Los conservadores quieren sangre y desafían al estado
Por José Lima Cobos
La mano dura del Estado debe volver, postulan los que han hecho de este país un cementerio nacional, creen que, porque se persignan y comulgan todos los días, su Dios, al que le sirven no les aplicará ningún castigo severo cuando se les llegue el día, así que su política no la varían y no la van a variar y a cambiar de ningún modo, pues están habituados a vivir en la opulencia que da la corrupción que proviene de los gobiernos corruptos que se niegan a morir y al ver la amenaza de una transformación profunda, aparecen junto a los obispos de Chihuahua o Aguascalientes que cobijados en la estola llena de sangre o de la pedofilia, lucen de manera ofensiva y majadera que no existe un Estado laico si no, más bien un régimen de contubernios y simulaciones.
Bien se definía Francisco Villa —cuando le llevaban a un religioso que se oponía a que los niños fueran a las escuelas que creó en Chihuahua—, mátenlo y luego averiguamos. Eso ya no existe en Chihuahua y ni tampoco en Aguascalientes, porque existe un orden jurídico constitucional que obliga al Estado Mexicano, encabezado por su Presidente de la República en turno, la obligación indeclinable de otorgar la educación laica y gratuita a todos por igual, sin embargo, bajo el amparo de una controversia constitucional y la aviesa conducta del Luis María Aguilar Morales, viola el Artículo 3 constitucional –en apoyo al interés superior de los niños y adolescentes– al otorgar una suspensión provisional para que se bloque la entrega de los libros gratuitos.
EL APOYO DE LA SCJN
Esa actitud del Luis María Aguilar Moralescae de manera contundente en lo que establece el Artículo 109 constitucional, “que se le apliquen sanciones al afectar la legalidad, honradez, lealtad, imparcialidad y eficiencia que debe observar en el desempeño de sus empleos, cargos o comisiones y aplicar las sanciones de amonestación, suspensión, destitución e inhabilitación, así como las sanciones económicas” y no permitir jamás, que nadie violente la Constitución porque la tolerancia del Estado lleva a su ineficiencia social, hay que observar que a la prudencia se conoce de otra forma que por respeto al lenguaje de la señora X, se escribió.
Es correcto que se ataque jurídicamente la decisión que adoptó dicho ministro de la Corte y se que sea el pleno de ese poder el que resuelva la controversia, sin embargo, para cumplir con lo que establece el Artículo 1º de la constitución que precisa “ todas las autoridades en el ámbito de sus competencias, tienen la obligación de promover, respetar, proteger y garantizar los derechos humanos de conformidad con los principios de universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad en consecuencia, el Estado deberá prevenir, investigar, sancionar y reparar las violaciones las violaciones a los derechos humanos” en síntesis con independencia lo que se resuelva amerita el castigo que exige para quien, atente contra la ley que regula y norma las relaciones en la vida del país.
Si se ha denunciado de manera reiterada por el propio Presidente de la República que ese poder judicial está podrido y corrompido en aras de una mal entendida independencia y autonomía para dictar resoluciones, las mismas, por tener el imperativo que involucra, trae consigo responsabilidad para quien emite que la acción tiene que ejercitarse, porque ningún sentido tiene que exista el agravio o delito y que este quede impune porque el sistema acusatorio y oral no se exige la acreditación del cuerpo del delito y su probable responsabilidad, sino que solo es necesario identificar que se ha cometido un hecho determinado en la ley como delito y exista la probabilidad de que, como en el caso, el ministro Luis María Aguilar Morales, lo cometió o participó y en el caso ha estudio, es elocuente su conducta irregular, lleva consigo la sanción prevista en el ordenamiento jurídico del que el ministro debe tener conocimiento, lo que es más grave.
Es tan grave la actitud de la concesión de esta suspensión a raja tabla o por perversidad de dicho servidor público, que ya la clerecía tiene bandera para emprender el camino que conduce a alertar a los enemigos del país, mediante el manejo de las conciencias, lo que ya está previsto que se vive un Estado democrático, de derecho laico y las gobernadores, de esos dos estados, se han involucrado de manera tal que no se puede tolerar y queden impunes, ya no más silencio ni tolerancia, a fondo en el combate a la corrupción.
A ojos vistos , quieren lo adversarios se cambie la estrategia en materia de seguridad, —balazos y no abrazos— en tanto el gobierno apuesta afrontar las causas, que es lo que alimenta la violencia, los murciélagos del sistema, ávidos de mas sangre, apuestan a que el país se siga ensangrentando y que la voluntad de Dios se siga haciendo en los bueyes de mi compadre, en tanto ya medraron desde el gobierno —Paredes, Creel, Xóchilt—, como es el caso de los aspirantes de la oposición que postulan la criminalidad por encima de todo.
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