Abinader logra reelección en comicios presidenciales de Dominicana
El presidente de República Dominicana, Luis Abinader, ha ganado este domingo las elecciones presidenciales del país al obtener el 58,87 por ciento de los votos, con una diferencia de más de 30 puntos respecto de su siguiente rival, según resultados parciales.
En segundo lugar, con un 27,25 por ciento de las papeletas se encuentra el candidato del progresista Partido Fuerza del Pueblo (FP) Leonel Fernández, quien ya ocupó la Presidencia dominicana entre 1996 y 2000, y más tarde desde el año 2004 hasta 2012.
El candidato del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) Abel Martínez se encuentra en tercer lugar con un 10,60 por ciento de los votos. El resto de candidatos que se han presentado a los comicios no han logrado superar el 2 por ciento de los apoyos, según los datos proporcionados por la Junta Central Electoral (JCE) dominicana.
Tanto Fernández como Martínez han llamado al presidente electo para felicitarle y «reconocer» su triunfo en las elecciones. «Agradezco este gesto de respeto y compromiso con la democracia. Juntos, seguiremos trabajando por el progreso y el bienestar de todos los dominicanos», ha señalado Abinader a través de su perfil en la red social X.
«Asumo la confianza»
Tras imponerse como vencedor, Abinader ha asegurado a la población que no les fallará: «Asumo la confianza que he recibido y la obligación de no defraudarla. ¡No les fallaré! Y por encima de cualquier sentimiento partidista está mi lealtad y orgullo, y mi compromiso es con el pueblo dominicano», ha manifestado.
En este sentido, ha aseverado que será «el presidente de todos los dominicanos y dominicanas, sin división, sin sectarismo y sin colores partidarios», abogando por «trabajar con todos y para todos». «Gracias de corazón, el civismo y la participación de cada uno de ustedes han sido fundamentales para fortalecer nuestras instituciones y dar una vez más la imagen de un país ejemplar con profundas convicciones democráticas», ha declarado.
Abinader, que estará en el cargo hasta 2028, ha celebrado su victoria, subrayando que en esta ocasión ha obtenido un mejor resultado que el logrado en 2020, «con más apoyo popular y con más votos», de forma que los dominicanos han «aprobado el esfuerzo» que ha realizado hasta ahora su administración. «El mensaje de las urnas es claro. Los cambios que hemos hecho van a ser irreversibles. No hay vuelta atrás. República Dominicana ha cambiado y ha cambiado para siempre», ha sostenido.
Asimismo, ha asegurado que este será su último mandato al frente del país, puesto que ha anunciado que promoverá una reforma constitucional «que evite que la continuidad en el poder dependa del capricho personal del presidente de turno». «Esta victoria electoral, en mi caso, es la última porque respetaré los límites en la Constitución en los términos de la reelección. No volveré a ser candidato, es mi palabra, es mi compromiso y será parte de mi legado», ha sentenciado.
Además de escoger a quien será su presidente durante los próximos cuatro años, los 8,1 millones de dominicanos llamados a las urnas deberán elegir a los 32 senadores y 190 diputados que conforman el Congreso de la República. República Dominicana también renovará sus 20 representantes en el Parlamento Centroamericano (Parlacen).
La campaña electoral ha estado marcada por la situación en Haití, país con el que República Dominicana comparte casi 400 kilómetros de frontera y que se encuentra inmerso un panorama de inestabilidad desde hace años.
La crisis social, política y económica de Haití, que además en los últimos años ha sufrido varios desastres naturales, ha provocado que la población haitiana trate de cruzar la frontera hacia República Dominicana en busca de mejores oportunidades. El Gobierno dominicano confirmó en 2023 la deportación de más de 250 mil haitianos.
Sumado a todo esto, República Dominicana y Haití protagonizan desde septiembre del año pasado una disputa en torno al río Masacre, que delimita parte de la frontera común. Las autoridades de Puerto Príncipe pusieron en marcha el desvío de parte del caudal del río, provocando malestar en Santo Domingo.