Biden propone reformar el Tribunal Supremo; republicanos dan por «muerta» la iniciativa
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, insistió este lunes en su propuesta para reformar el Tribunal Supremo, incluyendo una enmienda a la Constitución, y aseguró que la institución está siendo utilizada para «avanzar una agenda política extrema y sin escrutinio».
En un discurso en la biblioteca presidencial de Lyndon B. Johnson (LBJ) en Austin, Texas, Biden enfatizó su visión para promover los derechos civiles -muy ligados a la presidencia de LBJ- y reformar la Corte, que delineó esta mañana en una columna que publicó en el diario The Washington Post.
Biden recalcó que el máximo tribunal estadounidense, compuesto por nueve magistrados, ha emitido una serie de fallos en los últimos años que han «minado derechos y protecciones ciudadanas de larga data».
Entre ellos, mencionó el polémico fallo de junio que acabó con la protección federal al acceso al aborto en junio de 2022 y la decisión de 2023 en contra de los programas de discriminación positiva en universidades.
El presidente a su vez rechazó la decisión del Supremo -controlado por una mayoría de jueces de tendencia conservadora- que le concedió inmunidad parcial al expresidente Trump por los actos «oficiales» cuando estaba en el poder.
«Estas decisiones son una afrenta total a las expectativas que tenemos de quienes tienen el poder en esta nación», enfatizó Biden.
Una reforma de este tipo, sin embargo, debe ser aprobada por el Congreso y la oposición republicana, que controla la Cámara Baja, ya rechazó rotundamente las propuestas de Biden.
Mike Johnson da por «muerta» la iniciativa de Joe Biden
El presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, dio este lunes por «muerta» la iniciativa del mandatario calificándola de «radical».
La vicepresidenta y precandidata del Partido Demócrata, Kamala Harris, respaldó este lunes la iniciativa, pues considera que el Supremo «enfrenta una clara crisis de confianza por su imparcialidad».
Los demócratas han expresado su frustración en los últimos años por varias decisiones tomadas por la mayoría conservadora del tribunal, con tres de sus jueces nominados por el propio Trump.