¡Nadie debe confiarse! en las elecciones de Coahuila y el Estado de México
<< A pesar de que las encuestas favorecen a Morena en ambos estados, la división interna puede hacer una competencia reñida >>
Por Ángel Álvaro Peña
La oposición no se mostró como un grupo congruente con su posición. Pocas veces propuso algo y casi no envió iniciativas de ley en el Legislativo. Esto sucedió a lo largo y ancho del país, donde se mostraron los integrantes de la alianza opositora como seres grises y poco activos políticamente.
La historia del Estado de México se cuenta aparte del resto del país a pesar de tener algunas coincidencias políticas. Habrá que empezar por la visión tradicional de la entidad que era tomada como el laboratorio electoral que anunciaba el triunfo del PRI en la Presidencia de la República, mito que se rompió hace unos años.
Antiguamente el triunfo en el Edomex, contribuía a legitimar le triunfo de la Presidencia de la República por el PRI. Era como la ola que cubre la arena donde se esconden delitos electorales tradicionales, tanto en la entidad como en el resto del país. Al paso del tiempo el PRI se debilitaba, el triunfo electoral en la entidad, era la muleta electoral con lo que se sostenía la Presidencia.
Ahora la candidata que ese Grupo Atlacomulco proponía, Ana Lilia Herrera, sucumbió ante la favorita del gobernador Alfredo del Mazo Maza, quien impuso a su favorita, Alejandra del Moral. Con el propósito de que Morena no tuviera opositor fuerte para que llegue a la gubernatura Delfina Gómez.
La selección de Alejandra del Moral es parte de una negociación, según se comenta, entre el gobernador de la entidad que garantiza no ser perseguido por varios delitos que, desde ahora se le señalan, a finales de 2019, el mandatario del Edomex, era investigado por corrupción y delitos conexos, luego de que García Luna, confesara que políticos de altísimo nivel eran corrompido por el cártel de Sinaloa, entre ellos, dijo el ex policía de Calderón, el “príncipe del grupo Atlacomulco”, en alusión al actual gobernador.
“A lo largo de la historia, con ustedes nos hemos dado cuenta que los priistas hemos luchado y hemos alcanzado las metas que nos proponemos cuando vamos unidos, cuando estamos claros de a dónde queremos llegar y, sobre todo, la importancia del reto que tenemos enfrente”, dijo del Moral al iniciar su precandidatura.
Esta diferencia en la selección de la candidata a la gubernatura fue una de las fisuras recientes que se han percibido con mayor profundidad del PRI. Porque tiene como telón de fondo la división que el líder nacional ha provocado al interior de su partido, donde hay quienes se autodenominan los auténticos líderes del tricolor en el país, lo cierto es que nadie ha podido arrebatarle el liderazgo al ex gobernador de Campeche.
Pero el PRI no es el único partido que llega dividido a las elecciones el 4 de junio de este año. La propia alianza se ha mostrado frágil ante los comicios, sobre todo en el Edomex. Al PAN le dolió mucho haber anunciado dos meses antes a su candidato Enrique del Villar y luego colocarlo como candidato a la senaduría. Sabía que sería muy cuestionado ante las denuncias que lo han llevado a la cárcel varias veces al ex alcalde de Huixquilucan.
La alianza tiene una división, evidente el partido más débil de los que conforman la alianza, el PRD, insiste en que su candidato, Omar Ortega, es el ideal, a pesar de que la precampaña de Alejandra del Moral ya inició.
Es decir, cada uno de los tres partidos de la alianza crearon sus propios rencores y aún dentro de sus filas se advierte un voto de castigo.
Pero también en Morena los resentimientos se muestran y las evidencias se expresan abiertamente. Cuando el equipo de Delfina Gómez trató de designar a candidatos a las diferentes presidencias municipales, en su cuarto de guerra se escuchó una voz que decía en Texcoco quien designa al candidato es Higinio Martínez, quien de ser un defensor de los derechos de los texcocanos se convirtió en el cacique del municipio, y no permite que nadie decida sobre el futuro de esta localidad.
En su precampaña Delfina Gómez pidió a la militancia no confiarse y recalcó que hace seis años hubo fraude electoral al decir: “No quiero pecar de optimismo, pero vamos muy bien y casi 20 puntos de ventaja, con un estrecho margen daría la tentación que siempre ha tenido el PRI en el estado de México de robarse lo que no gana como ocurrió hace seis años”.
Esta circunstancia le impide a tener un equipo propio a Delfina Gómez en la gubernatura, que tendrá muy posiblemente un opositor dentro de Morena en Texcoco.
