Roberto Bravo Garzón
Por Dra. Zaida Alicia Lladó Castillo
“Solo merece la pena, una vida vivida al servicio de los demás”
—Albert Einstein—
Primera Parte
Y esa frase es sabia, especialmente, cuando se tiene la satisfacción de haber servido con creces a la comunidad, pero en particular a la juventud; porque, aun yéndose una persona de este mundo, el tiempo corra y las generaciones maduren o envejezcan, la obra del hombre o mujer de bien perdura y, su recuerdo trasciende en el consciente e inconsciente colectivo.
Y ese es justamente el caso de nuestro bien recordado y respetado, Dr. Roberto Bravo Garzón, hombre de fuerte carácter, de agudeza excepcional y gran visión, que fuera Rector de la Universidad Veracruzana entre 1973 a 1981, y cuya gestión permitió el fortalecimiento de la academia, la investigación, la infraestructura material y científica de la institución, la difusión de la cultura y de los valores artísticos, etc., y, con todo ello, logró colocar en un lugar muy elevado a nuestra Alma Mater y al propio Estado de Veracruz. Por eso como un modesto homenaje a su figura, me permito en esta columna, recordar algunos datos que pueden bien servir a quienes no conocen la historia de la Universidad Veracruzana o han olvidado la labor desarrollada de aquellos que la dirigieron y que contribuyeron a su engrandecimiento. Obra material y científica, cuyos avances hoy fructifican para bien de las nuevas generaciones.
Roberto Bravo Garzón, nació en el Puerto de Veracruz, el 12 de mayo de 1934. Desde muy joven se distinguió por su inteligencia y sensibilidad en diferentes facetas. Desde adolescente ya tocaba el piano y ello le permitía fortalecer el conocimiento de las grandes obras y de sus autores. En ese Puerto, estudia su educación básica y media y, es a fines de los años 50 que viene a residir a la ciudad de Xalapa, teniendo que trabajar y estudiar para sostenerse y lo hace en la docencia en los niveles de secundaria y preparatoria, al parejo que estudiaba en la Facultad de Derecho y, posteriormente cuando ingresa a la Facultad de Filosofía.
Una vez concluidos sus estudios de licenciatura en Derecho y Filosofía, se va a realizar el postgrado en Economía al Colegio de México y retorna a la Ciudad de Xalapa en 1966. Siendo Rector el Lic. Fernando García Barna, el Mtro. Roberto Bravo Garzón, es invitado para generar las bases para la creación de la Facultad de Economía de la U. V. y ocupa el cargo de primer Director, abocándose a diseñar un plan de estudio que permitiera que el futuro economista tuviera la oportunidad de combinar la teoría y la práctica durante toda su formación. Lo que dio excelentes resultados en el estudiantado y en los profesionistas egresados.
Su solidaridad hacia el alumnado y su lealtad institucional, a toda prueba, hizo que participara en las manifestaciones que se realizaron en la ciudad de Xalapa en apoyo al Movimiento Estudiantil Nacional que culminó con la represión del ejército en el mes de octubre de 1968. Roberto Bravo fue uno de los manifestantes detenidos y encarcelados, porque su preocupación fue el defender la autonomía universitaria. Una autonomía que aún estaba muy lejana de ser de “Jure”, pero que se aceptaba y respetaba “de Facto”, por toda la comunidad universitaria y los propios gobernantes en turno.
El 26 de Junio de 1973, siendo Gobernador el Lic. Rafael Murillo Vidal es nombrado Rector de la Máxima Casa de Estudios de Veracruz, y de inmediato se aboca a resolver problemas que la UV arrastraba y que era imposible posponer su solución:
- La insolvencia económica de la Orquesta Sinfónica de Xalapa (OSX), en donde con el apoyo del Gobierno del Estado, se disuelve finalmente la Asociación Civil que por décadas la sostuviera, incorporando a sus integrantes a la academia para que de esta manera los músicos tuvieran un sueldo digno y con ello ofrecieran lo mejor de sí mismos a la propia OSX, cosa que indudablemente benefició a sus integrantes y proyectó con su arte a la universidad en los planos internacionales, en las siguientes décadas.
- Desde su primer año de gestión, incrementar los subsidios federal y estatal lográndolo en breve, lo que permitió mejorar en los siguientes años, los sueldos del personal administrativo, docente y de investigación que habían permanecido por muchos años estáticos.
