COLUMNISTAS

La crisis del agua en los tiempos de la 4T

Por Ricardo Homs

Para todos es sabido que la crisis del agua es un fenómeno mundial derivado del “cambio climático”.

Desde diciembre del 2020 en Wall Street se empezó a cotizar el valor de los futuros del agua en California, USA.

Nasdaq, -que es la segunda bolsa  de valores electrónica automatizada más grande de Estados Unidos lanzó en 2018 el NQH20, que es el primer índice del valor económico del agua como un producto cotizable en bolsa, lo cual nos da una idea del valor futuro de este valioso líquido.

Sin embargo, por la forma en que se afronta este problema en cada país se minimizan o agravan sus efectos sobre la disponibilidad de este líquido entre la población y de eso sí es responsable el gobierno en turno.

Hoy que la candidata Sheinbaum se ostenta en campaña como “ecologista”, -porque indiscutiblemente tiene los conocimientos y el respaldo académico-, conviene analizar este problema que año con año se agrava.

En la prestigiada publicación académica Gaceta de la UNAM se dió a conocer un reportaje que se hizo público el 29 de octubre de 2018, donde se dice que en esta metrópoli se pierden 21 mil litros por segundo de cada 63 mil que llegan a la Ciudad de México, por falta de mantenimiento a los equipos e infraestructura defectuosa.

En ese reportaje se hablaba de la urgencia de dar servicios de mantenimiento al sistema de almacenamiento y conducciones, plantas de bombeo, instalaciones eléctricas y plantas potabilizadoras.

Evidentemente este era un riesgo al inicio del gobierno de la Dra. Sheinbaum como jefa de gobierno de la Ciudad e México en 2018 y su experiencia y conocimiento del tema podrían haber generado un gran proyecto, pues estas alertas exigían una respuesta rápida para atender este grave riesgo, con mantenimiento e inversión económica para minimizar su impacto.

Sin embargo, la política económica del gobierno de la 4T fue quitar dinero a programas prioritarios como éste para dárselo a las obras capricho del presidente López Obrador, quien lo ha gastado de forma dispendiosa y opaca en el tren Maya, el AIFA, Dos Bocas y en pagar las demandas derivadas de la cancelación del aeropuerto de Texcoco, que dejó avanzado el gobierno del presidente Peña Nieto.

El envejecimiento de la infraestructura hidráulica ha sido evidente y los problemas hoy son más graves aún que en 2018, cuando ella tomó posesión como responsable de la Ciudad de México.

En un reportaje del sistema de noticias N Más del dos de febrero de este año se refiere a una investigación de la UNAM donde se alerta de que cada vez está más cerca “Día 0”, que será cuando se acabe el suministro de agua para el Valle de México.

 Y ésto, según la UNAM podría suceder en el año 2028.

De los 150 litros de agua que en promedio consume diariamente cada habitante de la Ciudad de México, sólo el 20% se utiliza para beber, bañarse, funciones de higiene y el 80% restante se desperdicia y va directamente al drenaje, pudiendo ser reutilizada.

Llevamos casi seis años perdidos a partir de aquella llamada de alerta publicada en Gaceta UNAM en 2018 y la hoy candidata “ambientalista” no hizo nada para resolver el problema.

Hoy de los tres candidatos a la jefatura de la Ciudad de México sólo Salomón Chertorivski, -de Movimiento Ciudadano-, es el único que trae como prioridad atacar este problema.

Además. Los problemas vienen enlazados y la inseguridad que se heredará por la indiferencia del presidente López Obrador frente al crimen organizado, -al cual ha apapachado durante poco más de sus cinco años de gobierno-, no tardará descubrir otra oportunidad de negocio y entonces tomará el control de las pipas que hoy surten de agua, -como paliativo-, a las colonias y ciudades donde la insuficiencia de agua se vuelve crítica.

Si este gobierno no ha podido erradicar el huachicol de gasolina, seguramente quedará impávido cuando esas bandas empiecen a tomar control de mantos acuíferos y convertirse en los distribuidores de este vital líquido, operando desde pozos clandestinos.

No será raro que este verano veamos que el precio del agua se incrementa por el sobrecosto del derecho de piso a las pipas que hoy distribuyen e incluso, impongan el precio de venta al público, como lo han hecho con el pollo en Michoacán y municipios colindantes con este estado.

Ya lo ha dicho la candidata Sheinbaum… no utilizará mano firme en contra de la delincuencia organizada y por tanto, el precio del agua correría el riesgo de irse por las nubes si ella gana la presidencia.

¿A usted que le parece?

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