COLUMNISTAS

La Constitución Política, burdo juguete de Ministros

Por José Lima Cobos

En “respeto” a la división de poderes, burdo reclamo de la oligarquía expoliadora de la nación y atracadora, por antonomasia, a más no poder, de los bienes del pueblo, con lágrimas en los ojos se rasgan las vestiduras porque ha llegado a la Suprema Corte de Justicia de la Nación una mujer con dignidad y vergüenza para defender el único instrumento que tiene el Estado, como es su Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, que concentra en si, la sangre de millones de hombres y mujeres, pero que no pondera en la magnitud que representa

Esa Constitución que horma y norma la vida de una nación que se encamina a su auténtica independencia política, económica y social y que es, sin duda, el ordenamiento jurídico más relevante de la historia reciente del país, pues ha tenido su origen en la Constitución de 1857, sin embargo, la de 1917, es la más avanzada en conquistas sociales, como es el reparto agrario, la jornada laboral, la educación, la salud, la propiedad de la nación sobre sus recursos naturales; sin embargo, ha sido mancillada por los Ministros que la han hecho su instrumento para corromper  y ultrajar la vida nacional.

Dicen que una golondrina no hace verano, pero la Ministra Lenia Batres Guadarrama, por vía de mientras, ya hizo que los demás togados, que deshonran esos elementos que poseen y que les entrega el Estado Mexicano, con sus caras duras hicieron el gesto de su vida, y pensé, ilusa esperanza, que se iban a empezar a desnudar y dejar en su sillón esas ropas, para abrir el pecho y gritar, al unísono, estamos al servicio de la Constitución y no ésta a nuestro servicio, pero no se llegó a ese extremo, cuando no sea el vacío que queda para la historia y el análisis auténticamente profundo y arriba a que “la patria es primero”.

La evidencia es clara, sin embargo, nada de asombro, porque al comparecer ante los Senadores de la república había manifestado sus principios e ideales y postulado que, por encima de todos, estaba la Constitución y su respeto a su espíritu y sus leyes, que por ese solo, ya era un acicate con que se toparan en los días por venir, pues ahora se verá, quienes son los segundos Ministros que atacan la Constitución, en principio en cuanto a las remuneraciones de los Ministros, por criminales, tienen que ajustarse a lo que desde 14 años que dice, que nadie debe percibir mayor remuneración que la que recibe el jefe del Estado Mexicano.

Los sicofantes alharaquientos, en su alarde, tienen que acudir ahora, a que la nueva Ministra es expresión del Presidente en turno -esto ha sido y será siempre si no se reforma la Constitución para que se elijan democráticamente-, porque es bien sabido, si el ejecutivo no propone a los Ministros, los Senadores no podrán elegir a nadie, de ahí que ese alarde es injustificado pero rentable para dar el disimulo más descarnado, al pretender denostar cuando es práctica inveterada que así suceda y tan es así que el propio Presidente ha señalado que de los cuatros Ministros propuestos, fue traicionado por Margarita Ríos  Farjat y González  Alcántara, lo que es claro que se equivocó, tal como permitió que Lily Téllez y Germán Martínez fueran Senadores, que han sido sus más aguerridos enemigos, poseedores de un odio tan jarocho, que raya en el más execrable cinismo, auténticos perros que muerden la mano de quien los ubico en la cúpula del poder político.

No hay duda que la Suprema Corte se ha extralimitado en sus funciones, tan es así, por dar un ejemplo simple pero de grave daño a la nación, que la Constitución prohíbe que concedan la suspensión de una ley, sin embargo, con la mano en la cintura la nulifican y así crean el malestar que normalmente se genera, pues por lo general, la ley es de observancia obligatoria pero para los Ministros no es así, luego entonces, se trastoca el orden jurídico cuando un poder invade la esfera de otro, y más en el caso de las remuneraciones y los cuarenta privilegios de que gozan los Ministros que ofenden a toda una nación, sin embargo, cachetonamente deambulan por las calles apoyados en el crimen de restarle bienestar al pueblo, en tanto se vive, por una casta privilegiada en la opulencia, la miseria es la que invade a las mayorías, en espera de la justicia divina que, más temprano que tarde, llegará a sus familias.

Si bien los señalamientos contra los abusos de los Ministros de afrenta a la Constitución son del todos ominosos, pero pocos aplaudirán los méritos de quien, hoy por hoy, será la incómoda Ministra que le ha  puesto el cascabel al gato, y que deja la víbora chirriando .

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