Escasez de agua, agrava crisis actual
Tras el desbordamiento del río Tuxpan, la población enfrenta una nueva dificultad: la escasez de agua potable. La Comisión de Agua del Estado de Veracruz mantiene detenida la zona de captación debido al alto nivel del río, la presencia de palizada y piedras que ponen en riesgo los equipos de bombeo, lo que ha provocado la suspensión de los tandeos en toda la ciudad.
Paradójicamente, cuando más se necesita el vital líquido para la limpieza de viviendas y espacios afectados por el lodo y los desechos, el suministro se encuentra paralizado. Cientos de familias damnificadas, que aún se esfuerzan por recuperar algo de normalidad, hoy deben gastar en pipas privadas para poder asear sus hogares o simplemente contar con agua para sus necesidades básicas.
La situación ha abierto un nuevo frente de preocupación: los abusos en el costo del servicio de pipas. En redes sociales y grupos comunitarios, ciudadanos denuncian incrementos injustificados y la falta de control por parte de las autoridades municipales, que hasta el momento no han establecido una estrategia de abasto emergente ni mecanismos para regular precios.
La emergencia, que inició con la crecida del río, ahora se agrava por la falta de agua potable. Mientras tanto, la respuesta institucional parece limitada y la población continúa padeciendo las consecuencias de una infraestructura frágil y una falta de previsión evidente ante desastres naturales recurrentes en la región.
En Tuxpan, la recuperación avanza entre el lodo, la escasez y la desesperación, en un escenario donde el agua, fuente de vida, se ha convertido en un privilegio difícil de alcanzar.