COLUMNISTAS

A revisión la candidatura presidencial del PRI

 

Por Carlos O. Silva Bandala

Los precandidatos del PRI que aspiran a la candidatura presidencial, algunos de ellos plantearon, que la posibilidad de triunfar en las elecciones del 2024, es que los partidos políticos no alineados al Presidente AMLO, se coaliguen y presenten una candidatura común. Esa opción plantea un dilema; el PRI ya tiene precandidatos declarados, vistos y publicados por el mismo CEN del PRI.

 

DECISIÓN EJECUTIVA

1. Si la decisión se toma de manera ejecutiva por el presidente del CEN del PRI, Alejandro Moreno en beneficio de algunos de los precandidatos, a los demás, se le hará a un lado. Entonces la pregunta surge, ¿Para qué tanto teatro en Diálogos por México? ¿Cómo se verán los otros precandidatos? Lo dejo a la interpretación de ustedes, respetables lectores. 2. Decidir de manera ejecutiva, ser parte de una coalición de partidos. 

Una y otra opción, requiere que Alejandro Moreno consense en principio, con los precandidatos. De ir a la coalición, el sentido común de los precandidatos habrá de dictarles que ninguno de ellos sería el candidato de la susodicha coalición, en cualesquiera de las asociaciones a las que se vincule: Alianza Va Por México o con Morena. 

El dirigente nacional del PRI “Alito”, obligado está a que esas decisiones no queden solo en esas posibilidades anotadas, le es imperativo, que dichas intensiones, pasen por la Convección Nacional o por el Consejo Político Nacional. Todo un brete. 

En los regímenes presidencialistas del PRI, se hacía alarde de una expresión muy significativa para la postulación del candidato presidencial: Para ser Papa se necesita ser Cardenal. La interpretación era que solo los Secretarios de Estado del gabinete presidencial, podían ser candidatos. Haciendo una síntesis del caso el Presidente Gustavo Díaz Ordaz decidió por Luis Echeverría, Secretario de Gobernación; éste por José López Portillo, Secretario de Hacienda; él por Miguel de la Madrid, Secretario de Programación y Presupuesto; él por Carlos Salinas de Gortari, Secretario de Programación y Presupuesto; éste por Luis Donaldo Colosio y Ernesto Zedillo, Secretario de Desarrollo Social y Programación y Presupuesto, respectivamente. Zedillo por Francisco Labastida, Secretario de Gobernación. Enrique Peña Nieto, por José Antonio Meade —no priísta—Secretario de Hacienda. 

Los presidentes de la República anotados eran mandamases y comandaban en todo y por todo del PRI. Con Convención Nacional o sin ella, la decisión de la candidatura presidencial era facultad inalterable del Presidente de la República saliente. Del grupo de personalidades que se dejaban correr para la opinión pública, una vez que se conocía al candidato presidencial, los demás acudían con cortesía, estuviesen o no estuviesen de acuerdo, a la salutación y felicitación correspondiente. Ni siquiera chistaban. Es muy simple entenderlo, eran colaboradores del Presidente, eran sus subalternos; el Presidente los nombraba y quitaba a discreción propia. Se lo permitía, lo permite, la Constitución.

Lo anterior, en la consideración de que el candidato presidencial del PRI no debe surgir de la voluntad o actitud subterfugio de Alejandro Moreno, su imparcialidad es obligada, meramente de árbitro, no debe ser juez y parte. El tiempo nos dirá, que, si no hay asamblea nacional, es imprescindible convocar al Consejo Político Nacional, para que mediando un procedimiento de elección inter/consejeros, voten por el que así consideren, sea el candidato presidencial, o en su defecto ir a la coalición. Los precandidatos del PRI no son subalternos, colaboradores o dependientes de Alejandro Moreno, presidente del CEN del PRI, por ello, haciendo alusión a lo expresado por el Senador Miguel Ángel Osorio Chong, Alejandro Moreno no es dueño del PRI. El dicente agrega, “Alito”, no es el Presidente de la República, priísta, que mandaba y comandaba en el PRI. Sus méritos no le alcanzan para considerarse líder político nacional. Es un administrador de la función del PRI. En las facultades estatutarias, la decisión máxima, política, de quien resulte ser candidato presidencial o alianza política con otros partidos, aceptando la candidatura, no propia, se responsabiliza de convocar a la militancia en cualesquiera de las formas de Asamblea Nacional o Consejo Político Nacional. Todo un brete. Aquellas declaraciones bravuconas de Alejandro Moreno, de que el decidirá las candidaturas en el 2024, se caen por sí solas. 

Ahora bien, hay dos personalidades políticas que están fuera, hasta ahora, de las precandidaturas presidenciales por el Partido político al que pertenecen: el Senador Miguel Ángel Osorio Chong (PRI) y el Senador Ricardo Monreal (Morena). Ambos con presencia política reconocida por sus pares y en mucho por la ciudadanía en general. En análisis anteriores tipificaba a los precandidatos de Morena como 3 + 1, en referencia a los indicados por el Presidente AMLO y el que se agregó de mutuo propio, Ricardo Monreal. En el grupo de invitados como precandidatos del PRI a Diálogos por México, no fue considerado el Senador Osorio Chong.

