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Javier Herrera Borunda cabe en la terna a la gubernatura en el 2030

Javier Herrera Borunda convirtió su Primer Informe Legislativo en algo más profundo que un simple recuento de actividades: lo transformó en un mensaje político que lo coloca, sin rodeos pero sin estridencias, en la ruta rumbo al 2030. Mientras muchos informes apenas sobreviven como trámites, el suyo se sintió como una declaración de intenciones: aquí estoy, quiero competir y tengo con qué hacerlo. Y lo dijo sin decirlo, que siempre es la forma más fina de anunciar una aspiración.

En un ambiente político tan saturado de gritos y pleitos improvisados, Herrera eligió un camino poco común: el de la serenidad y el trabajo ordenado. Habló de unidad con la convicción de quien la practica, no de quien la presume. Y eso pesó. Porque la unidad, tan contaminada por el discurso vacío, sonó distinta en su voz: sonó a estructura, a equipo, a proyecto real.

Su frase “Hay quienes quieren detener a México; nosotros estamos trabajando para que avance” dejó claro que no piensa entrar al juego de la polarización que tanto seduce a sus adversarios. Prefirió marcar diferencia apelando a la responsabilidad política, esa virtud que algunos consideran obsoleta pero que sigue siendo la base de cualquier proyecto serio.

Javier mostró músculo, pero del auténtico: respaldo territorial, liderazgos presentes como Eruviel Ávila , una operación que no se improvisa y un discurso que busca construir. En tiempos donde lo sensato parece revolucionario, él se plantó como una alternativa firme para un Veracruz cansado de la confrontación y urgido de dirección.

“El Verde va a competir”, quedó implícito. Y más que eso: competirá con una figura que combina experiencia, estabilidad y ambición bien colocada. Javier Herrera Borunda salió del informe más grande de lo que entró. Y Veracruz, inevitablemente, lo está mirando.

P.D. Por el Partido Verde está de más decirlo; aunque no me suena descabellado ir en alianza con el PRI.

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