Los retos económicos del próximo presidente de México
Pero nada es tan volátil como una ola de buenas noticias. Mientras mejoran los resultados económicos rumbo al cierre de la actual administración, la lista de retos para la próxima se hace más grande.
En lo que va de este año, las expectativas económicas de los analistas para México al cierre de 2023 han mejorado. Incluso, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) espera que crezca hasta 3%; pero, para 2024, el año en el que llegará la nueva administración federal, los pronósticos van de más a menos.
“Los datos de Estados Unidos salieron prácticamente al doble de lo esperado y eso reafirma la percepción de que no habrá recesión, cuando menos, no en 2023. Se ha venido hablando de una recesión durante casi más de un año que no se ha materializado”, indicó a la prensa Gabriel Yorio, subsecretario de Hacienda, al presentar el informe de las finanzas y deuda públicas del segundo trimestre.
Desde septiembre del año pasado, la SHCP prevé un crecimiento de 3% para la economía mexicana. A mitad de año, considerando las inversiones que traiga el nearshoring, esperan que sea mayor que este pronóstico. Para 2024 prevé también un 3%, pero en un rango menor (1.6-3.0%) al estimado para este año (2.2-3.0%).
“Es altamente probable que el próximo año sea complicado en términos económicos, y no tanto por el tema electoral, sino porque se espera una desaceleración en Estados Unidos y, probablemente, en México. Entonces, el primer reto que va a encontrar la nueva administración va a ser reactivar la economía de esta posible desaceleración del siguiente año, y esto apenas de entrada”, considera Luis Gonzali, vicepresidente y director de Inversiones de Franklin Templenton.
Ya de entrada, reactivar la economía conlleva acciones de toda índole: financieras, educativas, fiscales, de seguridad, jurídicas y políticas.
¿Y la inflación?
“Desafortunadamente, la inflación va a seguir en niveles altos, será hasta finales de 2024 que pueda alcanzar un nivel del 3.5%, lo cual todavía está fuera de la meta del Banco de México, pero ahí no es tarea del nuevo gobierno, aquí el reto está en respetar la autonomía del banco central”, señala Gabriela Siller, directora de Análisis Económico de Grupo Financiero Base.
Gonzali considera que la decisión del gobierno actual de mantener los subsidios a la gasolina ayudó a controlar los incrementos de los precios del crudo en los últimos años, y que esta medida puede activarse en la siguiente administración, cuando se vean picos en los precios del petróleo.
Siller anticipa mayor volatilidad el siguiente año para el tipo de cambio porque habrá elecciones en México y en Estados Unidos.
Por su parte, Yorio refiere que el gobierno no tiene mecanismos para incidir en este, pues está determinado por oferta y demanda en los mercados.
“Lo que ahí tiene que haber es un mensaje positivo, un mensaje de conciliación con el sector privado y a favor del libre mercado para que el tipo de cambio no reaccione tan fuerte; es decir, que no haya ninguna sorpresa como en 2018, cuando se canceló la construcción del nuevo aeropuerto de la Ciudad de México”, advierte la economista de Grupo Financiero Base.
Y para abarcar todas las ramas, Casillas agrega otras dos: “Que el sector energético funcione con lógica de mercado”, y el pendiente de varios sexenios, que es “mejorar el Estado de derecho; si no arreglamos ambos temas, no vamos a ver sostenible el potencial de crecimiento económico que tiene México”.