Agreden a la UNAM
Por José García Sánchez
En estos momentos Enrique Graue, rector de la UNAM, tiene muchos problemas en lo personal como para también enfrentar el descontento que ocasiona la impartición de la cátedra a Lorenzo Córdova, quien fue abucheado desde el primer día de clases.
El rector deberá dejar a su suerte al racista burócrata para dedicarse a aclarar muchos de los desvíos de dinero en la UNAM, también deberá dar cuenta de los ingresos que recibe la Máxima Casa de estudio de los que poco sabemos.
Por ejemplo, las universidades privadas, afiliadas a la UNAM, ésta pide porcentajes por lo que ingresa y no por las ganancias. Es decir, lo que registra en caja la universidad privada en gravado por la UNAM en porcentajes total. Y nadie sabe a dónde van a dar a dar esos recursos.
Por otra parte, empresas privadas pagan a la UNAM investigaciones de todo tipo, desde científicas hasta de orden social, les venden dichos estudios muy baratos pero las ganancias reales radican en el tráfico de influencias, así mientras los empresarios aprovechan la oferta de pagar prácticamente nada por las investigaciones que subsidiamos todos los mexicanos, el rector se relaciona con los poderosos del dinero para hacer negocios.
LORENZO Y SU SALIDA
Esta es la tarea del actual rector de la UNAM, quien ha abandonado sus tareas para dedicarse a hacer relaciones públicas con el objetivo de asegurar su objetivo, ya sea abriendo las puertas al parásito de Lorenzo Córdova o bien gastando más de 80 millones de pesos en viajes al extranjero para promoverse él, así como lo hacía Lorenzo desde el INE. Ahora ya no le queda otra alternativa a éste que renunciar a su cátedra, ya que entre los 20 aspirantes a la rectoría no se encuentra el ex consejero electoral. Pero, Graue no puede quedarse cruzado de brazos, debe acelerar la salida de Lorenzo Córdova antes de que éste lo perjudique aun más.
La manifestación de las ideas en la UNAM tiene su vanguardia en las expresiones de los estudiantes que se plasman en cualquier lugar de los campus universitarios, siendo Ciudad Universitaria la más importante sede de esta libertad.
Hace pocos días, cuando un grupo de universitario se manifestaron contra la impartición de cátedra de Lorenzo Córdova en la Facultad de Derecho de la Máxima Casa de Estudios, hubo un empleado universitario que arrancó las muestras de descontento que los estudiantes habían pegado en las paredes, mostrando la intolerancia de una burocracia que se considera propietaria de las instalaciones de la Máxima Casa de Estudios.
Desde 1968 la UNAM no había sido agredida de esa manera. El personaje que parece en el video quitando la propaganda de las paredes debe ser expulsado de inmediato de la UNAM, ser exhibido y dar su nombre y actividad en la Máxima Casa de Estudios. Actuó como un Díaz Ordaz de este siglo, sin respetar la autonomía de los estudiantes de pensar como se les pega la gana.
Esta agresividad viene acompañada de la presencia de Lorenzo Córdova en las instalaciones universitaria y de la posibilidad de que un ambiguo personaje pueda ocupar la rectoría de la UNAM, luego de que fue de un lado para otro para ver quién lo adoptaba como candidato a la Presidencia de la República.
Un personaje que daba tumbos ente partidos de posturas radicalmente opuestas, que hacía declaraciones ambivalentes, que traicionaba a cada rato al partido en el que militaba que contradecía el movimiento que decía haber fundado, no puede ser rector de la UNAM-La rectoría de la UNAM no es cosa menor, aunque asilo considere Enrique Graue, no puede llamarse premio de consolación luego de perder todas las oportunidades partidistas. No se trata de un juego de compensaciones sino de una responsabilidad que tiene la misma importancia que la propia Presidencia de la República.
La UNAM ha sido agredida por varios personajes en una semana como para que un catedrático, con cuatro horas a la semana de clases, inestable ocupe el cargo más importante en la máxima casa de estudios.