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Territorio mexicano en paz

Hasta antes de diciembre de 2018, el territorio mexicano corría el riesgo un riesgo total de ser alcanzado por misiles de largo alcance en caso de una conflagración. Desde el inicio del siglo pasado hasta esa fecha, México era considerada parte de Estados Unidos, sus presidentes fueron incondicionales a las órdenes de sus mandatarios, incluso algunos de ellos fueron agentes de la CIA.
La guerra puede ser sorpresiva a pesar de la actual prudencia de Rusia, pero si la obsesión de Estados Unidos insiste en restar poder militar a ese país, debido que debe mostrar al mundo una buena salud bélica el desastre estaría muy cerca.
Ahora, las diferencias con el pasado y los límites que el gobierno mexicano h interpuesto como una frontera amistosa pero firme, la división territorial está delimitada lo mismo que las diferencias políticas.
Las alharacas de la oposición proyanqui que expresaron críticas al modelo político de la 4T ahora están a salvo de cualquier confusión o desvío de misiles a un país que a la distancia parecía formar parte de Estados Unidos.
La dependencia de los regímenes del PAN y del PRI con los designios de la Casa Blanca fueron tan evidente y dañinos que nadie podría equivocarse en considerar a nuestro país un aliado incondicional del vecino del norte. La corrupción de los presidentes y funcionarios públicos les permitían intercambiar injerencia administrativa y policial por créditos, cuyos montos solían quedarse en los bolsillos de los políticos de esa época.
Las fronteras estaban abiertas a los policías armados de Estados Unidos, nos calificaban cada año como un país que se portaba bien, invadían con alientos transgénicos la salud de los mexicanos de todas las edades, adquirían terrenos gratis a cambio de inversión extranjera, eran dueños de las playas y hasta de los pozos petroleros. No había límites ni línea divisoria entre los intereses de un país y otro.
La guerra tiene en la tergiversación de su desarrollo ficticio al principal enemigo para países como México, todavía con habitantes que creen que el vecino del norte es una potencia y que no pierde guerras. La oposición permanentemente corre a visitar a las autoridades de ese país cada vez que quiere quejarse del gobierno que eligió la gran mayoría de la población votante. Acude a fotos internacionales de derecha en Europa y a instancias mundiales que favorecen a la derecha, puentes para que la gente siga pensando que somos lo mismo el vecino y nosotros.
El gobierno del pasado fue de derecha, en realidad fue un solo gobierno conformado por dos partidos y caras diferentes, la oposición es de derecha, Estados Unidos favorece y financia a la derecha de México y otros países, era necesario poner límites ante el vecino que por muchos años consideró a México su patio trasero, marcar diferencias y difundir esa postura de soberanía al mundo; ahora los enemigos de Estados Unidos, que no son pocos, pondrán más atención en la recisión de sus agresiones, en caso de que quieran atacar ese país.
Hay gobernadores en el norte de México que quisieran formar parte de Estados Unidos, no ocultan su falta de identidad y su aspiracionismo por dejar de ser mexicanos, que, por ese simple hecho, se considerarían superiores.
Por muchos años se consideró que lo que se hacía, decía y fabricaba en el vecino país del norte era mejor que lo que producía en México. Actualmente así se anuncian productos milagro en la televisión como si eso fuera una garantía de calidad. Algunos mexicanos todavía no escapan de esta imposición manipuladora, incluso ellos estarán a salvo de ser alcanzados por la violencia que la guerra impone.
Hay un mapa del mundo que muestra alcances y consecuencias de los misiles existentes, en cuyos resultados finales pocos países se salvan, éstos se sitúan en Sudamérica, Sin embargo, el alcance del que no se salva México, empieza a moverse a favor de nuestro territorio.
México es amigo de todos, enemigo de nadie, a menos que intenten hacer de la soberanía una invisible condición internacional.

 

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