¡Lo mejor de lo peor!
Por Alberto Woolrich Ortíz
Ahora más que nunca, se requiere efectuar un análisis a profundidad con el objeto de saber por quién se debe de votar en las próximas elecciones. Según la función que prometen cumplir las dos mujeres contendientes, en uno u otro sentido, los votantes debemos estar conscientes de la confronta de ideologías de ambas, cuyo efecto en una es mantener el poder de la Cuarta Transformación de la Nación y la otra es oponerse radicalmente a ello.
La primera se encuentra acorde a la defensa de pensamientos e ideologías contrarias al espíritu de nuestra Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Puede hablarse por ser la verdad, de dar continuidad a una ideología propia de un partido inmerso en la ineficacia y corrupción, el cual desea mantener la posición del poder que el sufragio de antaño le obsequio, se trata de mantener una ideología de Estado inaplicable para nuestra Nación. De cualquier modo, esa izquierda sólo sirve para reproducir una estructura que hará fracasar a nuestro México.
En el caso de la otra contendiente, la cual ha hecho coalición con otros partidos políticos muy proclives a la corrupción, los cuales luchan nuevamente por recuperar el poder perdido o, al menos, por ganar espacios en él, su ideología mantiene una función contraria a esa izquierda de dominio. Esa ideología pretende romper el desorden creado por Andrés Manuel López Obrador, ya sea en su totalidad o en parte. Esa manera de pensar de la referida coalición, resulta ser una utopía. Solo basta recordar que el agua y el aceite no se mezclan.
Ambas adversarias olvidan algo primordial: sostener y defender una ideología constitucionalista y de verdadero amor por México. Nuestro sagrado suelo requiere un poder político que se enfrente a la corrupción derivada de la narco-política y ninguna de las dos beligerantes se refiere a ello. no aman a nuestra Patria.
Los Estados Unidos Mexicanos requieren la aplicación de la ley, de manera que se justifique una función contraria a la que prometen ambas.
En conclusión, se tendrá que meditar el voto para seleccionar lo mejor de lo peor.
Es cuánto.