COLUMNISTAS

El PRI entra en ebullición

El Partido Revolucionario Institucional ya comenzó a mover

sus piezas rumbo a la renovación de su dirigencia estatal, en un contexto donde
se avecinan decisiones clave de cara al próximo proceso electoral, en el que
estarán en juego diputaciones federales y locales. Como suele ocurrir en el
priismo, los tiempos formales aún no llegan, pero los nombres ya circulan con
fuerza en los pasillos del poder.

En el primer bloque aparece Adolfo Ramírez Arana, de quien
se comenta que buscaría la reelección, apostando a la continuidad como fórmula
para mantener el control interno del partido. A la par, se menciona a la
diputada federal Lorena Piñón, perfil que podría llegar como dirigencia
interina con miras a una posterior designación definitiva, una estrategia ya
conocida en la historia reciente del tricolor.

Otro nombre que se suma es el de la diputada local Ana Rosa
Valdes, quien no solo ha manifestado interés, sino que refuerza su
posicionamiento con el trabajo que realiza en el Estado de México como delegada
especial. En esa misma baraja aparece Ponciano Vázquez Parissi, a quien se le
atribuye el interés por la secretaría del partido, pieza clave en la operación
política y territorial.

Las fórmulas, dicen, no estarían completas sin los sectores.
En ese sentido, se menciona a la líder de mujeres Yolanda Lagunes y a la ex
presidenta estatal del IRH, Karla Ladrón de Guevara, perfiles con experiencia
partidista y presencia en la estructura interna. También estaría listo para dar
el salto Dalos Rodríguez, regidor electo y actual secretario de la CNOP.

Mención aparte merece Juan Manuel Diez Francos, cuyo nombre
resuena por el papel que ha desempeñado al frente de la alcaldía de Orizaba,
consolidando un perfil de resultados que, en el PRI, siempre pesa cuando se
trata de tomar decisiones mayores.

En la lista de posibilidades también figuran Dalia Pérez
Castañeda, mientras que otros nombres parecen ir quedando al margen. Es el caso
de Américo Zúñiga, quien ha expresado abiertamente su intención de descansar su
imagen política, y de Iraís Maritza Morales, quien enfrenta temas legales
pendientes con el propio partido. En ese mismo análisis se coloca al diputado
local Héctor Yunes, a quien muchos consideran descartado por haber sido ya
presidente del PRI en 2011, aunque en política no hay sorpresas, hay
sorprendidos.

Y como todo proceso priista que se respete, no falta el
rumor: se habla de que también podría perfilarse un joven de la zona norte del
estado, una carta que, de confirmarse, apuntaría a un intento de renovación
generacional junto a perfiles como Celia Patricia Lagunes, Diego Lavalle,
Héctor Sobrevilla e incluso Ernesto Vivas.

Por ahora, todo son versiones, cálculos y lecturas
políticas. Lo único claro es que el PRI ya entró en ebullición interna.

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