Si bien el voto de la alianza opositora está fragmentado el partido que la juega solo tampoco cuenta con un candidato sólido, que sería Juan Zepeda, ex rockero y ex perredista por 23 años, y ex bracero hasta que fue deportado, actualmente senador que también asegura que ganará. Cuya influencia la tiene principalmente en Ciudad Nezahualcóyotl.
El PRI tiene una clientela electoral cautiva del 25 por ciento del padrón electoral, que es contra lo que deberá luchar Morena y Movimiento Ciudadano. El gobernador tiene una aceptación del 40 por ciento, y la inercia de la elección por el tricolor sigue pesando.
Por otra parte, estos dos partidos también deberán enfrentarse a los que llaman el corredor azul que son municipios contiguos en manos del PAN, como Naucalpan, Tlalnepantla, Cuautitlán Izcalli, Atizapán de Zaragoza y un bastión donde el PRI está más fuerte que en Atlacomulco: Metepec.
El Edomex es la entidad de mayor afluencia de votos, sin contar el abstencionismo que también crece en la entidad, se dice que quien logre vencer al abstencionismo ganara el estado y la Presidencia de la República.
El padrón electoral es de 12 millones 260 mil 567, entre los cuales destacan 266 mil 585 nuevos votantes que recientemente cumplieron 18 años.
A pesar del optimismo de algunos, de la fuerza del pasado, de las promesas a futuro las elecciones en el Edomex, siguen siendo una moneda en el aire.
DIVISIÓN EN COAHUILA
En cuanto a Coahuila la división de Morena se convierte en una dura lección para Mario Delgado, quien sigue con su vieja práctica de encuestas a 1,500 personas, por vía telefónica, como única justificación para nombrar a sus favoritos. Porque desde la perspectiva del líder nacional de Morena, designa a Armando Guadiana Tijerina, como el elegido por los coahuilenses, cuando una semana antes de dar a conocer al ganador de la encuesta, el más conocido en el país era Ricardo Mejía Berdeja, quien fuera subsecretario de Seguridad Ciudadana a nivel federal, organizó una marcha multitudinaria en Saltillo.
A pesar de esta muestra de músculo quien parecía ganador, se quedó afuera. Debe aclararse que la encuesta, según los estatutos de Morena, eran para designar delegado estatal de Morena en el estado, pero no para el candidato a la gubernatura; sin embargo, por capricho Mario Delgado hizo de una sola encuesta dos selecciones, violando las reglas de su partido.
Ante esta situación Mejía Berdeja, fue nombrado candidato del Partido del Trabajo para la gubernatura de Coahuila, colocando un verdadero obstáculo para el triunfo de Morena en la entidad, porque los coahuilenses habían mostrado preferencia por él.
La aparición de Mejía Berdeja como candidato a la gubernatura de Coahuila como un real competidor de Morena, encolerizó tanto a Delgado que propuso la expulsión del partido de más de 20 coahuilenses que le pidieron que se respetaran los estatutos, entre ellos: Laila Yamile Mtanous Castaño, presidenta del Consejo Estatal de Morena en Coahuila; Lucía Inés Zorrilla Cépeda, secretaria de Finanzas del Comité Ejecutivo Estatal, y Luis Alberto Ortiz Zorrilla, secretario de Jóvenes del Comité Ejecutivo en el estado, Francisco Javier Borrego Adame, diputado federal, y Francisco Javier Cortez Gómez y Laura Francisca Aguilar Tabares, diputados locales de Coahuila.
Cuando el único pecado de ellos había sido el de pedir que se respetaran las reglas de Morena en la selección del candidato. Incluso, se le exige a Mario delgado, que también proponga la expulsión de otros morenistas que han favorecido a candidatos y personas de otros partidos, en alusión directa a Ricardo Monreal.
La competencia de Morena o el PT, carece de fuerza por significar una especie de herencia del legado de los hermanos Moreira, Humberto y Rubén, ambos ex gobernadores de Coahuila. Por la alianza PRI, PAN, PRD, compite Manolo Jiménez Salinas, actual secretario de Inclusión y Desarrollo Social en el gabinete del actual gobernador Miguel Ángel Riquelme. Por su parte, Movimiento Ciudadano, sorprende por su sorpresiva alianza, con un partido estatal, llamado Unión Democrática de Coahuila, cuyo líder es el candidato a la gubernatura, por ambos partidos, Lenin Pérez Rivera, lo cual habla de cierta debilidad de MC en el norte del país.
La división en Morena no sólo enfrenta un contrincante por la gubernatura de Coahuila que puede ganarle, incluso con ventaja, sino que siembra la semilla de la división partidista, a nivel nacional, y marca la parcialidad de un líder del partido, cuyos mejores momentos ya pasaron y que cuenta cada día con menos apoyo de la militancia.
Estas divisiones pueden colocar a Morena contra la pared y pasar del triunfo que consideran en la bolsa, en una derrota imperdonable.