Remes, jefe de plaza
Por Ángel Álvaro Peña
El municipio de Poza Rica se volvió inhabitable desde que llegó Fernando Remes a la presidencia municipal con toda su carga de delitos. En la Ciudad de México quedó el héroe deportista que jugó en su tiempo con los Tigres, a Veracruz enviaron al mafioso que ahora, como buen delincuente, se apodera de la plaza de Poza Rica, gozando de la impunidad que le otorga su cargo.
El último día de mayo se detuvo a los directores de Prevención del Delito de Poza Rica y Tihuatlán para investigarlos por ser sospechosos de mantener vínculos con hechos delictivos. Las acciones de los policías en Poza Rica tuvieron su máxima expresión al detener, la noche del viernes 2 de junio en el Boulevard Adolfo Ruiz Cortines, a un vehículo de prensa del portal informativo Presente!, con el pretexto de que era conducido a exceso de velocidad, situación que justificaba su labor profesional.
El vehículo del medio de información con sede en Poza Rica, no sólo fue detenido sino que amenazaron a sus tripulantes con conducirlos a la cárcel, no sin antes llamarlos delincuentes y amenazarlos con llevárselos.
La patrulla 3994 de la Policía Estatal, con lujo de violencia y una prepotencia propia de quienes están protegidos por autoridades superiores bajaron de sus vehículos de trabajo a los comunicadores, a quienes empujaron y exigieron a gritos y con palabras altisonantes documentos.
Los periodistas, a quienes manifestamos toda nuestra solidaridad, llevaban escolta proporcionada por el Mecanismo de Protección a Defensores de Derechos Humanos y Periodistas, perteneciente a la secretaría de Gobernación, por lo que la Policía Estatal, asentados en Poza Roca intentó desarmarlos, a pesar de mostrar identificación de una corporación federal. Los retuvieron por más de una hora, a pesar de que llevaban prisa porque cubrirían un accidente automovilístico, motivo por el cual iban a exceso de velocidad.
La Policía Estatal rebasó sus atribuciones al detener al vehículo por exceso de velocidad, ya que esa es responsabilidad de la Policía de Tránsito; sin embargo, los propios comunicadores agredidos afirman que la Policía Estatal, al mando del comandante Lobo, llamó hasta 7 patrullas más para amedrentar a los periodistas y ceder ante las exigencias de acompañarlos. Cada patrulla llevaba de ocho a diez elementos uniformados y armados.
Debe tomarse en cuenta que al impedir que se cubriera periodísticamente un accidente, la Policía Estatal quería evitar difusión a lo que en realidad ocurren en Poza Rica, que se ha vuelto tierra de nadie. La Delegación de la Policía Estatal en el municipio está al servicio de la delincuencia y no de la población, como pudo advertirse en este lamentable incidente.
El portal Presente! señala que anteriormente el grupo que comanda El Lobo, trabajó en Martínez de la Torre, donde empezó su mala fama.
El comandante Lobo es famoso por allanar domicilios y llevarse a padres de familia detenidos, golpearlos frente a sus hijos menores, acusándolos de delitos que nunca cometieron con la protección del presidente municipal. Situación que pone en entre dicho la protección de los derechos humanos que debe existir en cada rincón de nuestro territorio.
En el incidente fue necesario que llegara la Marina, Armada de México, para aclarar los hechos, ya que, desde el momento de la ilegal aprehensión, exigieron la documentación que apara la portación de armas, identificaciones, licencias, de los responsables de la integridad de los periodistas.
La Marina deslindó responsabilidades y los uniformados de la Policía Estatal, quienes siempre estuvieron con el rostro cubierto, se fueron sin lograr detener ni desarmar a las víctimas, pero tampoco impusieron sanción alguna a los policías ni siquiera una amonestación. Cuando debieron ser encarcelados, no sin antes mostrar el rostro.
REMES SE APROVECHA DE POZA RICA
Estas acciones son comunes en Poza Rica y no se explican sin la anuencia del propio presidente municipal, Fernando Remes, quien desde su llegada a la entidad se ha dedicado a delinquir desde el robo de ganado, motores de tráileres, camiones transportistas, apoderarse de propiedades a la mala, aprovechando su cargo, en su vida pública, hasta maltrato, violencia intrafamiliar, deuda de pensión alimentaria a sus hijos, los deja sin comer, acoso en su vida privada.
El equilibro mental de Fernando Remes, jefe de la delincuencia autorizada en Poza Rica, está en duda debido a su comportamiento denunciado hasta por sus colaboradores en las oficinas de la presidencia municipal.
Mientras esto sucede con los habitantes pacíficos, la delincuencia actúa sin ninguna restricción, prueba de ello es la denuncia hace púbica Marco Antonio Trejo, quien encabeza la Coalición de Taxistas de Poza Rica, al señalar que en los cinco meses que van del año, han robado 22 taxistas, a cuyos propietarios han bajado de sus unidades, durante su servicio nocturno, para utilizar las unidades en los delitos que comenten. Los vehículos no aparecen debido a que los encargados de encontrarlas forman parte de la delincuencia que comanda el propio presidente municipal.
El gobernador de la entidad, Cuitláhuac García ha tomado medidas contra la gente del presidente municipal dadas las denuncias sobre su permanente violación a los derechos humanos de los habitantes del municipio.
Cuitláhuac García anunció que comenzará a realizar un diagnóstico para conocer los problemas internos y externos que deban cubrirse para reforzar las acciones y garantizar la seguridad de la ciudadanía.
Fernando Remes se sintió protegido por la amistad del Presidente de la República, quien lo consideró, inexplicablemente, cercano por coincidir con su gusto por el béisbol, donde, hace muchos años, Remes fue un héroe. Ahora no es más que un delincuente que López Obrador lo quiere lo más alejado posible. Lo mismo sucede con el gobernador, quien conoce todo el historial del ex beisbolista, quien no se detiene a la hora de ampliar su campo de acción y va cada día por delitos mayores, amparado en la protección que el brinda su puesto porque cree que todavía cuenta con la protección del presidente y el gobernador, quienes han rechazado públicamente su amistad.
Durante muchos años los grupos de delincuentes se pelearon por la plaza de Poza Rica, y quien vino a obtenerla fue el propio presidente municipal, quien contó con todo el aparato de poder que colocó al servicio de los infractores para erigirse como en dueño y señor del territorio de Poza Rica y sus alrededores.
PEGA Y CORRE
Anomalías en las casillas especiales, que tienen una cantidad limitada de boletas, porque llegan los priístas, se meten a la fila e impiden que otros voten… Esta columna se publica los lunes, miércoles y viernes.
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