Adiós a la CTM
Por José Páramo Castro
El PRI se autodenomina el creador de instituciones y de la consolidación de la tranquilidad social. En efecto, lo menos que pudo hacer fue oficinas burocráticas rebosadas de corrupción a las que llamó instituciones y en cuanto a la tranquilidad social, ésta no es producto de regímenes justos sino del temor que la injusticia de sus mandatarios imponía sobre la sociedad.
Los pilares del PRI instituciones que fueron no sólo como una especie de secretarías de Estado sino temibles instancias de gobierno que practicaba la ilegalidad todos los días en favor del fortalecimiento de los bolsillos de los funcionarios públicos a pesar de esto, el país sobrevivió.
INDEPENDIENTES DAN BATALLA
La CTM peleó a sangre y fuego los contratos colectivos de las empresas, a partir de prácticas gangsteriles, y el final de esa época tuvo una muestra de su surgimiento en Silao, Guanajuato, donde los sindicalistas de General Motors ganaron por elección directa y democrática contar con la separación de ese pilar de lo que queda del PRI.
En la CTM todavía no entienden cómo “unos pequeños trabajadores pudimos ganarles” el contrato de la planta de General Motors en Silao, Guanajuato, señala Alejandra Morales Reynoso, líder del sindicato independiente.
El sindicato cetemista detentaba, hasta agosto de 2021, el contrato colectivo de más de 6 mil trabajadores. Además, como es su costumbre todavía en muchas empresas, la central obrera obtenía también las ganancias de las máquinas expendedoras de bebidas y botanas dentro de la planta. Ahora, en ese caso las administra la empresa.
El Sindicato Nacional Independiente de Trabajadoras y Trabajadores de la Industria Automotriz que encabeza Alejandra Morales Reynoso, ahora tiene el contrato de esa empresa, reconocida por la mayor organización sindical de Estados Unidos (AFL-CIO), por su trabajo en defensa de los derechos laborales de sus compañeros. En votaciones limpias vencieron al sindicato que encabeza Tereso Medina, secretario general adjunto de la CTM nacional.
En mayo pasado, tras 50 días de negociaciones, la GM y el sindicato independiente firmaron el nuevo contrato colectivo. El gremio obtuvo un incremento de 8.5 por ciento directo al salario y un aumento del bono trimestral de productividad. Para el sindicato, un logro destacable fue la bilateralidad en ingresos, promoción y vigilancia de seguridad y salud, además de una mesa para elaborar un protocolo de atención a casos de violencia de género y acoso sexual, todo esto permitido por los cetemistas, quienes, a pesar de las quejas, denuncias y exigencias de las trabajadoras, hacían caso omiso y preferían mantener una relación amistosa con la empresa, y consolidando la postura entreguista tradicional de la central obrera priísta.
Por otra parte, en Puebla, integrantes del sindicato “Luis Cabrera”, conformado por trabajadores del ayuntamiento de San Pedro Cholula, señalan que la CTM, que encabeza Leobardo Soto Martínez, con apoyo de la presidenta municipal panista, Paola Angón Silva, pretende adueñarse de este organismo.
Angón Silva como Soto Martínez tuvieron reuniones a puerta cerrada, en las que presumiblemente llegaron a acuerdos, señala la lideresa, quien añade que hay desabasto de medicamentos, pese a que existe un convenio firmando, con vigencia del 1 de enero al 31 de diciembre de 2022, mismo que por primera vez se firmó solo por un año y no por todo el trienio, que obliga a entregarlos en tiempo y forma.
La alcaldesa de Cholula no ha pagado ocho servicios funerarios, por un monto total de 300 mil pesos; además ha retenido cuotas sindicales. Maribel Jiménez comentó que desde el 24 de junio ella y los trabajadores, han recibido mensajes amenazantes, por lo cual dijo temer por su seguridad. Además, los trabajadores no han recibido un aumento salarial que se les autorizó.
En Coahuila, trabajadores de la empresa de autopartes Manufacturas UV, localizada en Piedras Negras, denuncian, en ambos lados de la frontera que deben revisarse las violaciones al T-MEC, porque pretenden imponerles un sindicato patronal. En la solicitud presentada por la Liga Sindical Obrera Mexicana, que encabeza Julieta Morales García, y el Comité Fronterizo de Obreras, denunciaron que la gerencia dio facilidades a la CTM para afiliar a los 400 empleados de la planta, además de amenazas, agresiones y despidos.
Anteriormente el “tapado” designado por el Presidente de la República la primera actividad que hacía, luego de ser seleccionado era visitar la CTM, como ritual de triunfo y poderío. Ahora, esas oficinas están abandonadas, los pasillos vacíos, el gran auditorio donde años antes había eventos todos los días se escuchan hasta las pisadas de los roedores que como metáfora de tiempos idos merodean el reciento.
La última esperanza de la CTM se llamó José Antonio Meade, y de eso hace más de cuatro años.
No faltó quien afirmara que desde la senaduría de Pedro Haces se pretendía exterminar la CTM, y sustituirla por la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México, líder moral del partido frustrado Fuerza por México
Según los líderes de la CTM y de otras organizaciones, la Catem, afín a la 4T, se ha quedado con la mitad de los contratos en algunas de las megaobras del actual gobierno, lo cierto es que sus contratos se obtuvieron por votación de los trabajadores y el tiempo de los obreros que callaban y mostraban sumisión permanente ya pasaron.
En diciembre de 2018, la CTM y la CROC fueron expulsadas de la Confederación Sindical Internacional, la razón fue la obligatoriedad de esas centrales obreras a afiliarse al PRI. Ambas organizaciones fueron acusadas, en la reunión celebrada en Copenhague, Dinamarca, de promover los contratos de protección patronal, así como de atentar contra la libertad y democracia sindical.
Al igual que la CNOP, y que la CNC, la CTM se diluye todos los días y deja al PRI sin puentes con la sociedad y a su filiación sus mesas de afiliación forzada porque siempre les resultó benéficas.
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