 

 

CONSIDERACIONES

El Presidente AMLO no habla de Monreal como que al que quiere mucho, como se expresa para otros muy cercanos colaboradores de él; se refiere al Senador Monreal como al que respeta. Interpretando al Presidente, ha de entenderse que le reconoce sus capacidades y su lealtad. Sin embargo, no es santo de su devoción como lo ha dejado ver de los otros tres. Monreal ya había sido sacrificado políticamente, pues buscó la candidatura al Gobierno de la CdMx, pero tuvo que disciplinarse al no contar con la venia del entonces candidato presidencial AMLO. A cambio lo hicieron candidato al Senado y líder en el mismo, ya como Senador. Ha sido por el primer trienio Lopezobradorista el presidente de la Junta de Coordinación Política y Coordinador de los Senadores de Morena. Responsabilidades y representaciones de suma importancia en la confianza del Presidente y su Proyecto de Nación. El Senador Monreal es un político acrisolado, con un historial político consistente: Diputado Federal en tres ocasiones, Gobernador de su Estado natal Zacatecas; Jefe Delegacional de Cuauhtémoc de la CdMx, actualmente Senador de la República. El ha dicho que se ha preparado para ser Presidente de México. No le faltan razones. Entonces, por qué el Presidente no lo incluyó como una cuarta personalidad a la candidatura presidencial. Es un negociador político competente, en la búsqueda de los acuerdos y consensos. ¿Entonces, qué pasó, qué no lo incluye como candidato de casa?

El Presidente AMLO y el Senador Monreal han tenido diferencias en temas políticos diversos. Lo cual dice mucho de las convicciones del Senador, pues no le da atole con el dedo al Presidente, diciendo SÍ a todo lo que el Presidente considera. No es un convenenciero. Sus diferencias no lo hacen desleal al Presidente, eso ha quedado muy claro.

Al elevar la mira política no se encuadra como precandidato a la Jefatura de la CdMx, que fue su intensión en el 2018. Enfrenta un destino político en Morena donde ya toco techo. Que, si bien el Senador Monreal se inscribe como una cuarta opción a la encuesta nacional de Morena, para conocer al candidato presidencial, elegido, Ricardo Monreal, por sentido común debe reconocer que será derrotado. Los morenistas ya saben que no es la niña de los ojos del Presidente. 

En el PRI, algo muy similar sucede con el Senador Miguel Ángel Osorio Chong. En el teatro de pasarela política que montó Alejandro Moreno, no lo incluyo como precandidato y en consecuencia no lo invitó a Diálogos por México. El Senador Osorio Chong ha sido el más crítico de la dirección política de Alejandro Moreno en el PRI. Nótese que no redacto la palabra liderazgo, porque no lo tiene. Entendido está que el presidente del CEN del PRI tiene el poder legal partidario; lo respaldan los Estatutos del Partido. En lo formal goza de esas facultades, sin embargo, en los hechos, “Alito” ha demostrado ser errático e incompetente. Además de habérsele exhibido en audios y otras investigaciones patrimoniales que lo muestran deshonesto. Por eso y otras razones el Senador Osorio Chong ha insistido en su remoción. El desprestigio de Moreno y su incompetencia, lo considera un estorbo para poder rescatar al PRI de su desgracia política. Esas diferencias no son actitudes de deslealtad del Senador al PRI, como Alejandro Moreno hace creer. El Senador Osorio Chong, es el político activo, y lo subrayo, más reconocido por los priístas. Su historial lo dignifica: Gobernador de su Estado natal Hidalgo; Secretario de Gobernación por 6 años con el Presidente Peña Nieto; Actualmente Senador de la República. 

Al dejar fuera de las precandidaturas priístas al Senador, es un craso error, pues es la mejor carta política que hoy tienen en activo los priístas para representarlos en la contienda presidencial. Si para el caso, cuál debe ser, se lleva a cabo la Convención Nacional o el Consejo Político Nacional para postular al candidato presidencial, al Senador Osorio Chong han de incluirlo como aspirante. Alejandro Moreno no tendrá ni autoridad moral ni política para dejarlo fuera, si solicita ser precandidato presidencial. 

Todavía falta un buen trecho para las candidaturas presidenciales en Morena y el PRI. Los Senadores Ricardo Monreal y Miguel Ángel Osorio Chong siguen en la batalla. Uno y otro tienen mucho que ofrecer de bueno y exitoso en sus partidos políticos. Y, quizá, tal vez, mucho más de lo que de otros se puede creer. Cuestión de enfoques, de análisis y resultados. Decía el filósofo Emmanuel Kant: El sabio puede cambiar de opinión (opción), el necio nunca. 

 

 

Correo: flormarcc2@gmail.com

 

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