COLUMNISTAS

Alea Iacta Est

 

Por Alberto Woolrich Ortíz

Hoy dos de enero del año dos mil veintitrés, el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, deberá decidir el destino de la Justicia en los Estados Unidos Mexicanos. Vaya honrosa encomienda.

Ciñéndonos a los dos más fuertes contendientes, Alfredo Gutiérrez Ortíz Mena y Yasmín Esquivel Mossa, hemos de empezar por decir que a ambos se les ha cuestionado uno por su enorme patrimonio, el que ha dado origen a que se le conozca como “el ministro de oro”; la otra por cierta tesis estudiantil. Por ello el futuro de nuestra justicia se encuentra incierto. 

La Academia de Derecho Penal, en fraterna alianza con algunas togas de la Academia Mexicana de Derecho Internacional, no tiene duda alguna que la balanza de la Diosa Themis se deberá inclinar por aquella toga de mayor pulcritud durante su trayectoria profesional.

De la toga de Alfredo Gutiérrez Ortíz Mena se ha dicho y se ha publicado poco, pero hoy mediante las presentes líneas se exhibirá la verdad. 

Efectuemos para ello un previo análisis sobre la situación legal de Alfredo Gutiérrez Ortíz Mena por ser abogado litigante en Nueva York y, a la vez portar la toga de ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. 

Entremos en detalles:

A escasas horas de dar inicio éste año dos mil veintitrés, la Academia de Derecho Penal del Colegio Nacional de Abogados Foro de México, gracias a la bondad de fraternos ateneos como lo son el identificado como WHC (World Humanity Commission), por sí y/o a través de su Commission for Humanity y la Barra Interamericana de Derechos Humanos que honrosamente preside el Señor Lic. Don José Luis Aguirre, recibió una valiosa información, delicada y precisa acerca de un integrante de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, es decir, un Togado, que está compitiendo para presidir el pleno de Ministros de esa nuestra Corte de Justicia, su nombre ya lo adivinaron Alfredo Gutiérrez Ortíz Mena.

Los menos versados en técnicas de justicia saben que cualquier información debe ser verificada, por ello conjuntamente las dos Academias de Derecho anteriormente  mencionadas, se dedicaron a analizar de forma detallada tales pesquisas, las que nos llenaron de indignación e ira. ¿Preguntaran ustedes el porqué?.  Véanlo con sus propios ojos y saquen sus personales conclusiones.

Un ministro que quiere ser Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, juró al habérsele conferido dicho cargo una lealtad absoluta  a nuestro Pacto Federal. Ahora sabemos que Alfredo Gutiérrez Ortíz Mena también juró lealtad, hacer guardar y apoyar la Constitución de los Estados Unidos de Norteamérica al igual que la del Estado de Nueva York.

Para conocimiento de nuestros amables leyentes, el texto íntegro de dicho juramento es el que prevé la Ley Judicial del Estado de Nueva York, y se encuentra titulado como  “Juramento del cargo del abogado”, establece claramente que toda persona, admitida según lo prescrito en la “Ley Norteamericana” debe, al momento en el que se admita en el  ejercicio de la profesión de abogado y rinda el juramento constitucional de su cargo en audiencia pública ipso facto se le anota en unos anales que son mantenidos en la Oficina del Secretario de la División de Apelaciones de la Corte Suprema Corte de Justicia Norteamericana, para tales efectos ello será como lo mandata la Sección 1, del Articulo XIII de la Constitución del Estado de Nueva York, que a la letra reza: 

“Juro (o afirmo) que apoyaré la Constitución de los Estados Unidos, y a la Constitución del Estado de Nueva York, y que voy a desempeñar fielmente los deberes del cargo de abogado y consejero legal, según lo mejor de mi capacidad”

Las Academias de Derecho Penal y Derecho Internacional de ésta República, de inmediato se avocaron a buscar los registros públicos de la Barra del Estado de Nueva York, y ¡oh sorpresa!, cuando localizamos al togado Alfredo Gutiérrez Ortíz Mena y encontramos que dicho sujeto había rendido tal protesta.

Encontramos también que el Ministro Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, Juró y tomó dicho Juramento el 27 de agosto de 2003. Su número de registro o matricula, es la 4156626. Aquí lo interesante y jurídicamente reprochable estriba en el hecho de que, en dichos registros públicos, lo exhiben como un miembro activo de la Barra del Estado de Nueva York, y que su dirección “comercial” para detentar el cargo de actividad, es la ubicada en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, es decir, Pino Suarez, 3er Piso, Puerta 4077, Col. Centro Histórico, Del. Cuauhtémoc 06065, con independencia de ello, el descaro de tal sujeto llegó a proporcionar un correo institucional de la corte, es decir  agutierrez@mail.scjn.gob.mx. A la par consta que dichos registros, fueron hechos ante la Tercera Sala de Apelaciones del Departamento de Admisión de la División de Apelaciones del Sistema Unificado de Tribunales del Estado de Nueva York.

El Comité de Disciplina y Agravios del Tribunal de Apelaciones, menciona que: “Al prestar juramento, el solicitante se convierte en funcionario de los tribunales del estado de Nueva York. El título formal de la oficina es «Abogado y Consejero». Una oficina, en este sentido, es una posición de deber, confianza y autoridad, conferida por la autoridad gubernamental para un propósito público (Diccionario de derecho Black’s [8th ed 2004) (en adelante “Black´s”). En su rol de abogado, el oficial es aquel que es designado para realizar transacciones y gestiones para otros (Black’s, en 138) y como asesor legal, su función es dar consejo legal (Diccionario versión corta de Oxford [5th ed 2002], en 532).

