COLUMNISTAS

Acoso a Guanajuato

Por Ricardo Homs

El presidente López Obrador y su partido MORENA están capitalizando el asesinato de la candidata morenista a la alcaldía de Celaya, Gisela Gaytán.

El presidente reiteradamente habla de la violencia criminal en Guanajuato y distrae la atención sobre la violencia en Guerrero, Michoacán, Colima, algunas zonas del Estado de México, Chiapas y otros estados gobernados por MORENA

Sin embargo, en el ranking mundial del año 2023, -está asentado que de las 50 ciudades más violentas del mundo-, 16 son mexicanas. La ciudad de Colima es la ciudad más violenta del mundo, con una tasa de 140.32 homicidios por cada 100 mil habitantes. La segunda ciudad más violenta el mundo también es mexicana y ese lugar lo ocupa Ciudad Obregón, Sonora, con 117.83. Después siguen Zamora, Michoacán; Manzanillo, Colima; Tijuana, Baja California; Zacatecas, Zacatecas y  Ciudad Juárez, Chihuahua.

La violencia no se mide en números absolutos, porque entonces los más poblados arrojarían los números mayores. Por eso existe este índice mundialmente aceptado.

Sin embargo, hay una campaña desde la 4T en contra de este estado, -Guanajuato-, que si bien últimamente ha estado asolado por la delincuencia en varias de sus ciudades, el presidente lo ha estado magnificando en sus “mañaneras”.

El acoso en contra de Guanajuato se debe a que está gobernado por la oposición a través de un mandatario panista y este estado se encuentra actualmente en campaña electoral para la renovación de la gubernatura.

El reto que pretende el presidente es convencer a los electores guanajuatenses que su estado está viviendo una crisis de inseguridad y necesitan darle la oportunidad a Morena para resolverla.

Lamentablemente el insensible candidato morenista al senado, -Ricardo Sheffield-, ha estado capitalizando la trágica muerte de la candidata a la alcaldía de Celaya, Gisela Gaytán para hacer campaña a favor de su candidatura y de MORENA en lo general.

El asesinato de la candidata Gaytán cayó inexplicablemente como “anillo al dedo” para culpar al gobierno de Diego Sinhué Rodríguez de incapacidad para gobernar y brindar seguridad a los guanajuatenses.

Sin embargo, lo más reprobable es que el gobierno federal, -para ridiculizar al gobierno panista-, haya abandonado a Guanajuato, dejándolo a merced de la delincuencia, sin darle la atención que sí le da a otros estados gobernados por MORENA.

La superficialidad con que el Gobierno de la 4T  juega con circunstancias de las que depende la vida o la muerte de los ciudadanos, exhibe que todo tiene sustento en razones políticas y electorales.

La forma en que se ha descobijado las necesidades de los ciudadanos simplemente por ahorrarse dinero de programas básicos como salud, seguridad y educación define bien las verdaderas prioridades.

Cuesta trabajo creer que las instituciones del Estado Mexicano que tienen capacidad de respuesta frente a la delincuencia organizada, como son las Fuerzas Armadas y la Guardia Nacional, que poseen superioridad numérica, experiencia y conocimientos militares, armamento y sobre todo sistemas de inteligencia, sean incapaces de pacificar al país y evitar la violencia desmedida que consume varias regiones de México, que hoy están gobernadas totalmente por el crimen organizado.

La única posibilidad es que por alguna extraña razón no haya voluntad política en Palacio Nacional para hacerlo.

El abandono de Guanajuato, -para dejarlo sumirse en una crisis de violencia criminal, aún y con el alto costo en vidas humanas que esto significa-, muestra la perversidad de los intereses políticos, que hoy están por encima del más elemental sentido humanitario, que debiera ser la protección de la vida humana y de la integridad física y patrimonial de los mexicanos.

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