VICIOS OCULTOS
La Reforma Judicial tiene graves “vicios ocultos” que nos han ocultado sus promotores.
La improvisación ha sido la constante pues no fue realizada por expertos, ni producto de análisis, ni de estudios de factibilidad, pues el presidente López Obrador la exigió con prisa para sacarla antes del fin de su mandato y así “blindarse”, ¿de qué?… aún no sabemos.
Esta prisa por renovar a todo el poder judicial no es sino el centro de la reforma, que no modifica en lo sustancial la forma de impartir justicia, pues los mismos vicios de siempre persisten, pero sí el modo de allegarse jueces, magistrados y una Suprema Corte de Justicia de la Nación totalmente controlada por la 4T.
Lo más grave es que sustituyeron los “concursos de oposición” que tradicionalmente servían para filtrar a los más preparados, -que llegaban a los cargos después de una carrera judicial-, por una elección organizada a las prisas y pichicateándole recursos al INE, lo cual limitará la eficiencia de la votación.
A su vez, frente al desinterés y apatía de abogados por inscribirse, se recurrió a tómbolas y al azar, con la gravedad de no garantizar la calidad moral de los próximos juzgadores.
Las listas enviadas al INE llevan graves fallas que en un proceso “serio” debieran invalidarlo. Sin embargo, la prisa de quien controla al Senado, -a partir de ser parte del partido MORENA-, hará que se sustituya a profesionales por principiantes que llegarán a aprender.
¿Qué filtros garantizan que no llegarán al cargo enviados del crimen organizado?
Entre la muchedumbre que asumirá el cargo después de las elecciones seguramente llegarán muchos camuflageados.
Cuando el paso siguiente para alcanzar un sistema de justicia eficiente debiese haber sido instrumentar estudios psicosociales para evaluar la madurez emocional y los valores morales de los aspirantes a jueces, magistrados y ministros, hemos dado un paso peligroso hacia atrás con un sistema poroso incapaz de garantizar la idoneidad de los juzgadores.
El daño al país es irreversible, pues estamos cambiando un sistema totalmente imperfecto pero perfectible, por uno improvisado, -en la época más peligrosa-, en la que el crimen organizado se ha profesionalizado en sus sistemas de ejercer violencia y en armamento, pero también en su capacidad de rodearse de profesionales del derecho para defenderse jurídicamente del Estado Mexicano.
El reciente escándalo aparecido en la prensa, donde a partir de fotografías se evidencia que el abogado del Mayo Zambada, -Juan Pablo Penilla Rodríguez-, participó en la pasada campaña presidencial apoyando a MORENA e incluso, una fotografía donde se ve en el frente al presidente López Obrador con un micrófono y atrás de él a la cúpula de la 4T, vemos entre ellos el abogado Penilla.
Evidentemente ya se deslindaron de él el Gobierno Federal y MORENA, pero eso no elimina la evidencia y las suspicacias que de ella se derivan.
¿Qué tanto podrá negociar un abogado que teniendo como clientes a los grandes capos del crimen organizado es capaz de acercarse al primer círculo del poder del país? Y más aún cuando los juzgadores también pertenecen a la 4T.
¿De qué cifras serán los cañonazos económicos? Seguramente capaces de acallar conciencias.
Grandes sorpresas nos esperan, como si fuesen “vicios ocultos”.
¿A usted qué le parece?