COLUMNISTAS

HARTAZGO POLÍTICO

RICARDO HOMS

Después de la elección presidencial del dos de junio se percibe en la ciudadanía un hartazgo respecto a la política. Mucha gente evade ya hablar de política… les agobia el espíritu de confrontación que ha prevalecido hasta hoy.

Es evidente que formalmente ha sido una campaña corta, -de tres meses-, pero que inició mucho antes cuando el presidente, -a mediados de julio del 2021-, destapó a sus corcholatas y metió en la agenda pública el tema de la sucesión presidencial.

A partir de ese momento se incrementó aún más la presión descarada en contra de sus adversarios.

El “pueblo” parece ser que ya está queriendo dar vuelta a la página y olvidarse de la confrontación política, llegando a escucharse cada vez más entre los ciudadanos que ya prefieren no enterarse de las noticias.

El hartazgo genera en el ciudadano una evasión intencional de la realidad y un deseo de abstraerse de una cotidianeidad agobiante y estresante.

El exceso informativo representa un lastre cuando se excede el tiempo de exposición y hoy que vienen tiempos importantes y decisivos para el futuro de México como la aprobación que pretenden MORENA y sus aliados en “fast track”, -sobre la Reforma al Poder Judicial-, y otras más, terminan siendo decisivas para el futuro de México y su democracia. Sin embargo, la gente está cansada de escuchar argumentos demagógicos.

Hay una verdad incuestionable: la gente ya desconfía de cualquier argumento o información, venga de donde venga.

El ánimo ciudadano está cansado, y más aún en un país pragmático como el nuestro, donde la gente no se deja seducir por conceptos, -mucho menos de tipo político-, sino por promesas específicas, después de décadas de demagogia y verborrea política.

Los conceptos etéreos como democracia, libertad, justicia, corrupción, y otros tantos más de los que se ha abusado, -no porque no sean fundamentales para nuestro futuro-, están muy lejos de las prioridades cotidianas de una mayoría poblacional que siempre vive al límite de la sobrevivencia económica.

Para este pueblo, lo que no se traduzca en un beneficio inmediato y tangible, carece de interés. Por ello el “cheque del bienestar” vale más que mil discursos y peroratas o disertaciones sobre “lo que moralmente debe ser”.

Los temas políticos casi se están desconectando del interés ciudadano en un momento crucial que será dentro de poco más de un mes, -cuando inicie el periodo legislativo-, y se estén instrumentando en “lo oscurito” las iniciativas presidenciales, como la del Poder Judicial Federal.

Es importante administrar el interés del ciudadano para que esté atento y participativo en el momento crucial de la toma de decisiones legislativas de las nuevas reformas constitucionales.

¿A usted qué le parece?

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