COLUMNISTAS

Trump quiere invadir países

Al presidente del norte se le olvidó que ya no es un imperio su tierra y que está en crisis económica

Por Ángel Álvaro Peña

 

Para que haya vende-patrias, que en México hay varios, debe haber un compra-patrias que tenemos como vecino al norte. Y quien desde la antigua comodidad de la aparente riqueza, intentó adquirir conciencias y territorios de otros países sin mucho éxito.

La oferta de Estados Unidos no es nueva ni nace con Donald Trump, las invasiones de Estados Unidos a México dan cuenta de esto.

La primera guerra con el vecino ocurrió entre 1846 y 1848, por la anexión de Texas, y su obsesivo expansionismo.

La Intervención francesa en México fue un conflicto armado que tuvo lugar entre 1861 y 1867, durante el gobierno del presidente Benito Juárez, no hubiera sido posible sin el trabajo de unos de los primeros vende patrias mexicanos, los generales conservadores Miguel Miramón y Tomás Mejía. En ese momento, México se encontraba en una situación económica precaria y había suspendido el pago de la deuda externa. Esto fue aprovechado por Francia, que buscaba expandir su influencia en América y establecer un imperio en el continente.

Luego vino la ocupación de Veracruz por parte de Estados Unidos, en 1914, al oponerse al régimen Victoriano Huerta.

En 1916, luego del ataque de Pancho Villa a Columbus, Nuevo México. El general John J. Pershing ingresó a Chihuahua como represalia.

Una vez superada la época de invasiones, inició su etapa de compra de conciencias que ahora tienen en algunos miembros de la oposición una manera de hacer política.

Josefina Vázquez Mota, luego de ocupar la Secretaría de Educación, el gobierno de Estados Unidos mostró que no todo era invasión a México para poder tener poder sobre su territorio y anunció un proyecto donde tuviera que ver la educación de los migrantes mexicanos de aquel lado de la frontera, aprovechando que la entonces diputada federal del PAN era la presidenta de la Comisión de Educación.

El proyecto llamado Juntos Podemos, financiado por las asociaciones AEM-USA FoundationParents Alliance Inc que enviaron a Vázquez Mota más de 1,000 millones de pesos para la educación de los mexicanos en aquel país. El proyecto nunca se concretó pero se mostró la manera en que podía adquirir conciencias a buen precio y crear un grupo de vende-patrias que finalmente se formó.

Más recientemente vimos cómo la entonces candidata a la presidencia de la República, Xóchitl Gálvez,  realizó un viaje a Estados Unidos para anunciar que en México habría en 2024, una elección de Estado.

Desde que llegó tuvo encuentros con los directivos de los medios The Wall Street JournalThe New York TimesThe Washington Post, Univision y Telemundo que le abrieron sus espacios, a través de los cuales se comprometió con la Casa Blanca a que, si ganaba la Presidencia de México, se alineará con ellos frente a Rusia y China, para romper la relación de armonía que el gobierno de López Obrador había creado con ellos.

Aunque trató de llegar a organismos como la OEA y la ONU, sólo pudo llegar a dar una conferencia en el Centro Internacional para Académicos Woodrow Wilson, también llamado Wilson Center, donde pronunció su famosa frase: “yu jab tu wok da tok”. Que fue la burla de los presentes y posteriormente de todos los mexicanos en las redes.

Pero los panistas principalmente han realizado varias reuniones con entidades estadounidenses con el fin de denunciar supuestas anomalías en el gobierno de MéxicoRicardo Anaya y Elías Lixa, legisladores panistas, participaron en reuniones del PAN donde se abordaron temas de cooperación bilateral y seguridad fronteriza.

Ricardo Anaya vivió seis años en Atlanta prófugo de la justicia y regresó sólo cuando contaba con su constancia de senador de la república, lo cual le da fuero e inmunidad, aunque debería llamarse impunidad.

Jorge Romero Herrera, y Mariana Gómez del Campo, dirigente nacional del PAN y eterna pluri panista, respectivamente, han viajado en varias ocasiones al vecino país, para encuentros con organizaciones civiles y actores políticos.

Del lado de compradores de conciencias está el Instituto Republicano Internacional (IRI) y National Endowment for Democracy, que han sido espacios frecuentes para legisladores panistas como Juan Carlos Romero Hicks y Luis Rubio, quienes han participado en foros sobre democracia, transparencia y Estado de derecho.

Además, Wilson Center y Brookings Institution han recibido a ex gobernadores panistas como Ernesto Ruffo y Carlos Medina Plascencia, en paneles sobre federalismo.

También la embajada de Estados Unidos en México ha sido escenario de reuniones privadas con panistas para discutir reformas judiciales, especialmente en torno a la autonomía del Poder Judicial.

En 2023, Kenia López Rabadán y Damián Zepeda sostuvieron encuentros con diplomáticos estadounidenses para expresar preocupaciones sobre la reforma electoral.

Por otra parte, DEA y FBI han mantenido canales informales con panistas ligados a comisiones de seguridad, como Jorge Triana, para compartir información sobre redes criminales y financiamiento ilícito.

En 2024, Roberto Gil Zuarth participó en una reunión en Washington con asesores del Departamento de Estado, en la que se discutieron mecanismos de fiscalización electoral y el uso de inteligencia financiera.

Durante las elecciones de 2021 y 2024, Marko Cortés y Santiago Creel, buscaron respaldo técnico de fundaciones estadounidenses para monitorear procesos electorales en México.

La relación entre panistas y priistas refleja el interés del PAN y el tricolor en posicionarse como interlocutor confiable ante el vecino, especialmente en temas de seguridad, migración y combate al crimen organizado.

El reciente caso del líder nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas, deja en claro la reiterada búsqueda de interlocutores de la oposición mexicana con el gobierno del norte, según el priista fue a denunciar penalmente ante la DEA, la CIA y la OEA, a varios miembros de Morena, incluyendo al ex presidente Andrés Manuel López Obrador, pero nunca le aceptaron las denuncias en ningún lugar y en algunos lugares ni siquiera lo dejaron pasar.

Recientemente, se ha especulado sobre una posible “invasión” militar para combatir cárteles mexicanos. Sin embargo, la presidenta Claudia Sheinbaum ha descartado cualquier intervención militar en territorio mexicano.

Claudia Sheinbaum ofreció un discurso desde Manzanillo, Colima, el fin de semana pasado donde aseguró que “los mexicanos viven en un país libre, soberano e independiente, cualidades que no solo están en la mente del pueblo, sino en sus corazones».

Los vende-patrias están identificados por los mexicanos, quienes cada día tienen más rechazo ante la desesperación que muestra la causa de su creciente desprestigio.

El patriotismo de la Presidenta es un ejemplo para quienes intentan comprar complicidades y para quienes quieren vender el país a cambio de la derrota de la 4T. Se van a quedar con las ganas.

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