exigió a Washington la entrega de 18 niños a sus familiares en Venezuela, luego de que sus padres fueran deportados y los menores quedaran bajo custodia en territorio estadounidense. La cifra aumentó posteriormente a 31 menores.
Los niños serán “asistidos” médica y psicológicamente “porque no ha sido fácil esta etapa que han vivido separados de sus padres”, agregó Cabello.
El arribo de los niños, en un vuelo directo desde la cuidad estadounidense de Houston, se produjo una semana después del regreso al país de 252 migrantes, luego de haber pasado cuatro meses en una prisión de El Salvador, donde el gobierno de Estados Unidos los transfirió en uno de sus movimientos más audaces para frenar la inmigración.
Los migrantes, algunos de los cuales describieron la prisión salvadoreña de máxima seguridad como un “infierno”, fueron liberados el 18 de julio en un intercambio de prisioneros entre los gobiernos de Estados Unidos y Venezuela.
Los venezolanos habían estado detenidos en una megaprisión llamada Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT), que fue construida para albergar a presuntos pandilleros en la guerra del presidente salvadoreño Nayib Bukele contra las pandillas de su país. Grupos defensores de los derechos humanos han denunciado cientos de muertes y casos de tortura dentro de sus muros.