María Amparo violenta el derecho
La conclusión de este caso demostrará que el tiempo de los privilegios terminó o continúa
Por Ángel Álvaro Peña
El delito se cometió hace 20 años, en 2004. El gobierno de Vicente Fox, irrumpía en la vieja costumbre de partido único en el poder y la transición provocaba esperanzas hasta en los más incrédulos. En ese escenario la coordinadora de asesores, María Amparo Casar, del secretario de Gobernación, Santiago Creel Miranda, se divorcia de Carlos Márquez Padilla, de 54 años, quien fungía como coordinador de asesores de la dirección corporativa de Administración de Petróleos Mexicanos.
A las cuatro semanas del divorcio Márquez Padilla de Casar, muere en las instalaciones de Pemex, al caer del piso 12 del edificio «A» del Centro Administrativo de Pemex». Su jefe inmediato era su íntimo amigo el director corporativo de Administración, Octavio Aguilar Valenzuela, hermano del actual vocero de la Presidencia, Rubén Aguilar.
La viuda inició de inmediato el trámite para el pago de la pensión correspondiente, y antes de que los peritos determinaran que la muerte se debió a un suicidio, la señora ya estaba cobrando la pensión. Es decir, en menos de un mes de fallecido ya recibía su dinero, que a lo largo de 20 años sumó más de 31 millones de pesos a finales de octubre, el incidente fue el 7 de octubre. En Pemex hay familias de trabajadores que llevan años esperando su pensión desde hace más de 20 años.
Cabe decir que el cuerpo permaneció tres horas en la explanada del edificio «A» y «B» de Pemex, bajo resguardo del MP y peritos de la dependencia y personal médico de esa dependencia El fuerte dispositivo de seguridad impidió el acceso a la prensa. La fuerza política de la esperanza con la presencia de Fox en la Presidencia de la República imponía respeto, en aquel entonces. Fox fue electo con el 42 por ciento de la votación, seguido del 36.89 de su más cercano seguidor, el candidato del PRI, Francisco Labastida Ochoa.
Ya para entonces había tres motivos para que no recibiera la pensión la funcionaria pública, el primero que estaban divorciado, el segundo que todavía no tenía la antigüedad suficiente para recibir sus derechos plenos; el otro, el perito todavía no dictaminaba, y Pemex en colusión con María Amparo dieron por un hecho un accidente de trabajo y no un suicidio.
El entonces procurador de Justiciad de la ciudad de México, Bernardo Bátiz, informó acerca del fallo de sus peritos diciendo que se trataba de un suicidio, de tal manera que en ese mismo momento debieron detenerse la pensión, y todo lo que le habían otorgado, debía regresarlo. No sucedió así, al contrario, a pesar de que el dictamen era contrario a la aprobación de la entrega del dinero así se realizó por casi 20 años, incluyendo aguinaldos y todas las prestaciones adicionales de un accidente de trabajo.
Ahora se le suspendió por el momento, al ver que no era justo ni legal que la siguiera obteniendo y condenada a regresar el momento total de dicho atraco.
Una de las claves que determinaría la fidelidad de la versión del suicidio es la conformación de la oficina desde donde saltó el implicado. Hay cierta dificultad para llegar al lugar de lanzamiento. Pero no ha habido fuerza humana que reproduzca una foto de dicha oficina. Con eso se aclararían muchas de las dudas que, a pesar de todo, existen entre los defensores de María Amparo Casar, quien desde hace años encabeza una de las fundaciones más golpistas de la 4T, llamada Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad.
Dicha fundación cuenta con un área de información que supuestamente investiga, a través de la cual se ha mantenido un sistemático golpeteo contra el actual gobierno, a pesar de que la gran mayoría de sus “reportajes” contra el gobierno, han sido desmentidos públicamente.
Pero esta no es la única desgracia de esta fundación, propiedad del patrocinador de la alianza opositora, el magnate, Claudio X. González sino que recibe dinero de una asociación estadounidense dedicada a llevar a cabo golpes de estado en todo el mundo, principalmente en América Latina.
