Anuncian falsa división en Morena
ALMA GRANDE
Por Ángel Álvaro Peña
Por muchos años la disciplina partidista consistía en hablar bien del partido en el poder, aunque se estuviera pudriendo por dentro. Por eso, quienes practicaron estos vicios, han perdido una elección tras otra.
La autocrítica fortalece los organismos políticos actualmente. Porque uniformar criterios es parte del viejo autoritarismo que dejó de existir, es decir, obligar a una unidad falsa es mentir y dar una apariencia que no tiene sustento.
Así se creó el PRI, el PAN, el PRD, creyendo que al no cuestionar sus errores se fortalecían hasta que el exceso de hipocresía los desenmascaraba.
Desde esas añejas tribunas que sólo recuperan lo más vetusto de las prácticas políticas que se impusieron a sangre y fuego en el pasado, surgen supuestas críticas al partido en el poder como si viviéramos en el siglo pasado, donde cualquier cuestionamiento desde adentro de los partidos anunciaba una división.
De esas divisiones salieron otros muchos partidos, se hicieron de enemigos precisamente por la fragilidad de sus estructuras ocasionadas por los vicios que todos conocemos.
La autocrítica dentro de un partido no debe anunciar escisiones, eso quedó atrás. Ahora, partido que no tiene crítica interna sólo muestra su debilidad y al darla a conocer compite en las urnas como una organización vulnerable, sin votos ni simpatías.
La oposición no tuvo mayor alternativa que unirse en la derecha, partidos que antes se decían revolucionarios, democráticos, de centro o simplemente con justicia social, borraron su propia historia, sin autocrítica de por medio, para volverse fascistas y enemigos a muerte de las ideas que le dieron origen.
Ahora critican algo que llaman militarización pero nadie le abrió tantos espacios, eminentemente políticos, a los militares como el PRI. Pero desconocen la historia y desprecian la congruencia.
El PAN está en las mismas, quien declaró la guerra simulada al narcotráfico fue un presidente panista, sacando a los militares de sus cuarteles y enviándolos a realizar trabajos de policías de crucero.
Las desviaciones de la conducta que exige todo partido político, en el poder, son exhibidas por los contrincantes como futuras escisiones en Morena, inconscientemente quieren ver al movimiento hecho polvo, cuando en realidad, sólo se trata de casos que pueden repetirse hasta que dejan de ser aislados, pero que, al ser castigados, se realiza un hecho sin precedente en la historia de los partidos en el país.
Desde el sexenio pasado la oposición ha lanzado en sus espacios periodísticos el anuncio de que Morena se rompe, se divide, o se descompone y nada ha pasado.
Monreal hizo un llamado a mantener la unidad en el partido debido a las iniciativas aprobadas durante este año, una de ellas la reforma contra el nepotismo y anunció que puede haber división respecto a las elecciones de 2027, refiriéndose a la posibilidad de ya no competir en las urnas con el PT y el Verde, pero no dentro de las filas de Morena. Pero la oposición interpreta esas declaraciones y hasta las de la Constitución y las leyes, a su conveniencia.
Cuando hay una mala conducta que corregir, se castiga, se expulsa al culpable y todo sigue igual o mejor, ya sin estorbos que no cumplen con las reglas de la honestidad algunos han sido sancionados, otros expulsados y a otros se les prohíbe su afiliación.
Morena ha enfrentado una serie de expulsiones en los últimos años, principalmente por violaciones a sus estatutos, doble militancia, y respaldo a candidaturas de partidos opositores.
Según el expediente CNHJ-HGO-952/2024, la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia expulsó a 10 militantes por postularse como candidatos del PT y PVEM, sin convenios formales de coalición:
Desde 2021 hasta 2024, Morena ha cancelado de forma permanente la afiliación de al menos 96 personas por respaldar candidaturas de partidos opositores o buscar cargos fuera del movimiento.
Los rumores de una división se basan en señuelos que la oposición interpreta como señales de adivinos, sin más fundamento que la posibilidad de repetir una vieja historia que no se basa en hechos trascendentes sino en anécdotas que quieren convertir en algo más.
Recientemente se han criticado a personajes por sus excesos en los gastos, como al propio hijo del ex presidente de la República, Andrés Manuel López obrador, Andrés Manuel López Beltrán, por su viaje a Japón; a Ricardo Monreal por cenar en un restaurante de lujo de Madrid; a Mario Delgado, por su estancia en Lisboa en hotel de alta gama. Al diputado federal Enrique Vázquez, grabado en club nocturno en Ibiza.
Esto sucedía en los tiempos del PRI y a todos los columnistas les parecía normal, porque ellos estaban incluidos en esos viajes. Nunca lo criticaron.
La base de sus críticas se basa en una confusión que los mantiene muy preocupados a los opositores, cuando se habla de austeridad republicana, concepto que se aplica a los gastos de la administración pública y no a la vida privada de sus funcionarios, que pagan sus viajes con su dinero y no con el dinero del erario.
La oposición quiere una pobreza franciscana en todos los morenistas, quieren verlos comiendo tacos en la esquina con huaraches en lugar de zapatos y harapos en lugar de trajes y vestidos.
A pesar de que se trata de una visión muy mal intencionada de la oposición, la Presidenta convocó a los miembros del Movimiento a gobernar con humildad.
Estos son, para los opositores los motivos de una supuesta escisión en Morena, que pareciera más un deseo que un pronóstico político serio.
PEGA Y CORRE.- La guerra de aranceles no deja de ser una guerra, con muertos y heridos, con separación de familias como en una guerra convencional, a pesar de esto el congresista republicano Buddy Carter, propuso a Trump para el Premio Nobel de la Paz porque dice que fue gracias a su negociación el acuerdo de alto al fuego entre Israel e Irán…Esta columna se publica los lunes, miércoles y viernes.