NACIONAL

Lopez Obrador y Biden, concretan constructiva plática migratoria

Ciudad de México. Los presidentes de Estados Unidos, Joe Biden, y de México, Andrés Manuel López Obrador, tuvieron conversaciones «constructivas», dijeron ambos gobiernos, en un momento en que funcionarios de los países fronterizos se preocupan por el fin de restricciones migratorias.

La llamada se realizó unos días después de que un juez federal ordenó al Departamento de Seguridad Nacional estadounidense detener sus esfuerzos para poner fin a una orden conocida como Título 42, relacionada con el coronavirus y que permite la expulsión de migrantes para evitar la propagación del virus.

A funcionarios mexicanos les preocupa que la derogación de la medida, promulgada durante el mandato del expresidente Donald Trump para reforzar la frontera con Estados Unidos, fomente un aumento en la migración y aún más ganancias para grupos criminales, a menos que Washington ayude todavía más a mitigar el impacto.

La portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, dijo que «la mayor parte de la conversación versó sobre la migración y de seguir trabajando en la coordinación», para reducir un esperado flujo de migrantes cuando se levante esa orden sanitaria.

El tono de la llamada fue muy constructivo, dijo a periodistas. «No fue una llamada en la que el presidente Biden amenazara al presidente mexicano de ninguna manera. Ha sido un socio importante», destacó.

López Obrador señaló en su cuenta de Twitter que había tenido una conversación cordial con Biden y que acordaron que el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, visite Washington el lunes para «avanzar en temas de cooperación para el desarrollo» y hablar sobre la próxima Cumbre de las Américas.

 

 

La conversación se da en circunstancias en las que México se ha mostrado crítico de la invasión rusa de Ucrania, pero reacio a unirse a Estados Unidos y sus aliados europeos en la imposición de sanciones contra Rusia.

Obviamente esperamos que se unan a nosotros para imponer un costo al Kremlin por lo que está haciendo (…) trabajando con nosotros para hacer cumplir las sanciones implementadas por Estados Unidos y nuestros socios», dijo el viernes un funcionario de alto nivel del Gobierno de Biden.

El funcionario dijo que Estados Unidos y México tendrán «enfoques inevitablemente diferentes», pero agregó que tienen una «visión común» de que la guerra lanzada por el presidente ruso, Vladimir Putin, es injustificada.

López Obrador dijo a inicios de este mes que México no acepta la invasión rusa de Ucrania y que está a favor de una solución pacífica al conflicto.

Mientras que su Gobierno respaldó una votación en Naciones Unidas en la que se instó a Rusia a retirar sus fuerzas de Ucrania, México se abstuvo en una votación en la Asamblea General sobre la suspensión de Rusia del organismo de derechos humanos de la ONU.

Las conversaciones bilaterales sirvieron también para preparar la próxima Cumbre de las Américas, en la que Estados Unidos acogerá en junio en Los Ángeles a los líderes de América del Norte, Sur y Central, así como de El Caribe.

Los dos países avanzaron en la cooperación en materia de seguridad en octubre, con el anuncio del Marco del Bicentenario para la Seguridad, la Salud Pública y las Comunidades Seguras, pero todavía se enfrentan a obstáculos en cuestiones que van desde la inmigración hasta la energía.

 

 

 

MIGRACIÓN

El gobierno de Biden había planeado poner fin a la orden del Título 42 el 23 de mayo. Los republicanos han usado la derogación para atacar a los demócratas sobre la inmigración antes de las elecciones de medio término.

Biden ha luchado por implementar lo que describe como un sistema más humano y ordenado en la frontera entre Estados Unidos y México, cuando un número récord de migrantes han sido arrestados, hay fallos judiciales desfavorables y oposición política de republicanos y algunos en su propio partido.

Las autoridades fronterizas estadounidenses detuvieron a 210,000 migrantes que intentaban cruzar la frontera con México en marzo, el mayor total mensual en dos décadas.

El total de marzo supone un aumento del 24% con respecto al mismo mes del año anterior, en el que se detuvo a 169,000 migrantes en la frontera, en el inicio de un aumento que dejó a miles de niños no acompañados atrapados en estaciones de la patrulla fronteriza abarrotadas durante días.

 

Información: Reuters

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