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Sequía extrema impacta economía de la Ciudad de México

Especialistas señalan la necesidad urgente de inversiones en infraestructura y tecnología para asegurar un suministro sostenible.

La Ciudad de México lleva más de 16 meses ininterrumpidos con 100% de su territorio afectado con algún grado de sequía, de acuerdo con el Monitor de Sequía en México (MSM) de la Comisión Nacional del Agua (Conagua); el histórico de reportes, al corte del 15 de mayo del 2024, muestra que es la entidad que más tiempo ha permanecido con esta problemática.

La capital inició el 2023 con todo su territorio en la categoría de anormalmente seco (D0), subiendo dos niveles en la categoría de sequía con 100% de su área en sequía severa (D2).

El Sistema Cutzamala aporta cerca de 30% del agua potable de la ciudad, “la sequía prolongada ha disminuido significativamente los niveles de las presas del Cutzamala, poniendo en riesgo su capacidad para satisfacer la demanda creciente”, señaló Sergio Rezendez, director de la firma Colliers Monterrey.

Encarecimiento
Los bajos niveles de agua tienen implicaciones en los costos de distribución, desde el proceso de potabilización hasta la llegada a los hogares. “Cuando los niveles de agua son bajos, la concentración de sedimentos y contaminantes aumenta, lo que hace más difícil y costoso limpiar el agua para su consumo”.

Eventualmente, los sedimentos se acumulan en las tuberías y para evitar que la infraestructura se dañe es necesario que haya mantenimiento constante, que se traduce en costos adicionales y cortes en el suministro.

El bombeo de agua es otro aspecto crucial. El Sistema Cutzamala requiere una cantidad considerable de energía para transportar agua desde el Estado de México y Michoacán hasta la capital.

Este sistema, que recorre más de 127 kilómetros, incluye una red de presas, canales, plantas de bombeo y plantas potabilizadoras. “El costo energético del bombeo es elevado, ya que el agua debe ser elevada más de 1,100 metros desde su origen hasta los tanques de almacenamiento en la Ciudad de México”, explicó el experto.

Este proceso consume una cantidad sustancial de electricidad, lo que incrementa los costos operativos del sistema de abastecimiento.

“El precio del agua en la Ciudad de México no sólo refleja los costos de extracción y bombeo, sino también los gastos necesarios para mantener y reparar una infraestructura obsoleta y para desarrollar nuevas fuentes de abastecimiento”, afirmó Rezendez.

Para el analista económico Kristobal Melendez, la escasez de agua “la hace más cara y por ende influye en mayores niveles de inflación de la capital”, ya que es un recurso necesario para todos los sectores económicos. El especialista de Colliers advirtió que de seguir este modelo, el agua será cada vez será más costosa para ciudadanos y gobierno.

Consecuencias
La Ciudad de México usa 93% de su agua en uso urbano, público y doméstico, indica BBVA Research. La escasez es un problema que está afectando directamente a la población.

El mayor problema, señaló Resendez, está en los servicios básicos como los hospitales y los hogares, pues al bajar la calidad del agua o empezar con los tandeos se puede dar origen a una mayor manifestación de enfermedades, impactando directamente a la salud pública.

Asimismo, el sector de servicios, incluyendo restaurantes y edificios comerciales y residenciales, enfrenta un aumento en los costos de operación y mantenimiento debido a la necesidad de bombear agua o compararla en pipas, añadió.

La crisis hídrica podría influir en la decisión de empresas de establecerse o mantenerse en la Ciudad de México.

Aunque la ciudad es un importante centro de negocios, las dificultades relacionadas con el suministro de agua pueden afectar la atracción de inversiones. Las empresas esperan que la situación mejore con la llegada de lluvias, pero la prolongada sequía y los altos costos asociados podrían llevar a reconsiderar la ubicación de sus operaciones.

Desafíos
La infraestructura de distribución del agua enfrenta serios desafíos debido a su antigüedad y deterioro. Las tuberías y sistemas de conducción están propensos a fugas, resultando en una pérdida significativa de agua antes de llegar a los consumidores. “Las autoridades estiman que hasta 40% del agua se pierde debido a fugas en la red de distribución, una cifra alarmante que agrava la crisis hídrica en tiempos de sequía”, indicó.

El experto enfatizó la necesidad urgente de inversión para abordar la crisis hídrica en la Ciudad de México. La modernización de la infraestructura existente es una de las principales prioridades. Muchos de los sistemas de tuberías y plantas de tratamiento de agua son obsoletos y presentan fugas y pérdidas significativas de agua. “La renovación y modernización de la infraestructura es fundamental para reducir las pérdidas y mejorar la eficiencia del suministro de agua”.

Además, la reforestación y conservación de las cuencas hidrográficas también son áreas clave de inversión. Las cuencas bien gestionadas y conservadas pueden mejorar la recarga de acuíferos y la calidad del agua.

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