COLUMNISTAS

Rompimiento peligroso

Como resultado de las constantes afirmaciones expresadas por la señora Claudia Sheinbaum Pardo, desde Palacio Nacional en su tribuna mañanera, sus decires no encuentran apoyo en la realidad jurídica que vive Mexico; la abogacía independiente, puede afirmar de manera firme, enérgica y sólida que entre  lo que dice la Presidenta y el Estado de Derecho existe una fractura, de tal modo evidente que la una no entiende ni comprende lo que es el otro.

Son muchos los abogados de México, que de manera frontal abordan el tema del Derecho y el Estado, con el objeto de pretender corregir las anomalías existentes en nuestro entorno jurídico, esas togas efectúan   afirmaciones sencillas y concretas las cuales pueden ayudar a la primera Magistrada de la Nación a comprender la idea expresada en el encabezado de las presentes líneas.

La razón primigenia y con la cual la Academia de Derecho Penal del Colegio Nacional de Abogados Foro de México y, con la que se estima encuentran fundamento esas  togas independientes que aseveran  que no pueden, ni deben existir aislados los conceptos jurídicos de Estado y Derecho, nos conduce a efectuar un análisis profundo de lo que significan las palabras derecho y autoridad.

El Derecho según los entendidos en materia de justicia es la impresión que nos conduce a aplicarlo e interpretarlo con rectitud, lo cual ipso facto nos traslada a obtener un fin de eminente orden jurídico, dado que la dirección y conducción del derecho por parte de la autoridad siempre debe de ser recta, es decir, sin desviaciones del contenido constitucional, dado que el espíritu de  esa Ley de Leyes establece el orden jurídico.

Sí hurgamos, nos adentramos e investigamos en la línea que tradicionalmente ha evidenciado la Cuarta Transformación de la Nación de Andrés Manuel López Obrador al derecho, bien pronto nos percatamos que marca un camino de ilicitud, de corrupción, de alteración a la ley, de impunidad, de inseguridad, de arbitrariedad, de desconocimiento al concepto de  Separación de Poderes que marca la Carta de Carranza, con lo que infortunadamente  se desmarca del orden jurídico, de nuestra justicia, del bien común, de la democracia,  de la seguridad jurídica matizada por aquella sangre que fue derramada en el ayer por nuestros hermanos que ofrendaron su vida para que se respetara la Ley.

En la actualidad nuestro Derecho, desde la perspectiva de la Justicia y del bien común de nuestra Nación se encuentra trastocado y ello lleva a conducir a México por senderos de peligro y alteración de la Justicia que se requiere para todos los mexicanos.

Es cuánto.

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