ESCENARIOS
SER JOVEN Y NO SER REVOLUCIONARIO, ES UNA CONTRADICCIÓN
(Primera parte)
Por Francisco Blanco Calderón
La juventud no solo es una etapa en la vida, es sobre todo, una construcción cultural y política que durante el siglo XX unió el concepto de «juventud» con el de «estudiante» y de éstos con el cambio social y político. Esta idea, resumida en la máxima «Ser joven y no ser revolucionario es una contradicción hasta biológica» dicha por Salvador Allende en la ciudad de Guadalajara en 1972.
Movilizaciones masivas de jóvenes en todo el mundo, lo constatan: La Revolución Cubana, La guerra contra Vietnam, el movimiento estudiantil de 1968, la primavera árabe, las masacres en Irak, el golpismo militar sudamericano, han movilizado a miles de miles de jóvenes, no solo estudiantes, sino también obreros, campesinos, así como ninis neoliberales: sin escuela ni trabajo.
En las últimas décadas, las casas de estudio han sido el epicentro de muchas protestas y debates políticos. Entre quienes saben de la situación que se está viviendo hoy, que se recuerda cada vez más, al caso que ocurrió a mediados de la década de los 60, cuando las manifestaciones estudiantiles también acapararon la escena pública internacional. En aquella época, las graves atrocidades sufridas al pueblo vietnamita, al pueblo árabe y latinoamericano la opinión pública en los jóvenes comenzó a horrorizarse. Imágenes brutales conmocionaron a los ciudadanos y desmontaron gradualmente el argumento oficial de que se estaba librando una guerra por la democracia, pero, en realidad, en contra de ella.
Las manifestaciones en unas 40 universidades han derivado choques con la Policía y detenciones masivas. Las universidades están contratando más elementos de seguridad, revisan a los asistentes en los lugares de los eventos y enfatizan que no tolerarán interrupciones por parte de manifestantes pro-palestinos. Hasta ahora se han detenido, por las fuerzas públicas cerca de 2,200 entre estudiantes y académicos, según AP.
Las universidades de Estados Unidos han vuelto a ser el mejor reflejo de la tensión con la masacre en Gaza que apoya ese país. Con pancartas con consignas como «Palestina libre» o «Detengan el genocidio», centenares de estudiantes también reclaman en contra de lo que consideran la complicidad de Estados Unidos con su tradicional aliado y llaman a boicotear a aquellos que se benefician de esta relación. Algunas de las protestas más grandes están ocurriendo en prestigiosos centros de estudio, como la Universidad de Columbia -donde la policía decidió desalojar a los estudiantes-, la de California, la de Texas y la de Harvard, entre otras.
Tras la redada policial en la Universidad de Columbia hace dos semanas, las protestas se encendieron con fuerza en diversas casas de estudio en Estados Unidos. Y hoy el movimiento es masivo, como en la Universidad de Texas en Austin, donde la policía detuvo a cientos de estudiantes que ocupaban el césped del campus. La policía también se enfrentó a manifestantes en el Emerson College de Boston, en la Universidad George Washington en Washington, en la Universidad de Nueva York, y en la Universidad del Sur de California (USC).
En algunos casos, como en la UCLA (Universidad de California en Los Ángeles), se han producido choques que también están exigiendo que sus centros de estudio se deshagan de sus vínculos económicos con Israel, vendiendo las acciones que puedan tener en empresas israelíes y abandonando cualquier relación financiera con este país. Las universidades dependen de donaciones para financiar aspectos clave de su funcionamiento como investigación y becas, y esas donaciones generalmente se invierten en empresas y activos alternativos, casi todas las protestas han pedido a las universidades que desinviertan. La desinversión puede no ser tan sencilla para muchas instituciones académicas. Aunque existen algunos precedentes históricos de desinversión, hasta ahora las universidades se han negado a ceder. «Divulguen, desinviertan, no pararemos, no descansaremos», han coreado los manifestantes en Columbia y en universidades de toda la unión americana.
Universidades públicas, pioneras en 1968, como el caso de Francia, donde las protestas por Palestina como la prestigiosa universidad de élite Sciences Po Paris. Los estudiantes pro-palestinos buscan propagar sus protestas, pero enfrentan la rápida reacción de las autoridades que quieren evitar una situación tensa. Los agentes han evacuado universidades en Lyon y Saint-Etienne, en el este de Francia. En el caso de México, los estudiantes mexicanos han instalado un campamento en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Los manifestantes reclaman además que el Gobierno mexicano rompa relaciones diplomáticas y comerciales con Israel y que la propia UNAM detenga cualquier tipo de colaboración con instituciones de ese país.
Fabricio Mejía Madrid en “Esa Luz que nos Deslumbra” escribe: “Cuando un niño pasa por la escuela primaria, se le obligaba a memorizar que nuestro país se regía por un sistema democrático. Que nuestro pueblo un día ya no pudo soportar más y se lanzó a las armas consumando nuestra gloriosa revolución. Se le enseña que tenemos una Constitución. Se le enseña que el gobierno es del pueblo, por el pueblo y para el pueblo…. Pues verán, ahora ese niño es un hombre y casi un profesionista al que ya esas cosas no le pueden enseñar esas cosas…Ese niño es el estudiante que tú, granadero golpeaste. Es el niño que tú, soldado mataste. Ahora es el estudiante que reclama justicia porque ya no quiere que a los niños se les vuelva a obligar a memorizar mentiras.”
La segunda parte, será sobre México y los partidos, rumbo al 2 de junio. “Que será…será” cantaba Doris Day, junto a James Stewart, en película Alfred Hitchcock.