La bendita corrupción de Salinas salvará a México
Por José Lima Cobos
A partir del ascenso de Carlos Salinas de Gortari al gobierno de la República, —producto del fraude electoral de 1988 en contra del hijo del histórico presidente Lázaro Cárdenas— en que se institucionaliza la corrupción a fondo en el país, se sientan las bases para que hoy, a treinta y cinco años de tan falsa democracia se pueda pensar que el país empezará a recuperar la riqueza que fue producto del atraco y el saqueo de los recursos nacionales, pues no hay que olvidar que es a partir de ese acontecimiento en que se visualiza que solo ese camino era la ruta adecuada.
Cómo olvidar que en ese régimen, tan nefasto para la nación y su pueblo, pero floreciente para una minoría rapaz y criminal que asaltó al poder, que se presente ahora la oportunidad —dicen que la oportunidad la pintan clava— para que se busque recuperar lo robado con tanta impunidad y se mantengan intocables los grandes depredadores, cuando se ha puesto en claro que los recursos de la patria se entregaron a los grandes corruptos.
Si está probado que Salinas de Gortari entregó concesiones de teléfonos de México —por ser un mal negocio para el pueblo, pero bueno para Carlos Slim o a Larrea, Ballares y otros más, la minería— las tierras ejidales en más de 1,671 concesiones en 70 áreas protegida donde 14 de ellas representen más 1.5 millones de hectáreas en base a la Ley Minera de 1992 y con la destrucción del ejido, amén de concesiones eléctricas y petroleras, lo vemos pasearse placenteramente por el mundo, se puede pensar que la justicia retornará, ahora que el gobierno de los Estados Unidos —refugio de capitales y lavado de dinero, narcotráfico y demás— está dispuesto a regresar lo que en su país se ha acumulado de las miles de raterías, puede parecer que fue buena la existencia de la corrupción que se empoderó en México, partiendo de ese gobierno que llevó también a Zedillo —vendió los ferrocarriles y bancos— Fox, Calderón y Peña Nieta, ruta que ha seguido hasta el día de hoy en que vino un ¡basta! que es producto de más de treinta millones de mexicanos que ha hecho posible que ahora si, veamos y sepamos —nos lo imaginamos— por no con tanta rudeza o como se expresa el presidente pues sin parar miente, llama a los bandidos por su nombre y los señala, tan es así que les preocupa una supuesta polarización, sin embargo, que más bien es conocer la verdad real y profunda que se escondió por tanto tiempo.
EU REGRESA DINERO
Si se afirma “de lo perdido, lo que aparezca”, y apenas un secretario de finanzas del gobierno de Coahuila —ahí donde gobiernan los Moreira— México recuperará cerca de cinco mil millones de pesos, imaginemos que son treinta y tantos años de sequía
—Gobiernos corruptos— que si se multiplica por los 32 estados del país, además de empresarios y defraudadores fiscales, políticos de todos los niveles —secretarios de Estados, ministros de la Corte, jueces, magistrados, lideres sindicales y demás lindeza mexicana—, se lograría que México sería un emporio de riqueza y sin duda que el dólar, sobre el peso, estaría por los suelos y tendríamos una sociedad más justa, sin crimines, asedio y preocupación, porque lo robado se destruya con equidad.
No hay mal que por bien no venga, así que la esperanza se cifra en que el gobierno de los EU tome conciencia de lo mucho que ha dañado a nuestro país, con independencia del apoderamiento de nuestro territorio, pero que al menos cobija a veinte o cuarenta millones de mexicanos que ahí habitan y que respalda a nuestro país con los más de cuarenta y cinco mil millones de dólares que nos envían para las comunidades pobres, pero lo ideal o utópico es que se siguiera este camino de incautar lo robado y devolverlo al pueblo mexicano, porque no solo es Coahuila, Estado de México, Veracruz, etcétera cuya riqueza descomunal de muchos, están en paraísos fiscales y en ese país vecino, deteriorando las economías locales.
Este es un buen comienzo, esperamos que la robadera quede atrás, si se predica con este ejemplo de manera que nadie, en todo el mundo, pueda ampararse para el saqueo o el atraco, o la amenaza de imponer sanciones, en el sentido de retirar lo recursos o las empresas para ir a invertir donde existan privilegios, tal como se evidencia con España que está sufriendo la amenaza de una transnacional de que, si no me privilegias, me retiro y esa amenaza, ya se ha visto en México de quienes se benefician de concesiones y luego viene el chantaje, sin embargo, no hay que arredrarse, por el contrario, resistir para que se retome el camino de la normalidad social, pues si hoy la lucha contra el fentanilo que está hundiendo a la nación vecina, mañana, serán los Trump que quieran imponer condiciones aberrantes como ya se ha visto.
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