¡¡¡HAY AMORES Y DESAMORES!!!
Los menesteres más útiles para la justicia y para México son, a menudo, los más despreciados por Andrés Manuel López Obrador, y su corrompida Cuarta Transformación de la Nación. Existe entre la Academia de Derecho Penal del Colegio Nacional de Abogados Foro de México A.C., y el Poder Judicial Federal, cierta tendencia a estimar como tópico de máximo alcance las cuestiones de Derecho y de respeto a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y de conceder la calificativa de excelencia a la probidad de jueces, magistrados y ministros que saben alejar a la política de sus decisiones jurisdiccionales.
Los menesteres del Poder Ejecutivo Federal, con independencia de ser indignos, critican ignominiosamente la manera de pensar de litigantes y juzgadores, siendo que la abogacía independiente de la República y los órganos jurisdiccionales buscan sólo la aplicación irrestricta del Pacto Federal, para con ello darle realidad y fortaleza a nuestro Estado de Derecho y por sobre todo no deshonestidad a los arbitrarios actos perpetrados por la autoridad. El amar al Derecho es amar a México.
Los que aman, atienden, defienden y aplican el derecho, sean éstos juzgadores o postulantes, son togas portadas con honra, modestas, pero honestas, ellas buscan el ideal de justicia para dar soluciones justas a los problemas de inseguridad e ignorancia en la aplicación de la ley; las más de las veces, propiciadas por torpes formas de gobernanza; a los amantes del derecho, les interesa ello más que pretender un lucimiento en tribunas mañaneras, el Ejecutivo Federal piensa, más en el mal de la justicia que en el bien de los justiciables; los íntegros sin demagogias exigen probidad y conocimientos en la aplicación de la norma, el otro sólo busca poder, votos y exterminar a la Carta de Carranza. Cruedelitas vestra gloria es nuestra.
Es una lástima que el Primer Magistrado de la Nación pretenda destrozar la probidad y los conocimientos de nuestros jueces, deseando y procurando que resulten electos por voto popular; la constancia, probidad, desvelos, entrega, conocimientos con los que la mayoría de nuestros juzgadores actúan en todos los confines de nuestra Patria y la diligencia con la que analizan los documentos, dan origen a sentencias brillantemente fundadas en derecho. Hechos y derecho que no se pueden, ni deben de obtener mediante votos populares; por eso, la Academia de Derecho Penal reprocha el acontecimiento de buscar jueces por sufragio, ya que esos votados más que justicia, aplaudirán a la pésima gobernanza que sugirió ser elegidos mediante el voto para con ello ocupar un sitial que no merecen.
Es cuánto.