Inventan nuevo delito, Rogelio Franco Castán es un preso político
<< Se crea una acusación luego de más de año y medio de prisión sin juicio para mantenerlo por venganza en la cárcel >>
Por Ángel Álvaro Peña
Las irregularidades en el juicio contra el ex secretario de gobierno de Veracruz, de 2016 a 2918, Rogelio Franco Castán, inician desde el momento de su detención. Una aprehensión planeada con tiempo, con alevosía y ventaja.
El 13 de marzo de 2021, en Tuxpan, Veracruz, quien en ese momento era candidato a una diputación federal plurinominal fue detenido, la razón: maltrato familiar, acusación de la que estaba amparado y su amparo lo cargaba en la bolsa de su saco. En ese momento se le inventó otro delito, argumentando resistencia a la detención, agrado tal que aseguran que rompió la camisa de uno de los policías que lo detuvieron, sin orden de aprehensión de por medio.
Tres días antes el Congreso local de Veracruz, por iniciativa del gobernador Cuitláhuac García Jiménez, se había regresado su vigencia a la ley derogada por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, denominada ultrajes a la autoridad, que implica cualquier tipo de resistencia a la detención policiaca. La primera víctima de esta ley injusta fue Rogelio Franco, de ahí se le denominó a esta arbitrariedad con licencia, la Ley Franco.
El mismo día de la detención de Franco Castán la FGE emitió un comunicado de prensa para aclarar que la aprehensión se había realizado conforme al derecho, pues al momento de la detención, Rogelio Franco habría atacado a uno de los elementos que realizaban su trabajo, porque hubo testigos que afirmaban que todo había sido de manera pacífica y nunca el ex líder estatal del PRD actuó violentamente.
Con estos tres cargos se le envió a Rogelio Franco, de la cárcel de Tuxpan, a la cárcel de La Toma, en Amatlán, según datos del Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria de 2016, tiene una calificación de 6.5 en cuanto a las condiciones para los reos, promedio de todas las cárceles de la entidad, que tiene los índices más bajos de humanidad con los internos.
Ya en el penal de esa ciudad se adjudicaron otros delitos como la extorsión contra un funcionario que nunca ratificó su denuncia. Es decir, en el plano meramente judicial estaba preso por delitos endebles que no podían mantenerlo preso, ya que ninguna de las acusaciones era delito grave; sin embargo, hasta la fecha no sólo sigue detenido sino que se le imputa otro delito.
De acuerdo con la FGE Veracruz se le acusa ahora del delito de peculado equiparado en agravio de la Secretaría de Gobierno del Estado de Veracruz, hechos asentados dentro del Proceso Penal 312/2021.
Esto sucedió el viernes 21 de octubre, fecha en la que debió estar libre, ay que el 6 de ese mes había librado uno de los delitos por los que fue acusado, pues no había pruebas suficientes para mantenerlo en prisión preventiva justificada; sin embargo, se argumentó que continuaría en prisión por la falta de resolución de otros procesos penales como el de extorsión, abuso de autoridad y contra la administración de justicia, de lo cual no había sido responsabilizado.
Ante esta situación ya nadie dudó que se trataba de una persecución política de Cuitláhuac García o instancias superiores al grupo Yunes.
En el aspecto político las irregularidades, complicidades, contubernios, corruptelas, son mayores. Al caer en prisión Franco Castán, el autodenominado abogado defensor de esta acusación fue Jesús Velázquez, quien casualmente era su suplente en la cámara de diputados, de tal suerte que, de seguir preso Rogelio, sería él quien ocupara la curul, de tal suerte que en lugar de defenderlo lo hundió aplazando audiencias, retrasando evidencias, saboteando pruebas a su favor, etc.
La dirigencia de su partido también le dio la espalda y no hay miembro de ese partido que quiera recordar siquiera la situación de este joven político a quien le deben muchos su carrera política y a quien ahora le dan la espalda.
Las denuncias por maltrato familiar fueron desarticuladas por las hijas de Rogelio y la supuesta víctima, de tal suerte que fueron las hijas quienes encabezaron los actos de protesta a favor de su padre exigiendo su libertad a través de movilizaciones, plantones, carteles, declaraciones.
La SCJN se había pronunciado por la nulidad de “ultrajes a la autoridad” y ante nueva denuncia de un acto eminentemente político encabezado por Ricardo Monreal y Dante Delgado, quienes exigían la libertad de su querido amigo, el secretario técnico del senado, José Manuel del Río Virgen, a partir de estas apariciones en el panal nuevamente la SCJN amparó a Franco para que saliera en libertad.
Debe hacerse notar que una vez liberado Del Río ni éste ni Monreal ni Dante volvieron a tocar el tema de la liberación de los presos por la causa ilegal de ultrajes a la autoridad, como habían dicho públicamente.
Mientras esto sucedía, políticamente el PRD tuvo tiempo de congraciarse con el poder en Veracruz y evitar que fuera juzgado Franco, a través de acciones dilatorias y reiterados aplazamientos en el juzgado de control del reclusorio.
El 29 de agosto de 2021, Rogelio Franco tomó posesión de su curul de la Cámara de Diputados, desde prisión, y la ceremonia estuvo a cargo del presidente emérito de la Cámara de Diputados, Augusto Gómez Villanueva, nunca ha ocupado su curul, donde ahora está sentado su abogado defensor, el más interesado en que Franco Castán lo alcance su libertad.
SAÑA MORENISTA
La verticalidad política de Castán se mostró al rechazar la incorporación a Morena, a invitación expresa del propio Presidente de la República, a quien acompañó durante la mayor parte de su carrera. Su vida política la inició en el PRD y perredista seguirá siendo, a pesar de la traición de su cúpula y compañeros. Tal vez sea uno de los principales motivos de la saña con la que se conducen las autoridades contra su persona.
Las acusaciones contra el ex secretario de gobierno no pueden entenderse sin la complicidad del gobierno federal, estatal, el PRD estatal, nacional jueces y fiscales. La mano que mueve la cuna está en la oficina de la secretaría de gobierno del estado donde se marca el destino de Veracruz.
Evodio Velázquez Aguirre, dirigente nacional del Movimiento Independiente Progresista, asegura que Franco Castán es un preso político y siempre “defenderá las injusticias y las causas justas del pueblo de México, por lo que exigimos su libertad inmediata”.
La sentencia del mes de abril dejó sin efectos la vinculación a proceso, pero ahora se añade el delito de peculado equiparado en agravio de la Secretaría de Gobierno del estado de Veracruz en agravio de la Secretaría de Gobierno del Estado de Veracruz, dentro del proceso penal 312/2021.
Franco lleva preso sin juicio más de año y medio, con un abogado defensor que actuó peor que si fuera fiscal, con un sistema político lleno de traiciones, sin más protección que la que puede ofrecerse a sí misma y sin confiar en nadie, porque fueron los miembros de su propio partido quienes evitaron que saliera de prisión.
Se trata de un preso cuyos delitos fueron fabricados desde los escritorios de los políticos de más de un nivel de gobierno. Su proceso estará sujeto a las pruebas que presente una fiscalía que forma parte del mismo contubernio donde desde los policías hasta los jueces están involucrados por órdenes superiores que no sólo se ubican en Xalapa sino de la capital del país.