COLUMNISTAS

Igualdad y voto para la mujer

Por Ángel Álvaro Peña

México se reivindicó con la historia. El voto de la mujer llegó tarde en nuestro país, si lo comparamos con el resto de los países del mundo. Ahora, con el ascenso de una mujer a la Presidencia de la República, México vuelve a colocarse a la vanguardia.

Fue en 1953, cuando Adolfo Ruiz Cortines estaba a punto de cumplir un año en el gobierno y la presión de las mujeres por que cumpliera una de sus promesas de campaña se intensificaron y por fin abrió una ventana para que la mujer surcara los aires por la vida púbica. A pesar de que la Revolución Mexicana tuvo una participación de iguales entre combatientes y Adelitas, el Constituyente que surge de esa gesta, ni siquiera pensó en incluirlas.

Las bajó del revolucionario tren de la historia y las volvió a colocar en sus casas, a veces prisionera de las costumbres más conservadoras.

Lo diputados del Congreso Constituyente estuvo conformado por hombres únicamente, ni siquiera como suplentes aparece una sola mujer en el diseño de nuestra Constitución. Un años antes de la firma de la Carta Magna, en 1916, se conformó el primer Congreso Feminista en Mérida, Yucatán, como resultado de la transformación que impulsó la Revolución. Ahí se abordaban temas como el derecho al voto, la igualdad de salarios, la educación y la participación activa en la vida política. Derechos por lo que todavía se lucha en México, luego de más de un siglo de aparecer este grupo que influyó, de manera importante, en que se otorgara a las mujeres el derecho al sufragio.

Anteriormente a ese movimiento del sureste mexicano algunas mujeres periodistas escribían en revistas como “Violetas del Anáhuac”, de la Ciudad de México, influidas por los movimientos sufragistas del Reino Unido. Otro de los medios del siglo antepasado fue el semanario “Mujer Moderna”, donde los escritos de Hermila Galindo y Artemisa Sáenz, hablaban de derechos iguales entre hombres y mujeres.

Los movimientos armados fueron el escenario que mostró capacidades iguales, de las mujeres, a quienes los hombres veían como una continuación de ellos mismos, incluso un ser inferior. La Revolución Mexicana, la Primera y Segunda guerras mundiales, colocaron en la equidad la vida cotidiana de las mujeres. Mientras los hombres fueron a la guerra, las mujeres realizaban las tareas que ellos había abandonado para ir al campo de batalla.

Hubo también mujeres en las trincheras, en la resistencia de Europa contra los nazis, contra el fascismo, que, incluso hoy, quiere renacer en algunos lugares y quiere volver a respirar.

Hermila Galindo se postuló en 1918 como la primera a diputada federal por el V Distrito Electoral del entonces Distrito Federal, pocos votos no impidieron que la noticia fuera un evento nacional, que impulsó lo que derivara con el derecho de votar y ser votadas las mujeres otorgado 35 años después de ese intento.

Nadie les regaló la igualdad como acción de una sociedad libre a las mujeres, ellas tuvieron que luchar por mostrar que eran iguales a los hombres y todavía ahora hay quienes se resisten a admitirlo. El derecho al sufragio fue en México, sólo un aviso de igualdad, porque la misoginia, los feminicidios, la discriminación, siguen siendo costumbres arraigadas que quienes las padecen consideran normales. Afortunadamente son cada día menos.

Uno de los problemas que tiene todavía se resisten en nuestro país es que hay mujeres que consideran que su género no es capaz de hacer lo mismo que un hombre. Hace un par de años, cuando se perfilaban posibles candidatos a la Presidencia de la República, hubo quienes aseguraban que México no estaba preparado para tener una mujer Presidenta, la mayoría de quienes expresaban esto eran mujeres.

En México celebramos en 2024, la primera mujer Presidenta. Con un lugar en la lucha social, en la rebelión estudiantil, en la ciencia en la transformación pacífica, en su camino hacia el futuro. Ya habíamos conmemorado en 1979, a la primera mujer gobernadora electa, Griselda Álvarez. Un año después, en 1980. Rosa Luz Alegría fue la primera mujer en una secretaría de Estado. Otras muchas que dignifican su cotidianidad con su trabajo en cada espacio que desarrollan.

Legados que hacen historia y lo siguen haciendo. Actualmente, a solo 18 día de haber tomado el mando del país, Claudia Sheinbaum ha reformado más de 10 artículos de la Constitución, muchos de esos esfuerzos en beneficio de la equidad de género, condición que todavía no puede crear igualdad entre hombres y mujeres. Su lucha es diaria y tiene siglos, como para pensar en impedir que desarrolle cualquier actividad que realizan los varones.

El 3 de octubre Claudia Sheibaum Pardo anunció: »Como primera Presidenta de México nuestra obligación es proteger a las mujeres». Esto en lugar de sumar creó enemistades incluso entre las mujeres, que desde otras tribunas y en partidos diferentes quisieron menospreciar el esfuerzo que esto significa, porque representa la lucha de muchas mujeres y también hombres, que desde hace siglos buscan la igualdad.

Las mujeres son seres de lucha diaria, de guerra cotidiana, de trabajo duplicado por su condición de madre, de referente de la fertilidad, de pariente de la Tierra y amiga de las aves. Por eso vuelan hacia el futuro y su vuelo es de libertad.

PEGA Y CORRE.- Movimiento Ciudadano muestra, a partir de hoy, dos muy jóvenes bajas considerables que le pudieron dar más fortaleza a este partido. Primero la licencia, por tiempo indefinido solicitada por el senador Luis Donaldo Colosio Riojas, por una lesión en espalda; luego, la sanción aplicada desde la autoridad electoral al ex candidato a la Presidencia de la República, por violar seis veces la veda electoral, lo cual lo deja sin credibilidad ni fuerza política…Esta columna se publica los lunes, miércoles y viernes.

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