Otro tiroteo a la lista
Por Jessica Woolrich
Hay noticias que se parecen unas con otras y quienes las narran parecen estar repitiendo una y otra vez el relato, tal como sucede con cada noticia referente a los tiroteos masivos que ocurren en Estados Unidos, porque cada nota es tan similar a otra que casi se pudiera estar hablando de la misma.
Se habla del número de muertos, el nombre de las víctimas, del lugar donde ocurrieron los hechos, del calibre utilizado, de la rabia generada, pero de lo que nunca se habla es de una solución, y esta vez no es la excepción. Ya que mientras el pasado 22 de enero, en Monterey, California se celebraba el Nuevo Año Chino, un tirador abrió fuego contra un grupo de personas que se habían reunido en un estudio de baile, para los festejos, matando a 10 personas y dejando en gravedad a al menos otras 10.
Y aún cuando de inmediato hubo una gran presencia policial, el sospechoso se dio a la fuga, y hasta el momento no hay mucha información de él.
Es lamentable tener que narrar esto, como si fuera parte de la rutina de un país, que cuando ocurrió la matanza de Columbine en 1999, se sacudió de tal forma que prometió que aquello no ocurriría nunca más, pero a final de cuentas nada cambió, todo continuó como siempre y hoy las matanzas siguen ocurriendo y los republicanos y demócratas parece que evitan encarar un problema que se les ha salido por completo de las manos.
Y es que mientras el mundo ve con tristeza estos hechos, los dos partidos estadounidenses buscan pretextos, más no soluciones, porque durante un tiempo muchos demócratas apuntaban a los republicanos como responsables por seguir manteniendo los lazos y encumbrando a la NRA, o la Asociación de Rifle, pero cuando los demócratas han tenido el control del congreso, tampoco han hecho los cambios necesarios para prevenir este tipo de crímenes. Los rifles de alto poder siguen estando permitidos, los chequeos para la venta de armas son casi irrisorios, y las mismos las puede comprar alguien responsable, que alguna persona con un historial de problemas mentales.
Y si no se cambia esto, este tipo de notas seguirán siendo parte del día a día de una nación que se rehúsa aprender de sus errores y modificar el camino, porque piensan que al hacerlo estarán yendo en contra de sus preceptos, de sus famosas enmiendas, pero olvidan que esas enmiendas fueron hechas en otros tiempos, en otras circunstancias, y hoy habría que evaluar si la nación está preparada para mantenerse atados a lo establecido en 1791, o reconoce sus equivocaciones y se actualiza a la realidad del 2023, y es que como citó Carl Gustav Jung “las personas podrían aprender de sus errores, si no estuvieran tan ocupados negándolos”.