COLUMNISTAS

La oposición no existe

 

Por José García Sánchez

La urgente necesidad de encontrar un candidato común para la alianza opositora la hace olvidar que deben tener otras nueve candidaturas fuertes para 2024. Se renuevan gubernaturas en nueve entidades, entre ellas la Ciudad de México y si en la posición de la Presidencia de la República están perdidos, pues lo están más en cuanto a las gubernaturas.

Faltan 20 meses para que tengan un candidato, pero en lugar de buscarlo se organizan para denunciar actos anticipados de campaña. No elegir prioridades dentro de un partido político habla de carencia de programa y ausencia de estrategias, sobre todo cuando en poco menos de 20 meses tendrán que seleccionar 10 candidatos, uno para la Presidencia y nueve para las gubernaturas en juego el mismo 5 de junio.

Es decir, habrá 10 cargos muy importantes de elección popular y Morena podría ganar 10 de 10. Y si pierde aunque sea una de ellas, la oposición estará festinando que ganó porque no hubo 10 de 10 sino 9 de 10.

Esto es muy mala noticia para la democracia en México. Sin embargo, los partidos de oposición, caracterizados por la corrupción generalizada y el autoritarismo cotidiano, no se han dado cuenta de que desde el interior de sus organizaciones debieron actualizarse porque al no hacerlo se alejaron n sólo de sus militantes sino de la sociedad.

 

 

Los partidos contrarios a Morena ni siquiera pueden llamarse oposición porque su fragmentada estrategia de acción en lugar de pensar en actualizarse, refundarse, transformarse buscan en el partido en el poder vestigios de los viejos vicios de la política y los denuncian como si ellos tuvieran la conciencia limpia y tuvieran en sus manos la memoria de la sociedad.

Un acto de corrupción e un millón de pesos la oposición la convierte en un grave delito, a pesar de que su dimensión en menor. Esto, por arte de magia de los medios convencionales se convierte en un delito que condena a toda la 4T, sin importar pruebas, evidencias, sólo delitos sin culpables per los conservadores litigan en los medios, porque los medios le han servido de tribunal en el pasado para fabricar delitos, delincuentes y elaborar impunidades.

La oposición actúa como una permanente fe de erratas en un país que ellos consideraban modelo antes de la llegada de la 4T. Hablan de un regreso al pasado en acciones tan absurdas como el seguro popular que en realidad nunca existió, fue un proyecto fantasma que ni curaba ni existía. Ahora exigen una especie de perfección en una práctica donde no existe la pureza, pero incapaces de mencionar sus errores, que quieren que la población olvide.

Así, el pasado se convierte en la única referencia legislativa para mover al país, como si se tratara de reconocer su trabajo que fue lamentable porque estaba asentado en la corrupción, ya sea a través de socios o implicados en esas acciones o como beneficiarios directos de dichas disposiciones de gobierno. Esto implica regresar a las decisiones de gobierno que realizaron inspiradas en negocios particulares y no en beneficios sociales.

Los conservadores hacen honor a su nombre y quieren conservar lo que perdieron, perdurar lo poco que hicieron en favor de la sociedad, eri están imposibilitados para ver el presente, más aún para mirar hacia el futuro.

 

 

Twitter: @Josangasa3

 

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