Ahora sí, educación para todos
ALMA GRANDE
Por Ángel Álvaro Peña
La educación nunca fue tratada por especialistas desde la SEP, aunque haya habido verdaderos sabios en esa dependencia, como excepción de la regla: José Vasconcelos, Narciso Bassols, Jaime Torres Bodet, Agustín Yáñez, Jesús Reyes Heroles.
La educación pública seguía los lineamientos de una política entregada al capital y algunos incidentes sociales llevaron a devaluar la calidad de la educación pública a grado tal de descuidarla sistemáticamente hasta en sus instalaciones, hasta que llegó el momento en que la demanda superó a la oferta educativa en todos los niveles.
En las universidades públicas cada año se reducía el número de plazas para estudiantes, se cerraban carreras, las condiciones físicas de las aulas eran deplorables, algunos secretarios de Educación se convirtieron en impulsores de la enseñanza privada o utilizaban ese cargo como trampolín a cargos superiores, o simplemente nadaban de a muertito para vivir del presupuesto sin hacer nada.
Llegó el momento en que, los altos niveles de la secretaría tenían a sus hijos en escuelas privadas.
La Presidenta señaló, en días pasados, que cuando ella fue jefa de gobierno «se avanzó bastante», en la extensión de la educación en la capital del país y ahora transforma esta tarea para que no haya joven sin escuela ni escuelas sin jóvenes, porque se trabaja intensamente en la posibilidad de que las aulas estén lo más cerca posible de la residencia de los estudiantes.
“Encontramos un Instituto de Educación Media Superior muy deteriorado porque se hizo un uso político de las escuelas, se nombró como directores a personas afines a cuotas y no a partir de una visión académica», señaló al referir que había contratos por tres meses y cuando ella llegó a la jefatura de Gobierno se logró hacer una nómina educativa.
El anuncio de erradicar la palabra “rechazado” del vocabulario de los jóvenes cuando tratan de ingresar a estudiar preparatoria o una carrera, es un reto que da esperanza.
Se crearán 120 mil lugares nuevos para preparatoria, se aumentará 85 por ciento la cobertura de la educación media superior, se crearán 20 nuevos planteles y se ampliarán 33, en todo el país.
Mario Delgado, titular de la SEP, reiteró que uno de los compromisos es que ningún joven se quede sin estudiar.
La propaganda de las universidades privadas creo campañas de mala fama contra la educación que inició con la Universidad de la Ciudad de México, atacándola por una supuesta mala calidad, por lo que no bastará abrir los espacios sino remontar la mala fama que utiliza políticamente los medios y las escuelas privadas, elevando los niveles de educación y comprometiendo a los jóvenes a aprender más y mejor en cada una de sus aulas.
Mientras las escuelas privadas consideran que la educación es una mercancía habrá que demostrar que es un derecho de los mexicanos y de muy elevada calidad.
Exigir más a catedráticos y alumnos, abrir espacios a la investigación e impulsar la publicación de libros de maestros y alumnos.
PEGA Y CORRE.- Cuando no se tiene el hábito de la lectura los libros son criticados por su portada, imposible pedirle a alguien que es un analfabeta funcional que lea un libro aunque sea para despedazarlo. Leer libros, es, en realidad, una manera sistemática de informarse. Así, desde medios conservadores quieren interpretar el libro de la Presidenta “Diario de una transición histórica”, y no entienden que el contenido está dentro de la portada y no en la tapa. Los ingenuos caen en la provocación que conduce su ignorancia y no pasan de la portada, ni siquiera se dan a la tarea de leer el índice, sólo entienden lo que su irresponsabilidad les impone como tarea cotidiana a la hora de informar… Esta columna se publica los lunes, miércoles y viernes.