La asociación que sostiene Mexicanos Contra la Corrupción se llama USAID, la cual fue fundada en 1960. De los 58 mil 500 millones de dólares lo que espera ejercer el Departamento de Estado y USAID, la asociación que dirige Amparo Casar, ha recibido hasta 2021 más de 25 millones de pesos a la organización dirigida por el multimillonario Claudio X. González.
Su tarea radica, supuestamente, en fortalecer la alianza estratégica entre Estados Unidos y México, sin embargo, por el financiamiento que ha entregado a la organización Mexicanos Contra la Corrupción, la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) ha causado molestia al gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien acusa que con dinero estadounidense se está financiando a un grupo político opositor que ataca a su gobierno.
Por lo menos una decena de países ha sido afectada en sus decisiones democráticas a partir de la intervención de la USAID, entre ellos Cuba, Nicaragua, Venezuela, República Dominicana. Perú, Brasil, Chile, Argentina, El Salvador, Guatemala, entre otros. Su labor consiste en apoyar grupos violentos, de extrema derecha, y medios de comunicación para que publiquen noticias falsas que pudieran facilitar el Golpe de estado, como lo hiciera en varios países del subcontinente.
La animadversión de los Mexicanos Contra la Corrupción que encabeza María Amparo Casar no es gratuita. La mayoría de los mexicanos es respetuosa de las decisiones que toman la mayoría en las urnas y dirigir una asociación como esta coloca a sus directivos, incluso a sus empleados como personas que no son lo suficientemente patriotas como para ser confiables políticamente. Mexicanos Contra la Corrupción tiene, además de la USAID, 1,050 donantes con estos fines.
Regresando al caso de Amparo Casar, el viernes 10 de mayo, un juez federal ordenó a Pemex reintegrar el pago de pensión post-mortem a María Amparo Casar Pérez, luego de que la paraestatal decidiera cancelar el beneficio económico a la presidenta de Mexicanos Contra la Corrupción.
Ricardo Guzmán Wolffer, juez sexto de distrito en materia de trabajo en la Ciudad de México, dio un plazo de 24 horas a la paraestatal para reactivar el pago de pensión, luego de que cediera una suspensión de plano en el amparo. El juez consideró que Casar de la reintegración de la pensión; “a menos que exista ordenamiento firma jurisdiccional o administrativo”.
Una carta firmada por personas ligadas a la fundación y al INE no condena el robo de Casar a los mexicanos sino el hecho de que hayan sido exhibidos todos los detalles de la investigación. Los firmantes aseguran que la señora no es funcionaria pública y que sus hijos no deberían ser exhibidos. Los expertos en democracia y leyes, se olvidan que, en el momento de perpetrar el delito, María Amparo Casar era funcionaria pública, que la víctima es Pemex, una empresa de los mexicanos, y es dinero público con el que ella se realizó cirugías pláticas estéticas y el pago de las colegiaturas de sus hijos en el ITAM.
Es decir, si sus hijos no son funcionarios públicos son cómplices del gasto de un dinero obtenido ilegalmente, es por ello que son exhibidos públicamente.
El proceso está prácticamente suspendido. La orden del juez, que no tiene buena fama, suspende los pagos mientras el juicio no se concluya.
Pemex paga actualmente más de 25 mil pensiones post mortem, a esposas e hijos de trabajadores ya fallecidos. De este total, revelan datos oficiales, un reducido grupo de alrededor de 60 familias obtienen pagos privilegiados que superan 120 mil pesos mensuales.
Esta querella tiene tiempo de caducidad, será el último día del sexenio para dejar en claro la vigencia de los privilegios o su cancelación definitiva.
En el fondo la lucha es en favor de la permanencia de privilegiados que tienen como apariencia la alianza de oposición que financió Claudio X. González, al unir tres partidos aparentemente irreconciliables: PRI, PAN y PRD. Pugna que se reflejará en las urnas para que los mexicanos expresen su voluntad. Gane Casar o pierda su jubilación mal habida, este caso sirvió para desenmascarar a muchos que con una falsa dignidad de oveja trataron inútilmente de esconder su nostálgica avaricia.