Despiden a Fidel en el Congreso
El ex gobernador de Veracruz fue despedido por la clase política del estado sin importar colores ni rencillas políticas
Por Ángel Álvaro Peña
La pluralidad ideológica y el reconocimiento a la historia del desarrollo de la vida política en Veracruz tuvo lugar en el salón de sesiones de Congreso estatal, donde se rindiera homenaje al ex gobernador priista Fidel Herrera Beltrán, quien estuvo al frente de la entidad del 1 de diciembre de 2004 al 1 de diciembre de 2010. Murió el 2 de mayo de 2025.
Su hijo, Javier Herrera Borunda, del Partido Verde Ecologista de México agradeció las negociaciones que debieron hacerse para que se concretara el homenaje a su padre. Por cierto, en un recinto donde nunca trabajó. El ex gobernador fue tres veces diputado federal, pero nunca representó de manera directa, a los veracruzanos en su tierra.
Quien sirvió de operador para que este homenaje se llevara a cabo fue Esteban Bautista Hernández, de Morena, presidente de la Junta de Coordinación Política de la LXVII Legislatura, con la anuencia de la gobernadora de Veracruz, Rocío Nahle García, representada por el subsecretario de gobierno José Manuel Pozos Castro, quien dio cuenta de la sensibilidad de la gobernadora al asistir a dar el último adiós con profundo respeto.
El funcionario de Morena, quien ha sido dos veces diputado local, José Manuel Pozos Castro, esta vez asistió al recinto que lo convirtiera en pieza clave de la política estatal, para recordar a un político que forma parte de la historia de su querido Veracruz.
Quien fuera, además, gran amigo de los periodistas, fue recordado con cariño por éstos, ya que por ellos hizo lo que nadie había hecho en la historia de Veracruz, como el hecho de crear una colonia para que tuvieran casa propia los comunicadores, estableció un convenio con la Universidad Veracruzana para que, por medio de la experiencia, los periodistas obtuvieran un título que los acreditara como como profesionales de este oficio.
Además, abrió un diario El Centinela donde dio trabajo a varios de ellos.
Amigo de los amigos, con grandes expectativas siempre para el estado que era su pasión y razón de servicio.
«De mi padre aprendí que el mayor acto de amor es servir» señaló el diputado federal, Javier Herrera Borunda, durante la Guardia de Honor. Herencia sin duda que enriquecerá la vida política de su hijo que en diferente partido lleva la carga ideológica sólida y el compromiso de darle al apellido el renombre que lo caracterizó.
Hombre de ideas firmes, que como todos los que irrumpen con cambios la rutina de los viejos rituales en la política, suelen ser cuestionados, muchas veces injustamente. Ahora, Fidel Herrera Beltrán entra a la historia donde será juzgado.
Porque nadie puede subirse al tren de la historia sin ser juzgado, como una leyenda que trabajó en la política desde muy joven, que fue su gran pasión. De no ser así no estuvieran sus cenizas siendo recordadas en un recinto histórico donde se han librado batallas imborrables.
En el homenaje se mostró un video donde se narró brevemente la trayectoria de quien fuera un veracruzano de tiempo completo. Se subrayó el cariño, admiración y respeto a los veracruzanos y su estado natal.
«Le llamaban Tío Fide, porque era cercano, porque era querido, porque era parte de la familia de todos. Nosotros, mis hermanos y yo tuvimos el privilegio de decirle papá, gran dicha del destino», agregó el más pequeño de sus hijos.
También hicieron acto de presencia las legisladoras Ana Rosa Valdés Salazar, Estefanía Bastida Cuevas, Mayra Angélica Amador Pérez, Roxana Barragán Hernández, Tania María Cruz Mejía, así como el diputado Urbano Bautista.
«Hoy más que nunca necesitamos recordar que la verdadera fuerza de Veracruz está en su gente, en su historia, en el ejemplo de quienes predicaron que servir es el mayor acto de amor, pues bien, que su legado nos siga guiando, que su memoria nos levante cuando flaqueamos, que su vida nos inspire a ser mejores a no rendirnos jamás, ser útiles, servir desde donde estemos», remató Javier Herrera Borunda.
La pluralidad partidista en el actual Congreso de Veracruz es muy diferente a la que conoció en su momento Fidel Herrera, cuando el PRI tenía una mayoría aplastante, ahora sólo cuenta con dos diputados, en un cambio que poco hubieran podido pronosticar.
A pesar de estas transformaciones hay cabida para quienes hicieron desde su trinchera un mejor estado y mejor país, porque Veracruz, es nacionalismo profundo y fortaleza sólida que rechaza desde las playas pero también en las playas hace amigos entrañables y se construyen puentes para nuevas hermandades, así como un lugar desde donde a los amigos no se les dice adiós sino hasta luego.
Debe resaltarse la capacidad política de la mayoría del Congreso local de Veracruz, donde seguramente hubo acuerdos y consensos para que este homenaje tuviera lugar. No se trata de la irrupción de un contrincante a un espacio común sino la despedida de un compañero que merece ser honrado, más allá de las diferencias, por el simple hecho de haber sido elegido, en su momento, por el pueblo noble de Veracruz.
La lucha sigue.