Ambición del capitalismo destruye la tierra y la humanidad, advierte el CNI
El Congreso Nacional Indígena (CNI), afirmó que “más allá de los discursos demagógicos y la simulación que nacen de la 4T, los pueblos vivimos de forma cruda la existencia del capitalismo”, cuya “voracidad ambiciona y necesita de nuestros territorios para reproducirse”.
Agregó que ese modelo “busca extraer minerales, aunque eso signifique la destrucción de montañas completas. Succiona hidrocarburos en el mar y la tierra, aunque eso acabe con todo lo que ahí habita; construye gasoductos sentenciando a muerte a comunidades enteras”.
El capitalismo, añadió, “ambiciona y acapara el agua para seguir produciendo en sus parques industriales, en las minas y en los grandes agronegocios exportadores; para la especulación inmobiliaria y el crecimiento urbano gentrificado; para convertirla en mercancía envasada y amasar ganancias multimillonarias; para derramar en ella sus desechos y amasar todavía más ganancias”.
Sostuvo que “en su delirante y actual curso, el capitalismo se apropia de la lluvia, de las aguas subterráneas y de las que nacen del deshielo; amenaza con reducir y destruir el agua para uso humano que existe en el planeta hasta hacer inviable la vida misma. No tiene límites: busca adueñarse del viento y convertirlo en parques eólicos, a la par que impone cuotas y sumisión a los pueblos que lanzan su voz al viento en radios comunitarias”.
En un documentado presentado en el Encuentro de Resistencias y Rebeldías Algunas Partes del Todo, inaugurado este domingo por el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) en el Semillero Comandanta Ramona, del Caracol de Morelia, municipio oficial de Altamirano, el CNI manifestó que “la autonomía de nuestros pueblos es algo que hemos construido y cuidado durante siglos”.
Añadió que “la reforma constitucional en materia indígena aprobada el año pasado por el Congreso de la Unión ha sido presentada por el indigenismo oficial como un hecho histórico en el reconocimiento de nuestros derechos y como la concreción de los acuerdos de San Andrés, omitiendo deliberadamente que dichos acuerdos quedaron totalmente desfasados desde hace muchos años”.
Afirmó que “la reforma constitucional antes señalada olvida completamente el reconocimiento y la protección de nuestros territorios, en tanto que la motivación profunda de la llamada 4T es de continuidad neoliberal, siendo el despojo de nuestros territorios y la explotación despiadada de la Madre Tierra parte medular de esa continuidad”.
Subrayó: “La 4T, nos queda claro, implicó un cambio de régimen y de gobierno para seguir garantizando la explotación, el despojo y la represión consustanciales al capitalismo. Como dicen nuestros hermanos zapatistas: la 4T significó un cambio de capataces y la continuidad de los amos”.
El CNI, que envió al encuentro zapatista “una delegación de muchas lenguas, muchas culturas y multitud de colores”, señaló que “la expansión del capitalismo avanza sobre la selva a modo de trenes, de siembra de soya, de carreteras, de desarrollos turísticos. Avanza sobre los bosques talados para la expansión de la agroindustria que siembra aguacates, agave, berries y sequía. Avanza sobre pueblos convertidos en basureros, en donde ríos subterráneos crecen con el veneno que escurre de los desechos de las grandes ciudades y corredores industriales. Saquea fuentes de energía, pero también plantas, semillas y seres vivos, que son medicina, alimento y dadores de vida”.
Expresó que “a fuerza de la militarización legalizada, de grupos paramilitares, de grupos criminales organizados en cárteles, el capitalismo garantiza el control de los territorios. Son sus aparatos jurídicos los que persiguen a quienes se organizan, son sus fuerzas armadas legales e ilegales, las que desaparecen y asesinan a quienes viven en los territorios que codicia, es su ilimitada ambición la que destruye a nuestra madre tierra y a la humanidad. Hoy, el capitalismo pretende reordenar y repartir nuestros territorios y para ello impone guerras y con ellas se reproduce”.
A pesar de todo eso, aseveró, “los pueblos indígenas y originarios, seguiremos existiendo y resistiendo. Seguimos viéndonos en los espejos que llamamos resistencias en México y el mundo, especialmente hoy, en el digno pueblo Palestino”.