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PIEDRA, PAPEL O TIJERA

La abogacía mediocre, obscura, inconsciente, inculta, torcida, corrompida y sumisa en próximas horas estimularán a la justicia para que ésta se torne en indocta y, consecuentemente se aísle de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; los futuros impartidores de justicia que sean seleccionados al azar, extenderán a todos los justipreciables la desconfianza originada por la opción de ellos con el descarado y amañado juego de “piedra, papel o tijera”.

Nuestra abogacía independiente de la Nación es consciente que, con la selección de jueces, magistrados y ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Federación mediante la aplicación de la suerte, los asuntos que se diriman en los recintos de impartición de justicia saldrán siempre perdiendo.

Pero, tercos e insistentes, algunos creyentes de Andrés Manuel López Obrador, dan continuidad a su misión de destruir a la justicia, no obstante que la primera Magistrada de la Nación ya se desligó políticamente de ello, o, al menos así públicamente fue expresado.

Hoy sabemos que el Poder Legislativo juega a “piedra, papel o tijera”; palabra a palabra; de principio a fin. Buscan a como dé lugar obtener un premio final. Después de tan insana “Reforma Judicial” estiman obtener su trofeo: un Poder Judicial Federal sumiso (como ellos) al Poder Ejecutivo Federal. Algo retorcido, ¿no?.

A la sonrisa triunfal con que se adornan o pretenden adornar los rostros de muchos malos mexicanos, la Academia de Derecho Penal del Colegio Nacional de Abogados Foro de México les formula unos cuestionamientos, los cuales a la fecha no tienen respuesta: ¿Por qué no se respetó nuestra enorme Constitución Republicana?. Ello es un misterio político. ¿No es un laberinto jurídico con disfraz de legal para destruir a México y a su justicia?.

Decía Seneca que existían leyes no escritas que se encontraban en los adentros de los corazones de todos los hombres que resultaban bien nacidos. Existe un cierto sentido natural de lo que es justo y apropiado y de lo que no lo es. De ahí deriva que en una verdadera democracia se requiere una justicia independiente y esa independencia no se obtiene con “piedra, papel o tijera”.

Los recintos de justicia de todo México deben de ser lugares tan sagrados donde triunfe siempre ésta, así como el conocimiento, la imparcialidad y la verdad, la cual, reiteramos, no se obtiene a expensas de la sombra de un juego de “piedra, papel o tijera”.

 

 

Es cuánto.

Lic. Alberto Woolrich Ortíz.

 

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