AMLO no puede morir, hay mucha miasma que sepultar
Por José Lima Cobos
Si se quiere que las cosas sigan igual, -corrupción, impunidad, extorsión, criminalidad y demás lindezas que le acompañan- el primer presidente de México electo democráticamente por más de 30 millones de votos, Andrés Manuel López Obrador, no pude morir aún, por ser un serio obstáculo para bandidaje descomunal que existe y lograr, ahora que la nación alcance el mejor bienestar para su pueblo, porque con el nacimiento del primer cartel político encabezado por Carlos Salinas de Gortari y su pandilla en el fraude electoral del 88, llevó a consolidar constitucionalmente hablando, la entrega de la nación a los peores intereses y el cartel del Chapo y su familia y otras minucias, viene a ser irrelevante ante la gravedad que ambos carteles, se consolidaran y eso, no es ajeno el gobierno de Estados Unidos.
Y no podía ser de otra manera porque Salinas de Gortari, hijo de Raúl Salinas Lozano, que fue secretario de Economía e Industria en el régimen de López Mateos –aquel presidente que nacionalizó la industria eléctrica y que fue claro al manifestar–“mexicanos, les entregó la energía eléctrica, pero no se confíen porque los malos mexicanos estarán al acecho” y no se equivocó cuando envió a uno de esos hijos a prepararlos en universidades de los Estados Unidos y los resultados son elocuentes, pues en el régimen nefasto sujeto, se entregó todos o casi todos, los bienes de la nación a los particulares, –porque el gobierno no tiene capacidad administrativa– , luego entonces esa capacidad solo la tienen lo atracadores y saqueadores de las naciones, y así quedó demostrado en ese régimen para vivir la etapa más obscura de los últimos treinta y cinco años, arropada por el gobierno norteamericano e incluso, el cubano de Fidel Castro, caso aquí por razones geopolíticas.
No se podía esperar otra cosa y los resultados están a la vista, porque si ayer, no se podían aumentar los salarios a los trabajadores, atender a los jóvenes y ver por la salud, con médicos y medicinas gratuitas para todos, –esto enerva a las grandes mafias que se consolidaron de tal reforma–, que sólo Hércules pude afrontarlo y se ha aparecido, por eso, AMLO no tiene derecho a morirse aún, porque la miasma que existe es de tal magnitud que se nutre de la acumulación de la riqueza en pocas más y la inequidad de su distribución, tarea no fácil de enfrentar ante el poder económico de los enemigos del desarrollo del país.
Para los que se han nutrido de la placenta gubernamental, están molestos que se les califique como bandidos porque es una ofensa a su honorabilidad, –eran los sacrostantos varones de la oligarquía, de ahí, que contra viento y manera tienen que defender sus privilegios y lo menos que, si la constitución dice que nadie debe ganar más que el Presidente de la República que es el responsable del Estado Mexicanos, todos los demás, incluyendo los organismos autónomos no deben tocarse, solo si ellos lo proponen, ahí el caso de los ministros, jueces y magistrados- el buen juez por su casa empieza– que nada han hecho porque se cumpla la constitución, pero si hacen alarde que la defienden y la juran respetar e interpretar a su modo, pero en los “bueyes del compadre”, lo que evidenciará cada día más, cuando se reestructure todo el sistema y se evite el agandalle perverso de la minoría que se ha enriquecido a costa del erario público.
Los que hicieron un gran alarde con el Covid del presidente López Obrador, constataron ahora que regresa con más fortaleza y vigor para enfrentarse a los malvados, lo abiertos y embozados, que quisieran que llegara el fin de este gobierno, porque no les conviene que ahora, los negocios y construcciones que necesita la nación para su bienestar, las haga el Estado. sin comprometer la deuda pública o endrogarse y menos que el peso mexicano este fuerte, porque eso afecta a quienes tienen dólares que ven mermar sus ganancias, que el INAI, que puridad solo es un aparato, desaparezca.
Con el cambio en el INE, que no se toca, ahora se verá el horror del uso de los recursos en la falsa democracia, como se verá en otras dependencias que, si se reestructuran, harán poderosas a las arcas públicas, pues nadie cumple con la ley de contabilidad y responsabilidad hacendaria, sobre todo la Suprema Corte de Justicia que maneja de manera opaca, miles de millones de pesos, sin que rinda cuentas a nadie, —donde quedó la transparencia, por aquello que un poder autónomo e independiente, de ahí que es el primero que pugna porque nada se mueva— no hay que hacer olas, porque la miasma se extiende.
LOS CAMBIOS QUE VIENEN
Si las cosas empiezan bien en el alharaquiento INE y se ordena por su presidente honestidad en el presupuesto, bajándose el sueldo, veamos cual será el comportamiento de las demás burocracia que nació para, simulando, robando, los recursos públicos, como hongos putrefactos que se nutren de la publicidad y de gastos criminales que ahora sabemos porque el presidente lo informa sin tapujos para que el pueblo no viva engañado.
En la última etapa de este gobierno se esperan actos de la mayor trascendencia desde el punto de vista político, pues con una economía y un gobierno consolidado tendrá que profundizarse como es el de buscar la armonía hacendaria gubernamental para no sufrir más descalabros como los sufridos en los últimos gobiernos de farsantes de Salinas, Zedillo, Fox, Calderón y Peña Nieto, que ahora sí, que no le tiemble la mano al presidente haciendo justicia, pues se ayer en Chile se vio el crimen de Estados Unidos con Pinochet, ahora, con la mayoría de sus presidentes en la cárcel por ser unos auténticos bandidos —Alán García, prefirió quitarse la vida— , se espera que en México se traiga a cuentas a los últimos gobernantes y se verá hasta donde llega su dignidad, vivir en la cárcel, o quitarse la vida, como pare de la justicia divina.
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