Así, encontramos que la ceremonia de admisión es una ocasión solemne durante la cual un candidato a la admisión al colegio de abogados asume un cargo público, que es el cargo de Abogado y Consejero, al prestar juramento para desempeñar dicho papel. Los términos de ese juramento o afirmación requieren que la persona que se comprometió, cumpla y sostenga y mantenga la autoridad de ambas Constituciones y leyes de los Estados Unidos, así como la del Estado de Nueva York….”

Habremos de decir también que WHC (World Humanity Commission), por sí y/o a través de su Commission for Humanity y la Barra Interamericana de Derechos Humanos que honrosamente preside el Señor Lic. Don José Luis Aguirre, nos comunicó también que hay presentada una queja ante el Órgano disciplinario de la Barra de Nueva York (los Tribunales estatales de Justicia) ya que la Ley 470, ordena a todo abogado registrado en Nueva York, Y que no resida en el estado de Nueva York, que es obligatorio que tenga y mantenga una oficina legal en dicho estado.  

Como juristas versados en la ley sabemos que la constitucionalidad de dicha Ley, fue respaldada el 22 de abril de 2016, en el caso precedente de Schoenefeld V. Schneiderman, en el cual, la Corte de Apelaciones del Segundo Circuito de los EE. UU. sostuvo que el requisito de Nueva York de que los miembros no residentes del Colegio de Abogados de Nueva York mantengan una oficina física dentro del estado para la transacción de negocios legales bajo el Poder Judicial de Nueva York,  la Ley § 470 no viola la Cláusula de Privilegios e Inmunidades ((2d Cir. 22 de abril de 2016)), que es constitucional.

Ahora bien, preguntara usted amigo lector, ¿cuáles son los requisitos si fuese que el togado Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena hubiese sido Magistrado o Juez en Nueva York? Estaría prohibidísimo porque no se puede, no es compatible la actividad de ser Miembro integrante activo de la Barra de Nueva York (me refiero al Colegio de Abogados), y al mismo tiempo ser parte de un Órgano Jurisdiccional. 

Ello así lo ordenan las opiniones éticas Números 00-77 del 14 de septiembre de 2000, y la 94-18, del 10 de marzo de 1994 y la Opinión Conjunta Numero 02-03 y 02-17 del 7 de marzo de 2002, en las cuales es más que claro y obligatorio, que no es compatible y no se puede ser Juez, y al mismo tiempo miembro activo del Colegio de Abogados de Nueva York. Lo anterior, obviamente en éste momento pone en grave riesgo la honorabilidad y verticalidad del ministro Ortíz Mena.

Como ahora éstos ateneos lo exhiben, no solo tenemos a un candidato a la Presidencia de nuestra Suprema Corte de Justicia, que no solo juró proteger y cuidar las Constituciones de Estados Unidos, así como del Estado de Nueva York, sino que también  nos encontramos que por tal motivo ahora enfrentara problemas disciplinarios en el Estado de Nueva York. Ah, pequeño detalle, se me olvidaba. Para poder recibir comisiones de otros abogados por referir casos (hasta treinta por ciento (30%) o más quizás), es obligatorio estar como miembro activo del Colegio de Abogados de Nueva York. ¿Será por eso que no quiere dejar su mina de oro el Ministro Ortiz Mena?, mina por la que ahora se le reconoce como “El ministro de oro”.

La pregunta formal de los togados de la República es  ¿Dónde están las lealtades del Ministro Alfredo Gutierrez Ortiz Mena, y de su habilitador, el saliente Presidente de la Corte, Arturo Zaldívar?

Nos queda bien claro que, en su lucha intestina que en estos momentos se está llevando a cabo para lograr quedarse con el control de la mismísima Corte, al igual que del Consejo de la Judicatura Federal, a ambos les lastimó, resultó incómodo y amenazó a sus intereses, el hecho de que la Ministra Yasmin Esquivel Mossa, todavía no terminaba de plasmar su plan de trabajo para los esfuerzos que ella haría por cambiar el rumbo de tan noble, y muy atacada institución, como la rendición de cuentas, independencia judicial, y por supuesto la separación del Presidente del Consejo de la Judicatura Federal y de la Suprema Corte, que no deben ni puede ser el mismo, dando como resultado que horas después se iniciara una masacre en contra de ella. Como se ha dicho en líneas anteriores, todavía no acababa de “secarse” la tinta de su plan de trabajo, cuando minutos después se vino una turba de linchamiento hacia su honorable toga. Como diría Michele Taruffo: “La Prueba de los Hechos”. ¿En dónde quedo?

Las dos academias hermanas nos permitimos puntualizar los hechos del porqué el ministril Alfredo Gutierrez Ortiz Mena, no puede aspirar a ser Ministro Presidente de la Corte. Hace apenas unas horas, recibimos por medio de los protocolos académicos correspondientes ésta  información delicada y precisa acerca de un integrante de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, es decir, un Togado, que está compitiendo para presidir el pleno de Ministros de nuestra Suprema Corte de Justicia de la Nación. 

Somos muchos los abogados que aspiramos a que se modifique la manera de impartir justicia en nuestra  Patria, por ello estamos sumamente preocupados y en estado de indignación el saber de lo que acontece extraterritorialmente. ¿Preguntará usted porqué?.

Un togado que quiere ser Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, juró lealtad, y hacer guardar y apoyar dos diversas Constituciones y a eso se le llama indecencia jurídica. 

Para conocimiento de nuestros gentiles leyentes, eso por desde luego inhabilita al “ministro de oro” para seguir utilizando el bastión de su toga y enriqueciéndose por ello. Es cuanto.

 

 

Lic. Alberto Woolrich Ortíz

Presidente de la Academia de Derecho Penal

del Colegio de Abogados de México, A.C.

 

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