COLUMNISTAS

Plurifamiliares 

 

Por Herlindo Robles

El Presidente de la República sacó del baúl de los recuerdos los empolvados registros de los cables de Wikileaks con la invitación realizada a Julian Assange, quién recopiló un cúmulo de 3 mil comunicados procedentes de la embajada de los Estados Unidos en México en la época de Tony Garza, los cables en mención corren a partir del 14 de junio de 2006 e implica la participación de Arturo Sánchez Gutiérrez, funcionario y consejero del órgano electoral en los años que van del 2003 al 2010. 

Quién aseguró con anticipación a la elección que la presidencial se definiría a favor de Felipe Calderón por alrededor de tres puntos porcentuales. Pero aún con esas evidencias, el presidente del Instituto Nacional Electoral, permanece en silencio, cubierto con la protección del cargo. Ahora bien, la pregunta es si los astros se alinearán en favor de la justicia, cuando Lorenzo Córdova entregue el omnímodo poder que detenta.

 

 

Si así fuera, el funesto personaje iría directo a prisión, por el indebido ejercicio del cargo público que utilizó para favorecer a quien lo designó y con posterioridad lo perpetuó en el cargo, como se advierte, con el junior Lorenzo Córdova, presunto integrante de las redes de complicidad descubiertas por el mismo Sánchez Gutiérrez. Otro tema de actualidad es; si se concede un marco jurídico a los militares, o se regresan a los cuarteles. 

Tomando como ariete el tema de la Guardia Nacional, se ha venido dando una batalla mediática, en contra de la posibilidad de mantener a las fuerzas armadas en las calles, realizando apoyos a la seguridad pública. La realidad que los gobernadores y gobernadoras, de los Estados de la República, tienen la necesidad de ser apoyados por el ejercito en labores de seguridad, pues los grupos del crimen organizado, tienen armamento muy superior al de las fuerzas estatales, como resultado del programa de la CIA y el gobierno de Felipe Calderón denominado “Rápido y Furioso”, mismo que introdujo armas de alto poder al país y lo entregaron a células del crimen organizado, mismo que fue pagado con dinero resultado del comercio de narcóticos a los Estados Unidos. Esta circunstancia se mantiene en el olvido, sin ser tocado por la secta reaccionaria enquistada en el Senado de la República. Pues aún existen cómplices de ese crimen de lesa humanidad cometido en contra del pueblo de México, en tiempos del calderonato. 

Para una verdadera decisión de fondo, es necesario establecer las debilidades, fortalezas, oportunidades y amenazas, del Estado mexicano, ante el crimen organizado, so pena de seguir cometiendo acciones insuficientes o equivocas, que en sustancia potencian la acción criminal.

Contrario a ello, integrantes del Senado, ven solo una confrontación de fuerzas políticas, en la cual, la ciudadanía es la única que está en riesgo. Mientras ellos se pasean con seguridad y vehículos en ocasiones blindados, con sueldos inalcanzables para la ciudadanía de a pie. Personas como Claudia Ruiz Massieu, electa por Representación Proporcional, se desgarra las vestiduras, olvidando matanzas y tragedias de Guerrero, como Aguas Blancas, aún sin resolver o la misma desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa. 

 

 

El Senado desde hace tiempo ha sido semillero de traiciones al pueblo de México, y solo un centro de manipulación donde se dan cita los “cabilderos”, pagados por quienes tienen la necesidad de que se dicten, abroguen, modifiquen o congelen; leyes a manera de los intereses de grandes transnacionales, ocupadas en usufructuar la riqueza natural de la nación para transformarla en productos altamente rentables vendidos en países de gran capacidad de consumo. 

La injusticia llegó para quedarse en las personas plurinominales, escogidas por su herencia de sangre, o méritos económicos, como los derivados del “pulpo” farmacéutico. A final de cuentas utilizan las curules para intercambiar intereses particulares abandonando los de la nación mexicana. 

 

 

Twitter: @zorvha

 

**Las columnas firmadas en este medio son responsabilidad de quienes las firman**

 

 

 

 

Comparte en redes sociales