ECONOMÍA

En línea y por 3 mil 600 dólares, precursores para elaborar fentanilo

Una caja de cartón del tamaño de la mitad de una barra de pan tenía una etiqueta de envío que declaraba su contenido: «adaptador». Fue entregado en octubre a un periodista de Reuters en Ciudad de México.

No había ningún adaptador dentro del paquete. En cambio, sellado en una bolsa metálica de Mylar, había un frasco de plástico que contenía un kilogramo de 1-boc-4-piperidona, un polvo pálido que es un ingrediente central del fentanilo. Fue suficiente para producir 750 mil comprimidos de la mortal droga.

Una periodista de Reuters había encargado el producto químico seis semanas antes a un vendedor en China. La asistente de ventas, «Jenny», utilizó una foto de una actriz china como avatar en pantalla. El precio era de 440 dólares, pagaderos en bitcóin, con envío aéreo incluido.

«Podemos enviar de manera segura a México», escribió Jenny en español en la plataforma de mensajes cifrados Telegram en julio de 2023, cuando la periodista preguntó por primera vez sobre el químico. «Nadie sabe qué enviamos».

Transacciones como esta son parte de la mayor perturbación en el tráfico mundial de narcóticos desde que comenzó la guerra contra las drogas hace medio siglo. La fabricación de fentanilo, el opioide sintético que mata a decenas de miles de estadounidenses al año, se ha convertido en una industria global infinitamente inventiva y despiadadamente eficiente.

El comercio depende de sustancias químicas conocidas como «precursores», que son los ingredientes esenciales de la droga. Los compuestos llamados piperidinas son el núcleo de la estructura del fentanilo. Otros precursores proporcionan los componentes básicos restantes. Combinados mediante reacciones químicas, estos precursores crean una droga 50 veces más fuerte que la heroína.

El problema para los reguladores es que muchas de las mismas sustancias químicas utilizadas para fabricar fentanilo también son cruciales para industrias legítimas, desde perfumes y medicinas a caucho y tintes. Restringirlos estrictamente alteraría el comercio global. Y debido a la potencia del fentanilo, incluso pequeñas cantidades de estos precursores pueden producir grandes cantidades de pequeñas píldoras mediante un proceso de fabricación simple, lo que hace que los ingredientes, el producto final y la cadena de suministro sean fáciles de ocultar a las autoridades.

Cualquier persona con un buzón de correo, una conexión a internet y moneda digital para pagar la cuenta puede obtener estos químicos, encontró una investigación de Reuters.

Para saber cómo funciona esta industria global, los periodistas realizaron múltiples compras de precursores durante el año pasado. Aunque algunas de las ventas resultaron ser estafas, el equipo logró comprar 12 productos químicos que podrían usarse para fabricar fentanilo, según químicos independientes consultados por Reuters.

La mayoría de los productos llegaron sin problemas como cualquier otro paquete de pedido por correo. El equipo también adquirió ingredientes secundarios utilizados para procesar los precursores esenciales, así como el equipo básico, lo que le proporcionó todo lo necesario para producir fentanilo.

Comparte en redes sociales