Cultura y devoción: El Señor del Recuerdo
Dra. Zaida Alicia Lladó Castillo
La religiosidad y las tradiciones indígenas de los pueblos de México han estado unidas históricamente. Estudios antropológicos y sociológicos confirman que la religiosidad sincrética de los pueblos, “se manifiesta, por una parte, con la presencia de símbolos prehispánicos unidos a los elementos de la naturaleza (culto a la fertilidad de la tierra, a los ciclos agrícolas, el clima, etc.) y por otra, a los judeocristianos, coincidentes con las festividades más importantes de la religión católica, de su año litúrgico: Adviento, Navidad, Cuaresma, Pascua, y Tiempo Ordinario” .
Y es que, es de verdad interesante y maravilloso, el poder conocer cómo se organizan estas festividades, que lo mismo las disfrutan católicos o no. En el caso del Estado de Veracruz, cada región o municipalidad, prepara de manera especial sus fiestas o ferias patronales, que buscan lucimiento inspiradas por la emoción y devoción de sus pobladores.
Y lo mismo le demuestran fervor y devoción, a la Virgen, en su advocación como: La Candelaria (Tlacotalpan), La Virgen del Rosario (Alvarado), Del Carmen (Catemaco), La Asunción de María (Tlapacoyan, Papantla, Tuxpan, Xalapa), la Señora de la Soledad (Córdoba), por decir algunos ejemplos, no faltando desde luego la devoción a la Guadalupana, cuya veneración es local, nacional e internacional. Como igualmente se expresa la veneración a la figura de Jesús Cristo, por ejemplo: el Cristo Negro (Otatitlán), La Preciosa Sangre de Cristo (Cosoleacaque), El Santuario del Señor (Chalma), El Cristo del Buen Viaje (La Antigua y Veracruz), entre otras importantes festividades. Así mismo, la fidelidad a los Santos y Santas, como: San José, San Judas Tadeo, San Gerónimo, San Rafael Guizar, María Magdalena, y Arcángeles como San Miguel, San Rafael y San Gabriel, por decir algunos ejemplos. Siendo honrados según el lugar y región de Veracruz de que se trate, en diferentes fechas del año.
Y el fervor se expresa con mucha anticipación, pues sus habitantes, sacerdotes, comunidad parroquial y autoridades colaboran en la organización de la agenda, misma que combina en sus actividades, el sincretismo autóctono (identidad regional) y el religioso (la fe).
Y de todas esas celebraciones destaca una a la que me quiero referir hoy de manera especial: la festividad de El Señor del Recuerdo, que los habitantes de la Sierra de Zongolica le profesan devoción. Su figura se encuentra en la cabecera municipal y de hecho se venera en el mes de abril; sin embargo, en este año que su festividad va dirigida a conmemorar los 210 años de su llegada a esa región, está prevista para el viernes 10 y sábado 11 de junio próximos.
La historia cuenta que, la imagen del Cristo fue encontrada en los cañales de Tuxpango en 1812 y fue llevada a la cabecera municipal Zongolica, para quedarse ahí para siempre. Desde entonces es visitado el Cristo por fieles y personas que quieren convivir con los pobladores su tradición, acercándose a él en búsqueda de un aliciente o remedio a sus penas, dolores y preocupaciones o simplemente para dar gracias por los favores recibidos.
En esta ocasión existen 5 motivos para rendirle tributo: A) La llegada de su imagen a su pueblo, -que fue el 14 de junio de 1812. B) Los 210 años de permanecer en la fe de los cristianos indígenas de la región. C) La Administración de los Sacramentos de la Confirmación a 105 Catecúmenos de esa comunidad. D) La culminación de 90 años de la tradición de la Octava de la Santa Cruz de El Señor del Recuerdo y, E) ofrecerle gratitud por su especial protección durante el tiempo de la pandemia Covid 19.
De acuerdo con la invitación que nos hiciera llegar nuestro estimado amigo Erasmo Delgado, exalcalde y exdiputado federal de Zongolica, se inicia la celebración, el primer día, con: 1) el repique de las campanas a las 4 am. 2) Recepción de la ofrenda floral (el Xochitlallis, rito indígena en donde se le pide permiso a la tierra para la celebración). 3) Desde medio día y por la tarde las misas en su nombre, y para la media noche, la velada con música y fuegos artificiales. 4) El segundo día a las 5 a.m. mañanitas para el Cristo. 5) Y las 11 hrs la celebración de la Misa Sacramental de Confirmación de Catecúmenos, amenizada por los Coros y Orquesta Clásica de Orizaba, finalizando a las 13 hrs. 6) a las 13.30 se celebra la Marcha de El Señor de los Recuerdos, realizando el descenso de la imagen y recorrido por las principales calles del pueblo y una vez concluido el recorrido, dejándole en su altar, mismo en el que permanecerá durante el resto del año, para ser cuidado por sus pobladores. Sin duda, es un programa hermoso, que se espera lleno de devoción e invita a acompañarles.
Y es que sin duda, el vivir las tradiciones de nuestro país y en particular de nuestro estado, es una gran oportunidad para conocer costumbres y culturas diferentes; permite reconocer lo valioso que es la identidad indígena y el respeto y devoción que le profesan a su religión y a sus Santos, que se quiera o no “mueve montañas”, -en especial en estos tiempos en que muchas regiones y sus habitantes se sienten endebles y vulnerables ante los graves problemas que les aquejan-, y en esas fiestas ven la oportunidad de unirse, sentirse bendecidos, tomar fuerza y salir adelante para enfrentar sus problemas y necesidades.
Y es que no podemos negar, que la religiosidad popular basada en la fe, la reconstrucción de símbolos y la vinculación con la naturaleza es la esencia que identifica a nuestras comunidades indígenas en todo el territorio nacional y, de ello, tenemos mucho que aprenderles, porque nos dan clases de nacionalismo y regionalismo, demostrado, en el gran orgullo que sienten por sus raíces, su historia, simbología, identidad y riqueza cultural.
Por esas razones y más, les deseamos a nuestros amigos de la Sierra de Zongolica que tengan unas festividades alegres y dignas, pidiendo al Señor de los Recuerdos, les corresponda llenándoles de protección y prosperidad todos los días de su vida.
Gracias y hasta la próxima.
P.D. En recuerdo de mi querida amiga María Dolores Lucía Ortega Tzitzihua.