ECONOMÍA

Auditores británicos no advirtieron de tres cuartas partes de las quiebras: estudio

El sector británico de la auditoría no emitió advertencias sobre tres cuartas partes de las quiebras de empresas británicas que cotizaron en bolsa durante la última década, según un estudio publicado, en el que se denuncian conflictos de intereses y una regulación deficiente.

El veredicto de Audio Reform Lab, grupo de reflexión con sede en la Universidad de Sheffield, llegó en un momento en que la reforma del sector emprendida por el gobierno británico parece haberse estancado.

Audio Reform Lab reveló que los auditores no dieron la voz de alarma antes de 75% de las 250 mayores quiebras del país entre el 2010 y el 2022.

Según el análisis, las cuatro mayores empresas de contabilidad del país –Deloitte, EY, KPMG y PwC– se hicieron con 96% de los honorarios de auditoría de las 350 mayores empresas cotizadas del Reino Unido en el 2022.

El estudio añade que las llamadas Big Four ofrecieron paquetes salariales “récord” a sus socios.

El salario medio de los socios aumentó 31%, hasta 872,500 libras, entre el 2020 y 2022, mientras que el salario medio de los socios de Deloitte superó el millón de libras, según el estudio.

“El sector británico de la auditoría está plagado de normas deficientes, un regulador desdentado, conflictos de intereses y sanciones débiles por malas prácticas”, afirmó el profesor Adam Leaver, director del Audio Reform Lab y autor del informe.

“Los auditores no demuestran independencia de criterio ni escepticismo profesional, dos características innegociables de su trabajo. Hace tiempo que se prometió una reforma y hace tiempo que debería haberse hecho”.

El informe añadía que, entre el 2015 y el 2022, las Big Four se enfrentaban a multas (por un total medio de 0.16% de los ingresos y 0.85% de las ganancias) por mala praxis que eran “demasiado pequeñas para afectar materialmente a la remuneración de los socios o cambiar su comportamiento”.

El sector de la auditoría en Reino Unido se enfrentó a protestas por no haber identificado o evitado grandes quiebras que provocaron pérdidas masivas de empleos, como las de la cadena minorista BHS en el 2016, la constructora Carillion en el 2018 y el operador turístico Thomas Cook en el 2019.

El gobierno británico publicó en el 2021 una serie de propuestas para reorganizar el sector de la auditoría y restablecer la confianza. Sin embargo, esos planes se diluyeron en el 2022 y parecen haberse pospuesto indefinidamente.

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