- Hacer realidad la proyección de la descentralización académica de la UV a 5 regiones del Estado: Xalapa y Veracruz (incrementando en estas zonas el número de facultades e institutos) y creando los nuevos centros universitarios en las regiones de: Poza Rica-Tuxpan, Córdoba-Orizaba y Minatitlán-Coatzacoalcos, y para su control regional, en los siguientes años, fundar las Delegaciones Administrativas en cada una de estas.
Para ello Bravo Garzón, fortalece las mejores relaciones tanto con el Gobierno del Estado y el Federal, a través de la Secretaria de Educación Pública para agenciarse recursos -vía subsidio federal-, y de esta manera poder hacer realidad el sueño de muchos jóvenes y padres familia: que los jóvenes estudiaran su educación superior sin necesidad de desarraigarse de sus regiones e igualmente con ello poder aumentar la oferta educativa y por ende la matrícula universitaria.
Y era claro que el aumento de la matricula, debía ir aparejado con una mejor infraestructura académica, administrativa y de difusión de la cultura, lo que hizo que la planta de trabajadores académicos, administrativos y de confianza se incrementara exponencialmente y se buscara a los mejores perfiles para incorporarlos al servicio.
Roberto Bravo Garzón, siendo un hombre de visión revolucionaria, fomenta el respeto a las formas de libre asociación y organización sindical que eran resultado de los movimientos laborales del momento, principalmente en la UNAM. Nacen así en su rectorado los 2 sindicatos más fuertes que tiene la Universidad Veracruzana: el Sindicato de Trabajadores al Servicio de la Universidad Veracruzana (Setuv) que nace en 1973 y la Federación Sindicatos y Asociaciones de Personal Académico de la UV (Fesapauv) que nace en 1976. A inicios de los años 80, ya casi por concluir el rectorado del Dr. Bravo, se dan los primeros pasos para conformar una asociación que agrupara al personal de confianza, pero no es hasta 1985, -cuando nace la Asociación de Personal de Confianza de la UV (Apecuv), llamada posteriormente Afecuv.
Roberto Bravo es ratificado como Rector al iniciar el gobierno de Rafael Hernández Ochoa (1974-1980), y ello le da la oportunidad de consolidar su gran obra: la descentralización universitaria. Y para que las nuevas generaciones de universitarios ubiquen en su justa dimensión lo mucho que vino a beneficiar la Regionalización de la Universidad Veracruzana, pues les podemos decir que ésta vino a cubrir la necesidad de la demanda de educación superior como resultado de las variables de crecimiento del ingreso, dinámicas demográficas y concentración urbana, brindando con esto mayores oportunidades de estudio a la juventud veracruzana. De esta manera, los jóvenes veracruzanos- del norte y sur del estado-, ya no tenían que desplazarse a la capital o al Puerto de Veracruz, para estudiar una carrera universitaria.
Y la dimensión de ese crecimiento lo explica muy bien la Mtra. Angélica Gutiérrez Bonilla: “La Universidad Veracruzana, en 1970, tenía una población estudiantil de más de 10 mil estudiantes, distribuida en las ciudades de Xalapa, Veracruz y Orizaba. Para 1975, los estudiantes universitarios se incrementaron en número de hasta 25 mil (…) 5 años después, en 1980 ya teníamos en nuestras aulas universitarias casi 57 mil alumnos y pasamos de estar en 3 ciudades del Estado a tener presencia y campus universitarios en 5 regiones del Estado y en las 12 ciudades más importantes del Estado” (Gutiérrez B. A. 2017). Y las cifras no mienten. En 8 años de rectorado de Bravo Garzón, la matricula creció casi un 500%, (de 10 mil a 57 mil) y por ende la capacidad física.
Pero el crecimiento no solo se podía medir en números sino en la calidad de lo que obra representaba. Los avances también se valoraban en otros rubros, tales como: la obra editorial, la Era del fortalecimiento de grupos artísticos y el nacimiento de otros importantísimos, hasta llevarlos a su internacionalización; así mismo, la difusión y extensión universitaria y la productividad científica. Como consecuencia de ello, creció la oferta de carreras universitarias, llevando a las regiones las ya existentes y generándose otras nuevas para adecuar a la UV a las exigencias de los avances científicos y tecnológicos del momento, y ello obligó a dotar mejor infraestructura a las regiones.
Pero si hubo un rubro que el rectorado de Bravo impulsó, fue sin duda la investigación. En su gestión, se logra el mayor número de centros e institutos de investigación, en todas las áreas: de la Salud, Económico-Administrativa, Humanidades, Técnica y Artes. Y todo ello se dice hoy rápido, pero implicó, planeación, organización, liderazgo, visión y gestión adecuada de recursos de manera correcta.
Continuará…