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Muerto el dedo presidencial, florece la elección del poder judicial

Si bien la democracia es el destino de la humanidad, México se adelanta ,ante el mundo con la elección del poder judicial ,donde los ministros, magistrados y jueces serán electos por el voto popular, que constituye   una ofensa para  la rapaz oligarquía que imperó en la Suprema Corte de Justicia Nación después de tantos años que la corrupción presidencial y su  dedo flamígero ha muerto,  por la voluntad ciudadana ,que abre una esperanza  para liberar al país  de esa monstruosidad  presidencial ,  donde un solo hombre imponía  a los ministros y éstos, a su vez a los magistrados y jueces para atracar al erario público y en su acción criminal, se agandallaban con sueldos  y privilegios de cara dura que no se inmutan al carecer de dignidad y honestidad  jurídica.

 

La placenta  gubernamental les seguirá  alimentado a aquellos que no creen en la democracia que es exponer ,  a la vista de la ciudadanía, su cara cuadrada , que los hizo vivir en el robo desde el poder  judicial,  por eso, en  silencio ahuecan el ala para nuevas generaciones los suplantan  en esos  cargos, haciendo lo correcto porque sabían, de antemano que , por origen perverso  del  poder  presidencial, se encontraban ocupando un espacio en contubernio , que fue denunciado de manera  oportuna por el  presidente López  y aferrados a esa ubre que los alimentaba , el chantaje no se hizo esperar así es que, la concesión es que se vayan pero llevándose los privilegios que el pueblo no  les dio y que ahora les permitirán, en la impunidad , podrán disfrutan.

 

Si ,como ahora sabemos ,que los presidentes Calderón y Peña establecieron un narco gobierno con esa cauda de bandidos, dejaron al país prendido con alfileres, pues su penetración está en todas partes, por eso la violencia es constante, pues constante era el robo y el saqueo del país., y la mejor demostración  es la sentencia de un tribunal de Florida contra García Luna  y su esposa y, la resolución del poder judicial  de México que libera las cuentas de quien  está sentenciado a más de veinte años  de cárcel y a devolver a la nación mexicana lo robado durante dos sexenios lo que justifica  , una vez más, la necesidad de limpiar a ese poder que ,corrompido  hasta el tuétano, se permite que se beneficie  de un haber de retiro y miles privilegios en contra de la nación.

 

No es novedad que los ministros Piña, Ortiz Mena, Pérez Dayán, Rios Farjar , González Carranca y otro que se me escapa  hayan renunciado a participar en una elección del poder judicial por considerarla una farsa, cuando  es mejor el dedo que los ubicó en ese sitio , sin  más merecimiento que la voluntad unilateral de un solo hombre, cuando ahora la elección abre la esperanza de que llegue gente ,que venga  con nuevos vientos que, sin duda serán mejores, o al menos es la voluntad popular, por eso no es casual que Salinas Pliego , defraudador  fiscal se oponga  haya dejado de pagar millones de impuestos producto de las concesiones del  Estado y el apoyo de unos ministros.

Es admirable , y no debe desdeñarse, que la presidenta repudie la imposición de los ministros  cuando no necesitaba unan elección del ´poder judicial en todas su esferas cuando tenían la facultad constitucional se hacerlo a su antojo, sin embargo, dejó al pueblo que se equivoque con los que se elijan, en lugar de seguir  jugando a la farsa democracia en que había vivido y, se quiere que regrese, cuando la esperanza es que las cosas cambien a fondo, ´pero  sobre todo que los privilegios sean para el pueblo y no para la oligarquía rapaz que ataca la elección  del primero de junio porque no le conviene en sus grandes negocios, pues el pueblo  avispado ahora puede señalar a sus bandidos  ya identificados  para sancionarlos con la aplicación de las  leyes que existen, producto de una democracia más participativa.

La hora de la verdad llegó al fin, ahora solo falta que se castigue a los responsables para que estos crimines con los bienes nacionales se extirpen, de lo contrario, el desaliento será  más profundo y nadie podrá parar la rebeldía del pueblo.

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