COLUMNISTAS

Candidatos sin métodos de selección

-Esto provoca desbandadas, votos de castigo, chapulineo y cicatrices que no cierran

Por Ángel Álvaro Peña

La inconformidad entre quienes no resultaron ganadores en las selecciones de candidatos a las diferentes presidencias municipales de Durango y Veracruz se hace cada día más evidente.

Ya hay candidatos definidos pero las inconformidades persisten, y se convierten, en algunos casos, en posibilidad de deserciones, cambios de partido o simplemente un constante reclamo en los medios que terminan por desgastar a la organización o movimiento.

Pero más en los partidos donde no hay reglas para la selección, ni métodos ni alternativas plasmadas en sus estatutos que puedan servir para llegar a acuerdos previos a la clasificación y luego facilite la operación cicatriz para evitar el voto de castigo de los militantes contra los candidatos de su partido.

En los partidos en los que se acuerda el método de selección también hay inconformidades pero la solución a las divisiones está saneada ante este tipo de normas establecidas previamente, con consenso pero no unanimidad.

Las cicatrices se borran con la victoria del contrincante, cuando ven consumada la venganza los inconformes y queda en el aire la posibilidad de que con su candidatura hubieran ganado. Lo cierto es que esto deberá regularse desde el INE y no a partir de decisiones internas de los partidos, aunque coarte su libertad y sus métodos tradicionales. El vicio del dedazo no se ha erradicado por completo.

Humberto Alonso Morelli, del PAN, presentó una impugnación ante la Comisión Estatal de Procesos Electorales de su partido, en Veracruz, por traición a sus principios y carencia de transparencia en el proceso de selección de candidatos en Boca del Río.

En Morena hubo disgustos que no llegaron a convertirse en denuncia pública pero sí se crearon rumores sobre los elegidos que verdades o mentiras, siempre manchan.

En Tuxpan, por ejemplo, se vive un escenario de candidatos a la presidencia municipal que menosprecia la memoria de los tuxpeños y dos de los abanderados quieren repetir en la alcaldía, como si hubieran realizado un buen papel en su administración, uno de ellos estuvo en la cárcel por sus actos de corrupción durante su gestión, pero ahora quiere convertirse de nuevo en el Presidente municipal, no solo no ofrece disculpas sino que le apuesta a la mala memoria de la gente, pero los tuxpeños no padecen amnesia como algunos quisieran.

Quiere hacer creer que por el simple hecho de cambiar de partido ya sería honesto y transparente. Las ambiciones marcan a los candidatos, sus errores les identifican como personajes que deben abandonar la política cuanto antes y dedicarse a otra cosa, pero tienen la obsesión de volver a aprovechar la posibilidad de enriquecerse fácilmente como lo hicieron en el pasado.

El otro, quiere que se olviden las luminarias que dice haber adquirido pero nunca existieron, y su ambición por el poder ahora lo condena a ser uno de los que podrían estar en el último lugar de la votación.

En Movimiento Ciudadano no fue la excepción, la falta de experiencia y sentido común de algunos dirigentes muestra la ignorancia e intereses que terminan por ser los que finalmente prevalecen y definen a los candidatos. Así, en este escenario traicionero de improvisación que caracteriza a ese partido, el secretario de Acuerdos, Luciano Folgueras Pioli, convocó a Marlene Anahí Azuara a integrarse, a la carrera por la presidencia municipal de Poza Rica, así como a Graciela Oyuki León Bonilla, quienes compitieron limpiamente por ganarse las simpatías del electorado, en una precampaña intensa y llena de simpatías, para que, a la mera hora se les informara, a través de una carta, que el elegido a la candidatura de Movimiento Ciudadano era David Rivas, de pésima reputación en la comunidad y sin experiencia política.

Cuando se postuló a dos líderes emecistas por el Distrito V, –que abarca Poza Rica y Tuxpan–, Adely Morales Méndez, era candidata a diputación federal y Oyuki León Bonilla, suplente, no se les respaldó lo suficiente desde el partido por órdenes superiores, por el simple hecho de ser mujeres, ya que quienes debían apoyar eran los que intentaban ser candidatos, de tal manera que realizaron su campaña prácticamente solas, sin apoyos de su partido, sabotaje instrumentado nuevamente por Folgueras Pioli, cuya misoginia se expresa en todo momento. A pesar de estas trampas quedaron en segundo lugar.

Las injusticias en Movimiento Ciudadano, tienen que ver con personas enquistadas en puestos clave que impiden el funcionamiento normal de un partido en estos tiempos. En medio de este escenario de machismo, Adely Morales, es fiel a sus principios y asegura que no se irá de MC y seguirá luchando por el bienestar de los tuxpeños.

En la oposición el ego es el peor enemigo que les impide avanzar, si a esto agregamos que carecen de propuestas debido a su falta de preparación así como de su sumisión a otros intereses, encontramos que todos quieren ser líderes, dirigentes, candidatos y encabezar las listas de los tres niveles de gobierno.

Las inconformidades no podrán acabarse en el proceso de selección de candidatos hasta que todos los partidos realicen el mismo método de depuración de abanderados, esto también evitaría desbandadas y el chapulineo que no se detiene a pesar de las críticas sobre esta conducta que está más cerca de la traición que de la democracia.

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